Por la nacionalización sin indemnización de Nissan bajo control obrero

La lucha por el mantenimiento de todos los puestos de trabajo en Nissan será una lucha que centrará la atención de miles de jóvenes y trabajadores durante las próximas semanas. En los siguientes siete puntos queremos hacer un llamamiento a los dirigentes sindicales, el comité de empresa y al conjunto de la plantilla, de lo que consideramos que se debería hacer para llevar la lucha hasta la victoria, la retirada del ERE.

Por la nacionalización sin indemnización de Nissan bajo control obrero

La lucha por el mantenimiento de todos los puestos de trabajo en Nissan será una lucha que centrará la atención de miles de jóvenes y trabajadores durante las próximas semanas. En los siguientes siete puntos queremos hacer un llamamiento a los dirigentes sindicales, el comité de empresa y al conjunto de la plantilla, de lo que consideramos que se debería hacer para llevar la lucha hasta la victoria, la retirada del ERE.
1.- Frente el ataque lanzado por la multinacional, hay que lanzar una ofensiva de movilizaciones orientada a presionar a la administración, tanto la catalana como la estatal, para que rechacen el ERE. Sólo si se ven entre la espada y la pared, abrumados por una movilización que cuente con el apoyo de toda la clase trabajadora, de Catalunya y de todo el estado, Montilla, Zapatero y los ministros y consellers socialistas se bajarán del pedestal en el que se han subido como "gestores" al servicio de los capitalistas.
2.- Hay que llevar la lucha hacia fuera, hacia el conjunto de la clase obrera. Éste fue uno de los puntos clave del éxito de la lucha de los conductores de TMB. Su reivindicación de dos días de descanso semanal fue sentida como propia por la amplia mayoría de los trabajadores, que se encuentran con jornadas y horarios interminables. Así, a pesar de que desde el Ayuntamiento y la dirección de TMB hicieron todo lo posible para influir en la opinión pública y posicionarla en contra de los conductores, en contra de su lucha, no lo lograron...  Los tacharon de "radicales", les enviaron los mossos... Los dirigentes de CCOO y UGT de Catalunya también contribuyeron en esta campaña, acusando a los conductores de perjudicar inútilmente a los usuarios con sus huelgas. A pesar de todo esto TMB y el Ayuntamiento, finalmente, tuvieron que ceder a las reivindicaciones de los conductores. Y si esto fue así se debe, en gran parte, al apoyo con el que contaba la lucha por parte del conjunto de la clase obrera.
Nissan ha planteado 26 días de paro técnico hasta diciembre. Está claro que la multinacional pretende, con esta medida, presentar un cuadro falsamente dramático para justificar el ERE y los despidos. Hay que aprovechar al máximo todos los días de paro para recabar el apoyo de la clase obrera, de Catalunya y del conjunto del Estado. Hay que multiplicar las manifestaciones en Barcelona, ir a TV3, a TVE Sant Cugat... Manifestarse en plaza Sant Jaume, en el Parlament, en los actos institucionales donde vaya a estar el president Montilla, organizar piquetes informativos... Imaginad el efecto que tendría 15 ó 20 grupos de 80 ó 100 trabajadores repartidos por toda la ciudad repartiendo decenas de miles de hojas informativas denunciando los planes de la multinacional; la indignación de la mayoría de la gente contrastaría con la actitud pasiva del gobierno del tripartit y el de Zapatero. Esa misma hoja se podría repartir en los mercados, en las bocas de metro, en los autobuses... También se podrían realizar asambleas, reuniones con las AAVV, con otros comités de empresa, etc. Hay que recabar todo el apoyo posible de la clase trabajadora para defender el empleo, en contra de los despidos.
