La crisis de sobreproducción está afectando duramente al sector de la automoción. La caída de ventas de automóviles de un 40% en el mercado estatal en octubre plantea la amenaza de fuertes ataques sobre los trabajadores de la factoría de PSA Citröen en Vigo, con 8.500 puestos de trabajo directos y más de 15.000 indirectos.

La crisis de sobreproducción está afectando duramente al sector de la automoción. La caída de ventas de automóviles de un 40% en el mercado estatal en octubre plantea la amenaza de fuertes ataques sobre los trabajadores de la factoría de PSA Citröen en Vigo, con 8.500 puestos de trabajo directos y más de 15.000 indirectos.

Durante años, los empresarios de este grupo han acumulado cuantiosos beneficios a costa de bajos salarios y empleo temporal, bajo la permanente amenaza de deslocalización. Ahora que el escenario se complica y ganan algo menos, la multinacional francesa pretende que los trabajadores paguen la crisis, exigiendo sacrificios. Así, la dirección de la fábrica acaba de presentar un plan de recorte de la producción que supondrá la no renovación de 1.500 contratos temporales y la suspensión de actividad durante 23 días del mes de diciembre. Estas "largas vacaciones" tendrán un duro impacto sobre los proveedores, que se verán obligados a secundar el calendario de inactividad, lo que desencadenará una oleada de regulaciones de empleo en las compañías auxiliares. De hecho, dos fabricantes de componentes para automóvil, Faurecia Asientos y Antolín han dado los primeros pasos. Faurecia, que cuenta con 500 empleados, tras despedir a 90 trabajadores, acaba de presentar un nuevo ERE que afectará a 266 más, que dejarán de trabajar durante 14 días.

Primeras movilizaciones en la automoción desde los 80

Esta situación ha desembocado en las primeras movilizaciones que vive el sector de la automoción en Vigo desde comienzos de los años 80. Los trabajadores de Faurecia han salido a la calle en dos ocasiones, la última el 24 de octubre, denunciando la aceptación del ERE por parte de la Consellería de Traballo. Desde su comité, su presidente, Rogelio Salgado (CIG), recalcó que "si alguien sufre la crisis, somos nosotros", afirmando que no es necesario un expediente de regulación de empleo cuando, en lo que va de año los trabajadores de Faurecia Asientos de Galicia ya han hecho cerca de ¡17.000 horas extra! Varios trabajadores del grupo Antolín, otro de los principales proveedores de la planta de PSA Citroën, se sumaron a la concentración. Esa firma también ha presentado un ERE que será de 27 días y afectará a 124 empleados.
Además, CCOO ha denunciado a Inspección de Trabajo que la planta de Pontevedra del grupo francés Treves ha despedido a 20 empleados con contrato indefinido -de los 120 que tenía- en el último mes, sin aplicar un expediente de regulación de empleo.
Pero esto parece sólo el principio, ya que el parón de Citröen va a provocar, según UGT, que en el área de influencia de Vigo las empresas auxiliares eliminen 1.200 puestos trabajo en los próximos meses.

Unificar las luchas

Estamos ante el comienzo de una oleada de duros ataques que pretenden hacer recaer el peso de la crisis sobre los hombros de los trabajadores. Según Celso Carnero Ferreiro, responsable del sector de componentes de automoción de CCOO, "todo apunta a que todavía no se ha tocado fondo, aún queda caída, y habrá que esperar al primer semestre del 2009 para ver las dimensiones de todo esto".
Muchos trabajadores vigueses, sobre todo jóvenes, que ven amenazados sus puestos de trabajo entienden que la solución no debe venir de apelaciones al sacrificio y al esfuerzo común de empresarios, trabajadores y Administración. Las direcciones sindicales no pueden aceptar estos recortes sin más, deben prepararse para hacerles frente mediante un plan de lucha que contemple una movilización conjunta de trabajadores de Citröen y compañías auxiliares, como un primer paso, con la perspectiva de unificarse con el resto de trabajadores del sector en todo el Estado, empezando con los trabajadores de Nissan que ya han empezado a movilizarse. La convocatoria de una huelga general del sector del automóvil sería la forma de unir a los trabajadores de todas las empresas del automóvil y hacer fuerza juntos.
¡Por la defensa del empleo en la comarca de Vigo!
¡Ni un despido en la automoción!

Última hora

CIG ha convocado manifestación en defensa del empleo en la automoción el 3 de noviembre. A esta movilización están llamados más de 60.000 trabajadores del automóvil y sectores afines, como transporte, textil o químicas. Es un primer paso para hacer frente a la oleada de regulaciones de empleo que se están sucediendo en el sector. De hecho, Dalphimetal, proveedor de Citröen, tras multiplicar sus beneficios por cinco en el último año, acaba de anunciar un ERE que envía al paro durante 40 días a 750 trabajadores de sus plantas de Vigo y O Porriño. Otras dos auxiliares, Tramagasa y TB Brokers, están negociando en este momento nuevas regulaciones. Las previsiones que apuntaban a la pérdida de 1.200 puestos de trabajo hasta fin de año van a quedarse cortas. Por eso, se necesita más que nunca extender la movilización, con la perspectiva de unificar las luchas en todo el sector en el conjunto del Estado.
Las direcciones sindicales no pueden limitarse a negociar los ERE, minimizando daños, porque esa es la vía que invita a más ataques en el futuro. La clase obrera viguesa va a volver a las calles, además, con una nueva huelga del sector naval, que CIG extiende al conjunto del metal en la provincia, el día 6 para exigir el cumplimiento del convenio y en solidaridad con cuatro trabajadores a los que se pide 4 años de prisión por quemar contenedores en la última movilización (!!)
Como ha demostrado el pasado reciente, cuando la clase obrera de Vigo entra en escena, es muy difícil frenarla.

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