El domingo 8 de mayo, un grupo fascista agredió a un joven compañero colaborador de El Militante en Torrejón. El ataque se produjo por la noche, cuando paseaba por una calle de esta ciudad, y de la forma más cobarde posible: por la espalda y armados con un bate de béisbol con el que le golpearon. Gracias a que el compañero consiguió escapar, el incidente se saldó sólo con contusiones. Este tipo de agresiones no son fruto de peleas entre “tribus urbanas” sino que por el contrario son ataques de grupos de ultraderecha organizados. Si no reciben una contestación por parte de los trabajadores y sus organizaciones, sin duda estos ataques serán en el futuro más graves.