3.- Es necesario unificar los diferentes conflictos en una misma lucha. Los estudiantes y profesores están en lucha, y harán huelga el 13 de noviembre; en varias empresas como Pirelli o Frigo los trabajadores están en lucha contra los despidos... ¡Hay que unificar el movimiento! Los dirigentes sindicales deberían convocar una huelga general de la automoción contra los despidos, que prepare el camino para la convocatoria de una huelga general de 24 horas. Hay que presionar a los dirigentes sindicales en este sentido. Una acción de paralización general de la producción o de los sectores industriales más importantes, representaría una presión tremenda sobre los gobiernos del tripartit y el de Zapatero. Si hay algo que teme, tanto el gobierno central como la Generalitat es la entrada es un escenario de conflictividad generalizado y unificado; por eso esconden su política de recortes sociales y de favores a los empresarios y a los bancos tras un discurso "social" en el que aseguran hacer lo contrario de lo que realmente hacen. Hay que exigirle a Montilla y a Zapatero que lleven a cabo una política de izquierdas. Una huelga general de 24 horas por el empleo y en contra de los despidos es un mensaje muy claro en ese sentido.
4.- La reivindicación central de la lucha de Nissan debe ser el mantenimiento de todos los puestos de trabajo. La crisis económica, que sin duda es grave y profunda, no debe servirle a la patronal para justificar los despidos y recortes. Por esta razón, y para presionar directamente a la Administración, para que no se laven las manos, es preciso reivindicar la nacionalización de Nissan sin indemnización (suficiente indemnización han tenido con el beneficio de los últimos años) y bajo control obrero.
5.- Para lanzar una ofensiva así es necesario la participación de todos en la lucha. En primer lugar, hay que hacer que las asambleas de trabajadores de NISSAN sean el foro en el que se expongan, se contrapongan y se voten las diferentes propuestas. Los dirigentes de la federación del Metal de UGT y CCOO han procurado evitar ese tipo de asambleas desde hace años, precisamente para impedir o dificultar la participación del conjunto de los trabajadores en las cuestiones decisivas ante las que nos enfrentamos. Todo ha quedado en manos del comité de empresa, cuando no de las cúpulas de UGT y CCOO directamente, al margen del mismo comité de empresa y de la plantilla. Con estos métodos han podido maniobrar a menudo, demasiado a menudo, llegando a acuerdos de espaldas a los trabajadores. Esta forma de actuar no nos sirve. Hay que recuperar las asambleas para ponernos en marcha.
6.- Hay que organizar un comité de lucha, un comité de huelga, un comité de fábrica, como se le quiera llamar, para organizar lo que se ha decidido previamente en la asamblea. En la experiencia de los conductores de TMB, este papel lo jugó el comité de descansos. Éste ha sido un comité abierto a la participación del que quería participar, que se reunía con tal fin en las cocheras. Es importante que los que compongan ése comité sean trabajadores de Nissan, miembros o no del comité de empresa, conocidos por todos, elegidos democráticamente y revocables en cualquier momento por la asamblea de trabajadores.
7 - Hay que luchar por el mantenimiento de la unidad de la plantilla, y esto sólo se puede conseguir a través de las asambleas, y manteniendo un método no sectario hacia los sindicatos. La crítica a la política sindical de los dirigentes sindicales no debe llevar a responsabilizar a los afiliados de CCOO y UGT de las maniobras burocráticas de sus direcciones. Hay que hacer un llamamiento a la participación a todos, por encima de las siglas sindicales. Las asambleas tendrían que ser de toda la plantilla, no por sindicatos, cada sindicato por su lado. Todos estamos en el mismo barco. El plan de lucha, en todos los sentidos, debe ser debatido democráticamente en asamblea, haciendo partícipes del debate a toda la plantilla, sometiendo a votación, a mano alzada, los pasos a dar, y no dejándolo en manos exclusivamente del comité o de los dirigentes de CCOO y UGT. Sólo con estos métodos se logrará reforzar la unidad de la plantilla e impulsar la lucha a un nivel superior, con la máxima combatividad, máxima participación.

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