Trabajamos en una empresa de Guadalajara de 120 trabajadores, dedicada a la fabricación de columnas y galvanizado en caliente, con un comité de empresa compuesto por 7 compañeros de CCOO y 2 de UGT. El día 1 de abril empezamos las reuniones del convenio.

Trabajamos en una empresa de Guadalajara de 120 trabajadores, dedicada a la fabricación de columnas y galvanizado en caliente, con un comité de empresa compuesto por 7 compañeros de CCOO y 2 de UGT. El día 1 de abril empezamos las reuniones del convenio.

Planteamos una plataforma que consistía en un 5,25% de subida para 2008 y un 4,75% para 2009, con una cláusula de revisión salarial del 3% para los dos años; una reducción de jornada de seis horas en una sección con el objetivo de igualarla en toda la empresa y de tres horas para el año que viene; un complemento de turnicidad de 30 euros; el fondo social que el año pasado no se aplicó, pero que este año según acordamos se pagaría aumentando la cantidad según la subida del IPC de 2007, bien dedicado al fondo o repartido entre los trabajadores; un plus de permanencia de 47 euros, y algunas otras cuestiones.
La empresa desde el primer día planteó una subida de un 4,25% pero con la revisión salarial si el IPC supera esta cifra. Al mismo tiempo quiere cambiar la organización del trabajo creando en la sección de galvanizado grupos de trabajo, donde nombrarían jefes de grupo a los que se pagará bastante más. Todo esto sin dar al comité ni cifras ni ninguna información. El objetivo según la empresa sería aumentar la productividad, para ello los jefes de grupo marcarían los ritmos de trabajo, etc.
Con la reducción de jornada la empresa plantea que tenemos que ir a confluir con el convenio provincial del metal y como en éste el tiempo de bocadillo no se considera tiempo de trabajo efectivo tendríamos que trabajar nueve días y cuatro horas más, si no en un año, en dos o tres. Una vez igualados podríamos hablar de reducción de jornada.
Con el fondo social plantean que se gastan el dinero en seguros que tenemos por encima del metal, en cenas de navidad, etc., con lo que nos lo quitarían.

La empresa trata de dividir a la plantilla

Tras la tercera reunión decidimos convocar una asamblea de trabajadores donde explicamos los objetivos de la empresa, que no son otros que quitarnos derechos (el año pasado ya querían quitarnos el 100% de la IT) este año, es el fondo social y la jornada. Para ello la empresa ha decidido intentar dividir a la plantilla y cargarse la negociación colectiva intentando negociar individualmente. Es decir, quieren arrebatarnos las conquistas de los últimos veinte años en estos dos.
El mismo día de la asamblea repartieron una carta personal a algunos trabajadores donde explicaban cuál sería su subida salarial. Cuál fue nuestra sorpresa al ver que, dependiendo del puesto de trabajo, había subidas de un 12%, un 11%, un 8%... A los que no nos daban la carta no tendríamos nada más que la propuesta del convenio.

Calendario de movilizaciones

En la asamblea planteamos un calendario de movilizaciones: no hacer ninguna hora extra desde el día siguiente, huelga de 24 horas los días 4, 12, 19 y 24 de junio, y paros de dos horas por turno los días 10 y 17. Allí quedaron claros los objetivos mínimos para firmar el convenio: un punto por encima del IPC real y que no nos toquen ningún derecho de los que tenemos. Las votaciones fueron: 82 votos a favor del calendario de movilizaciones, ningún voto en contra y ninguna abstención.
El 19 de mayo fue la mediación previa en el jurado arbitral. La empresa explicó que habían hecho dos ofertas diferentes al comité, lo que es mentira, dando la imagen de que éramos nosotros los que no queríamos negociar. Los mediadores plantearon que acogiéndose a un reglamento de la negociación colectiva teníamos que negociar más tiempo y su propuesta fue que hiciéramos un calendario de reuniones, negociando hasta el 30 de junio y el 4 de julio volver al jurado arbitral.
Desde el comité no aceptamos esa propuesta porque suponía que tras la negociación no habría tiempo de organizar nada debido a la cercanía con las vacaciones. Nos presionaron tanto que planteamos otra propuesta consistente en negociar hasta el 10 de junio y el 12 volver al jurado arbitral. De esta forma el primer día de huelga del calendario de movilizaciones se retrasaría al 17 de junio, por lo que tenemos la mitad del mes de junio y todo el mes de julio para organizar la lucha por el convenio, justo en el momento en el que suele aumentar la carga de trabajo. Si la empresa no cambia de posición iremos a la movilización.

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