Villaverde es un barrio obrero de Madrid y olvidado durante años. Sólo la movilización de sus vecinos, durante décadas, ha permitido que se consiguieran algunas mejoras. Sin embargo, los problemas sociales siguen ahí. El desempleo es de un 9%, tieneVillaverde es un barrio obrero de Madrid y olvidado durante años. Sólo la movilización de sus vecinos, durante décadas, ha permitido que se consiguieran algunas mejoras. Sin embargo, los problemas sociales siguen ahí. El desempleo es de un 9%, tiene una de las rentas más bajas de Madrid, tasas de delincuencia, fracaso y absentismo escolar por encima de la media. Todo esto, unido a un 18% de población inmigrante sin ninguna política social seria para su integración, hace de Villaverde un polvorín. Polvorín que estalló el 2 de mayo cuando un joven fue apuñalado en el barrio por un ecuatoriano.

Un trágico suceso que evidentemente trae indignación y rabia. Esta rabia ha sido utilizada por grupos de extrema derecha para lanzar la “caza del inmigrante” en el barrio. Pero los vecinos también han respondido a estos ataques. Para empezar, el mismo día de la cacería varios vecinos defendieron a los inmigrantes atacados. Villaverde es un barrio con tradición de lucha obrera y las tradiciones comunistas siguen existiendo. Las asociaciones de vecinos convocaron una manifestación con una asistencia de miles de personas. En ella, grupos racistas intentaron agredir a un inmigrante. La manifestación respondió con gritos de “Nazis no. Nazis fuera”. Lo que fue escandaloso y acabó de rematar este ataque fascista fue la actitud policial que, en lugar de actuar contra los atacantes, se cebó con un joven punky que fue a proteger al inmigrante. Y es que, parece ser, que no les cuadraba en sus esquemas que, esta vez, nosotros fuésemos los buenos. De hecho, dejaron campar a sus anchas a los nazis durante los días anteriores para que se encargasen de “limpiar el barrio”. ¡Estos son los que se supone que nos tienen que proteger de los grupos fascistas!

El PP en Madrid ha salido a la palestra para denunciar estos actos. Pero son ellos, en última instancia, los que han creado esta situación. Las lágrimas de Esperanza Aguirre, Gallardón,... son lágrimas de cocodrilos. Durante todos estos años no han hecho una política social seria en estos barrios, sólo se han dedicado a especular con el suelo. No han creado las infraestructuras necesarias para acabar con el retraso histórico de Villaverde, han dejado que los inmigrantes se hacinasen en estos barrios sin ningún plan de integración, tanto en los barrios como en los colegios e institutos, donde realmente se han creado guetos. Todo lo que han hecho, o mejor dicho, lo que no han hecho, ha servido para crear esta situación. Después del asesinato, todos los ojos han estado puestos en Villaverde y en los inmigrantes. Ha habido una campaña interesada de criminalización de todos los inmigrantes, alentada por la derecha y sus medios de comunicación.

Ahora, el gobierno del PP ha presentado un plan para acabar con esta situación. Pero lo único que se ha puesto encima de la mesa es mayor dotación policial. Esto no va a acabar con el problema. La única forma de solucionarlo es con una política social seria. Pero ésta no va a venir de la mano de quienes están privatizando la educación, la sanidad, el transporte para llenar los bolsillos de sus amigos empresarios. Tenemos que ser los trabajadores, seamos de la nacionalidad o raza que seamos, los que nos organicemos para luchar por la dignificación de nuestros barrios. Tenemos los mismos intereses, seamos de aquí o de fuera, a ambos nos explotan en nuestro trabajo, nos tenemos que vender toda la vida para poder acceder a una vivienda, limitan nuestro ocio a los bares... incluso la situación de los inmigrantes es de mayor explotación. Por eso, no nos podemos dejar dividir, tiene que ser una lucha conjunta por nuestros derechos, por tener una vida digna. Esta es la única forma de acabar con la violencia.

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