Entrevista a Juanjo López y Rubén Fernández, secretario general y secretario de organización del SE El Militante.— ¿A qué creéis que obedece la denuncia que os ha interpuesto el fascista Israel Galve Maldonado de Guadalajara?

Juanjo López.— En primer lugar necesitan una estrategia para sacar al fascista de la cárcel. Su culpabilidad es tan evidente que han tratado de pasar a la ofensiva, como hacen los calamares, echando tinta mientras huyen. Pero detrás de esta táctica de los abogados hay un ataque político. Por un lado, confundir a las víctimas con los verdugos, a los que sufrimos las agresiones con los fascistas que agreden y, por otro lado, escarmentar al Sindicato de Estudiantes y a cualquier joven que se movilice contra el fascismo: si luchas contra nosotros, todo el peso de la justicia caerá sobre ti. Quieren amedrentarnos y que claudiquemos de nuestras ideas y métodos.

Rubén Fernández.— Además, durante las movilizaciones contra el fascista, la derecha y los medios de comunicación presentaron la agresión como un enfrentamiento entre bandas de ideologías extremas. Sus abogados tratan de procesarnos utilizando esa idea y eso sería un precedente muy grave de cara al futuro. El “pobrecito” Israel estaba presionado por los radicales de izquierdas y por eso, una noche perdió la cabeza... No la perdió lo suficiente, ya que asestó tres certeras puñaladas que si no acabaron con la vida de nuestro compañero C. fue de milagro.

EM.— ¿Qué opináis sobre la utilización que se está haciendo del término “violencia” cuando los medios de comunicación hablan de la juventud, como si también se incitara a la violencia por parte del SE?

R.F.— Ya lo decía el PP cuando estaba en el gobierno: los jóvenes somos violentos, unos maleantes, vagos... Siempre han tratado de mostrar una imagen distorsionada de la juventud. Precisamente porque somos el sector que más sufre la precariedad, la sobreexplotación... Y han obtenido una respuesta contundente: los jóvenes hemos sido la punta de lanza de las movilizaciones contra la derecha. Y a la cabeza de esas luchas: el Sindicato de Estudiantes. Es algo que la derecha no nos va a perdonar.

J.L.— Es cierto que ha habido conflictos de convivencia en algunos institutos... pero no somos los jóvenes los causantes. Somos las víctimas. ¡Qué se puede esperar de este sistema social enfermo en el que vivimos! Se están exagerando estos casos para dar esa imagen falsa de la juventud y desprestigiarnos socialmente. Así, dan una cobertura a los fascistas, identificando víctimas y verdugos: se trata de enfrentamientos entre bandas de ideologías extremas, o de fascistas e inmigrantes, que también están organizados en bandas. En el caso de los inmigrantes sólo tenemos que reparar en las condiciones en las que viven para entender qué sucede. Los verdaderos violentos son los fascistas, el producto más acabado del sistema capitalista que sí que es violento.

EM.— ¿Cómo habéis abordado el problema de las agresiones fascistas en Guadalajara, Talavera y otras localidades desde el SE y cómo valoráis las movilizaciones convocadas?

J. L.— La clave contra las agresiones fascistas es la organización y la movilización. Organización a través de Comités Antifascistas, en los barrios y en los institutos, encargados de extender la explicación, organizar la respuesta y defendernos de las agresiones. Movilización en la calle, con toda las organizaciones de izquierdas, demostrando el aislamiento social de los fascistas.

R.F.— Las dos movilizaciones de esas ciudades han sido exitosas, precisamente, por mantenernos firmes en los principios: No eran movilizaciones contra la “violencia” en general, sino contra las agresiones fascistas. No eran movilizaciones de “todos unidos” sino movilizaciones de la izquierda, sin el PP, que está incentivando claramente el auge de los fascistas. A los fascistas hay que responderles con contundencia, sin tibiezas, demostrando que somos más fuertes que ellos.

EM.— ¿Qué actitud está teniendo el gobierno del PSOE frente a un problema que parece cada vez más generalizado?

R.F.— Efectivamente, está habiendo más agresiones en todo el Estado: Talavera, Guadalajara, el Corredor del Henares, León, El Ejido, Zaragoza... pero estos grupos fascistas están actuando con absoluta impunidad. Los mandos de la policía y los jueces podrían, si quisieran, desmantelar estas bandas, desarmarlos, expulsarlos de los institutos. Pero lejos de hacer eso, les dan cobertura y les permiten actuar con absoluta impunidad. Está en manos del gobierno poder cambiar esta situación.

J.L.— Los fascistas han agredido a Bono, a Carrillo... ahora van contra nosotros... mañana contra cualquier otro... El objetivo de los fascistas siempre ha sido destruir al movimiento obrero organizado. Han asaltado locales de IU, del PSOE... Por eso la respuesta tiene que venir de todas las organizaciones de izquierdas. El PSOE, IU, CCOO y UGT tienen que ponerse a la cabeza de la movilización contra las agresiones fascistas. En Guadalajara les hemos planteado una y otra vez que convoquen una movilización unitaria de jóvenes y trabajadores. Ese es el camino.

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