Esto no debe impedir un juicio crítico de la forma en que se está llevando a cabo. Con la intención de gastar el mínimo y hacer el máximo de propaganda, la imagen pública que se da es lo único que se ha cuidado. Miles de carteles, vallas, hojas y teléfonos de información se han repartido con generosidad. Por el contrario, el déficit de plantilla que existe desde hace años en las oficinas dedicadas a la tramitación de documentación ha obligado a la administración a que este proceso se realice en las oficinas de la Seguridad Social, donde los bajos sueldos han forzado a muchos funcionarios a que se presenten “voluntarios” y hasta agradecidos a la realización de horas extras para esta regularización, pagadas a la mitad de lo que se pagan, por ejemplo, en el Ministerio de Hacienda.
Éste no es un problema puntual y lo que se está haciendo es un mal parche. La auténtica solución es crear un organismo permanente, bien dotado de medios y personal, que regularice a los trabajadores inmigrantes y persiga a los explotadores, que están haciendo el negocio del siglo vendiéndoles, por auténticas fortunas, los contratos de trabajo que necesitan para vivir sin miedo en nuestro país.
Antonio Damián
CCOO · Seguridad Social
(Barcelona)