En la ciudad de Vila-real la empresa azulejera Azuvi ha anunciado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) afecta a 80 trabajadores de un total de 230, al mismo tiempo Zirconio va a despedir a 130 de sus empleados, muchos de ellos con más de 20 años de antigüedad en la empresa.

En la ciudad de Vila-real la empresa azulejera Azuvi ha anunciado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) afecta a 80 trabajadores de un total de 230, al mismo tiempo Zirconio va a despedir a 130 de sus empleados, muchos de ellos con más de 20 años de antigüedad en la empresa.

La crisis económica podría afectar a unos 5.000 trabajadores del sector azulejero en la provincia de Castellón. Desde abril han presentado ERE: Navarti, con 90 trabajadores afectados; Gaya, con 200 y Gómez Gómez, con 20.
Mientras que la dirección de la empresa Azuvi declara que esta situación es consecuencia de la crisis económica y del descenso de ventas que sufre el sector, se prepara un negocio multimillonario entre la empresa y el Ayuntamiento de Vila-real que consiste en un convenio urbanístico de traslado de la fábrica al polígono industrial que afecta a 128.000 metros cuadrados propiedad de la empresa, de los que 103.000 pasarán a propiedad del municipio y se urbanizarán para construir viviendas.
Este tipo de operaciones especulativas combinado con este tipo de hechos delictivos y corruptos es la causa real de la crisis, es allí donde nos han llevado "honrados empresarios" del tipo Fabra y compañía, y por eso sus consecuencias no deben descargarse sobre las espaldas de los trabajadores.
Los representantes de UGT en la Plana Baja, se han marcado como objetivo que el ERE afecte a un número menor de trabajadores y que los responsables de la empresa mejoren la cuantía de las indemnizaciones, piden que Zirconio ofrezca una indemnización acorde a la ley, es decir, el cobro de veinte días por año trabajado en un máximo de doce mensualidades.
Estos objetivos son totalmente erróneos, los sindicatos tienen que luchar para que se proceda de forma inmediata a la paralización de los despidos, para ello es necesaria una movilización contundente basada en un primer paro coordinando todas las empresas afectadas de la provincia. Esto ayudaría a presionar para la convocatoria de una huelga general en todo el Estado.
A la misma hora que estaba teniendo lugar la reunión entre empresa y comité, cerca de 40 trabajadores de la empresa Azuvi se concentraron frente a la delegación de la Inspección de Trabajo en Castellón para mostrar su malestar por la actitud de la empresa.

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