Enlazando con el anterior artículo (El Militante nº 216), el día 10 de mayo se celebró una asamblea en Epila, ni el diluvio que cayó, ni los 40 kilómetros que distan hasta Zaragoza donde reside la mayoría de los trabajadores, impidió la gran afluencia de compañeros. Se decidió seguir negociando. Ante las preguntas de que si la UGT se iba a rajar y CCOO iba a cerrar la fábrica por su contundencia sindical, el secretario de la sección sindical de CCOO lo dejó claro en la asamblea, ni CCOO cerraba  la empresa ni UGT se rajaba, porque estaremos nosotros apoyando hasta el final, con estas declaraciones quedó claro que no había ninguna duda de la unidad sindical

Enlazando con el anterior artículo (El Militante nº 216), el día 10 de mayo se celebró una asamblea en Epila, ni el diluvio que cayó, ni los 40 kilómetros que distan hasta Zaragoza donde reside la mayoría de los trabajadores, impidió la gran afluencia de compañeros. Se decidió seguir negociando. Ante las preguntas de que si la UGT se iba a rajar y CCOO iba a cerrar la fábrica por su contundencia sindical, el secretario de la sección sindical de CCOO lo dejó claro en la asamblea, ni CCOO cerraba  la empresa ni UGT se rajaba, porque estaremos nosotros apoyando hasta el final, con estas declaraciones quedó claro que no había ninguna duda de la unidad sindical.
Se habló de las pretensiones económicas, la vigencia, el no rotundo por parte de todos a la doble escala salarial, etc. Y en caso de que la negociación se bloquease, la asamblea de trabajadores dio potestad al Comité para convocar huelga, el ambiente durante toda la mañana fue indudablemente de unidad y lucha.
En la siguiente reunión de negociación se le trasladó a la empresa el apoyo unánime de los trabajadores al Comité. Aún así la dirección seguía sin conceder ninguna de las exigencias. Ante esta situación el Presidente de la mesa negociadora, un inspector de trabajo, contempló el realizar un arbitraje entre las propuestas de la empresa y el Comité, la dirección no tuvo ningún inconveniente dada la cifra económica que tenía encima de la mesa (1.000/1.200 euros); sin embargo, el Comité fue rotundo en su negativa al arbitraje, ya que no íbamos aceptar firmar un acuerdo a ciegas y menos con el apoyo total de la plantilla a las medidas que iba tomando el Comité.

Amenaza de nueve días de huelga

Llevando ya 13 reuniones y viendo que no se avanzaba, como se dijo en la asamblea, el Comité convocó huelga de 24 horas para 9 días.
Aquí empezaron ya las presiones y amenazas al Comité, que hizo caso omiso y siguió para delante. Con la huelga convocada y teniendo cita para el jueves 29 de mayo en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), mantuvimos una reunión el miércoles 28, pero las posturas eran firmes y lo único que quedó claro es que no queríamos arbitraje y la empresa expresó su miedo ante el llamamiento de solidaridad hecho por la sección sindical de CCOO a los delegados sindicales del sector critico de Aragón, que ya habían confirmado su asistencia a los piquetes, pidió que se garantizase el derecho al trabajo y el libre tránsito de los camiones.
El día 29 a las 9:30h. nos reunimos en el SAMA, se expuso por las partes la situación de la negociación, los trabajadores les dejamos claro que los 6.400 euros que llevábamos para cuatro años eran para firmar, no para negociar. Así estuvimos todo el día, nos hicieron dos ofertas que rechazamos de pleno. Como ultimátum por la tarde se dijo a los mediadores que o daban lo que exigíamos o nos íbamos, parece que esto y la unidad del comité se trasladó a la dirección, que ante todo tipo de presiones, llegados a las 23:30h., nos lanza su última propuesta: 6.000 euros para cuatro años y los puntos que teníamos acordados. Solicitamos que llegaran a los 6.200 euros lo cual fue imposible y viendo que era un buen acuerdo, se decidió firmarlo por parte de CCOO y UGT.
La CGT no firmó al estar el acuerdo de flexibilidad (voluntaria), en lo demás estaba de acuerdo; el sindicato amarillo de los técnicos se abstuvo, al estar en contra de la subida lineal ya que salen perjudicados por sus elevados salarios. En las asambleas de pausa explicando el acuerdo era emocionante ver a la gente aplaudiendo al Comité por el acuerdo conseguido, su lucha y unidad. Acuerdo: 2008 (1.700 euros brutos), 2009 (1.500 euros brutos), 2010-2011 (1.400 euros brutos) y garantizando el IPC real, más acuerdos de mejoras sociales.

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