En el último periodo hemos asistido en Navarra a un vodevil entre el PP y UPN, en el que también estaba de por medio el Partido Socialista de Navarra (PSN). La situación política es de crisis tanto en el PSN y UPN como en NaBai, incapaz de rentabilizar, de momento, la situación. Izquierda Unida sigue la deriva general del resto del Estado, siendo Navarra una de las zonas donde menos se diferencia de las ideas socialdemócratas de la dirección estatal.

En el último periodo hemos asistido en Navarra a un vodevil entre el PP y UPN, en el que también estaba de por medio el Partido Socialista de Navarra (PSN). La situación política es de crisis tanto en el PSN y UPN como en NaBai, incapaz de rentabilizar, de momento, la situación. Izquierda Unida sigue la deriva general del resto del Estado, siendo Navarra una de las zonas donde menos se diferencia de las ideas socialdemócratas de la dirección estatal.

Los años anteriores, tanto el gobierno como los "agentes sociales" (es decir los sindicatos) se vanagloriaban de que Navarra era una de las comunidades autónomas con menor tasa de paro, donde el empleo crecía ininterrumpidamente y donde el crecimiento económico hacía que el PIB per cápita fuese de los más altos del Estado. Pero eso hace algún tiempo que cambió.
En Navarra hay un sector muy importante de la industria dedicada a la automoción: Volkswagen, Kybse (amortiguadores) y otras empresas más pequeñas que producen piezas para los distintos fabricantes. Pero también hay un fuerte sector vinculado a la construcción y al que el parón también le está afectando. Los datos de incremento del paro lo demuestran.

Más de 2.000 trabajadores amenazados de despido

El paro subió en 4.800 personas en el tercer trimestre del año en Navarra, el 27,32% en relación al trimestre anterior, tres veces más que en el conjunto del Estado (9,1%). El número total de desempleados se situó en 22.100 y la tasa de paro en el 7,09%. Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), hecha pública por el Instituto Nacional de Estadística, en los últimos doce meses, el desempleo aumentó en la Comunidad foral en 8.900 personas, un 66,83%.
Y esto no ha hecho más que empezar. Antes del verano ya hubo dos empresas del sector del automóvil que, después de haber recibido fuertes subvenciones del gobierno de Navarra, cerraron y se fueron a países donde pudiesen explotar más a los trabajadores: Sysmo y Dura Automotive, las dos con más de cien trabajadores. Pero en septiembre los despidos y los expedientes de regulación de empleo (ERE) se están disparando.
En estos momentos, esta amenaza afectaría a más de 2.000 trabajadores industriales en toda Navarra, desde Kybse de Ororbia, empresa de 820 trabajadores y de los que quieren despedir a 200; a ENIA, de Berriozar, que despide a 54 de 72; o Rohm and Haas de Tudela, que despide a toda la plantilla, otros 54; Storopack de Huarte, 28; etc. A esto hay que añadir una larga lista de EREs, siendo los más importantes los de Kybse durante ocho días este año, que afectaría a toda la plantilla; el de Piher-Nacesa de Tudela que plantea uno de 28 días para toda la plantilla (396 trabajadores), Pelzer en Tafalla para los 88 trabajadores, Trelleborg Navex de Cascante con 121 trabajadores, que pretende cerrar durante 45 días hasta agosto de 2009 y congelar el salario los dos próximos años... y así podríamos estar citando montones de empresas: Sapa de Irurzun, Fagor-Luzuriaga de Tafalla, etc.

Hay que parar los pies a las multinacionales

Hay muchas cosas en común en estas empresas, todas han sido adquiridas en los últimos años por multinacionales, que además se han beneficiado de las ayudas del gobierno de Navarra. Pero, ahora que llegan momentos de crisis, ellos, los empresarios, no están dispuestos a ceder ni un céntimo de sus sacrosantos beneficios y por eso pretenden que los trabajadores seamos quienes suframos las consecuencias.
Para ello cuentan con la ayuda inestimable de los dirigentes sindicales de UGT y CCOO, a los que el gobierno de Navarra concedió el 27 de octubre, junto con los empresarios del CEN, la Medalla de Oro de Navarra en reconocimiento a su labor de concertación social. Lo más escandaloso es que estos dirigentes se sienten enormemente satisfechos de recibir tal galardón, ya que la concertación es, según Juan Goyén, secretario general de UGT: "la mejor manera para salir de la situación de crisis económica"; y José Mª Molinero, secretario general de CCOO, explica que la concertación "ha sido muy positiva para el conjunto de la Comunidad" y destaca que cuando comenzó el diálogo social "la economía navarra estaba en una situación bastante mala, peor probablemente que ahora y, tras los acuerdos, las cosas han ido evolucionando".
Pero el resto de los sindicatos, como ELA, LAB o ESK, aunque no han seguido en teoría esta línea, en la práctica su actuación ha sido similar: en los despidos, conseguir mejores indemnizaciones y en los EREs, menor repercusión en la jubilación a los trabajadores de más edad. Pero así no vamos a conseguir parar la pérdida de puestos de trabajo en Navarra, ni en ningún sitio.
La manera de conseguirlo es unificando las luchas de todas las empresas con despidos y EREs, tal como plantea la resolución de la Conferencia Sindical de El Militante celebrada en Vitoria el 25 de octubre: "Los dirigentes sindicales deben impulsar (...) una huelga general de 24 horas con el objetivo de defender los empleos, los salarios y los servicios públicos. El dinero de todos debe ir a proteger a las familias trabajadoras, no a un puñado de multimillonarios".

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