Tras la derrota electoral del PP el año pasado, era cuestión de tiempo que la clase trabajadora incrementara sus luchas por la mejora de sus condiciones de vida y de trabajo. Es significativo comprobar que a partir del segundo semestre del año pasadoTras la derrota electoral del PP el año pasado, era cuestión de tiempo que la clase trabajadora incrementara sus luchas por la mejora de sus condiciones de vida y de trabajo. Es significativo comprobar que a partir del segundo semestre del año pasado las jornadas de huelga se están incrementando sin que paralelamente lo haga el número de trabajadores, lo cual significa que se trata de conflictos más largos y más duros. Guadalajara no es ninguna excepción a esta situación.

Los conflictos en el metal

Actualmente se está negociando el convenio provincial del Metal, que afecta a 8.000 trabajadores dispersos en unas 150 empresas. Tras tres reuniones, las expectativas para alcanzar un acuerdo son bastante “negras”, según refiere Jesús Butrón, Secretario Provincial del Metal por UGT: “La actitud de la patronal en Guadalajara en este sector está anclada en la Edad Media {…} Esta patronal nos hace llegar que la productividad se consigue a base de incrementos de jornadas y rebajas de salario” (La Crónica de Guadalajara, 23/05/05) . En este contexto, el 7 de junio se realizó una asamblea conjunta de delegados de CCOO y UGT y ya se han convocado dos concentraciones de protesta frente a la sede de la COPEG (la CEOE de Guadalajara).

Los empresarios pretenden supeditar las subidas salariales propuestas en la plataforma reivindicativa al incremento y la flexibilidad de la jornada laboral. Asimismo intentan aumentar los contratos de obra y servicio, lo que supone un incremento de la precariedad. Guadalajara es la provincia con más precariedad de todo el país y donde se realizan más contratos mediante ETTs. Por otra parte, la patronal se niega en banda a introducir aspectos relacionados con la salud laboral o la conciliación de la vida laboral y familiar.

Como señala Carmelo Berdún, Secretario Provincial del Metal por CCOO: “El problema es que no podemos seguir dejar pasando los años sin que la negociación de este convenio provincial llegue más allá que a la subida del IPC o a reducir la jornada en dos o tres horas”. Las espadas están en alto y no se descarta la convocatoria de huelga en el sector, aunque se requiere un proceso de visitas y asambleas en las empresas para explicar la situación a los trabajadores y la votación tanto de la plataforma como de las movilizaciones. Los compañeros del sector crítico han conseguido evitar la convocatoria precipitada de huelgas, que era la opción planteada por la mayoría “oficialista” y que podía saldarse con la derrota y/o la desmoralización de los trabajadores.

La situación en Progalsa

Esta empresa, que estuvo a punto de entrar en suspensión de pagos en diciembre del año pasado, está dirigida por el sector crítico de CCOO y es la única empresa del Metal en la provincia que no trabaja con ETTs.

Durante varios meses prácticamente no hubo pedidos, con todo lo que conlleva de miedo de los trabajadores a perder el empleo, siguiendo la estela de otras empresas del metal que han sido liquidadas, como fue el caso reciente de Promek. Esta delicada situación supone que la negociación del convenio debe hacerse de forma muy inteligente. En cualquier caso, la patronal está dispuesta a aceptar subidas por encima del IPC que oscilan entre el 0,75 y el 1,5%, según categorías, ya que en la propuesta sindical se combinan subidas lineales y proporcionales. También está prácticamente aceptado un plus de nocturnidad del 30% y una revisión de las categorías.

El transporte urbano: Trapsa

La principales demandas de los trabajadores eran una subida mensual de 60 € por encima del IPC en un acuerdo a seis años, un plus por trabajar los domingos, un seguro de responsabilidad civil ante cualquier percance, fijar una fecha para cobrar las horas extras, un día más por asuntos propios, el derecho a la jubilación parcial y, sobre todo, la reducción de las horas extraordinarias, que se cuantificaban en 700 al año.

La negativa de la empresa, a aceptar los planteamientos de los trabajadores se basaba en el pliego de condiciones impuesto por el Ayuntamiento, ya que decían que les dejaba prácticamente sin beneficios, proponiendo una subida de 12 € en un convenio a cuatro años. Ante esta situación, los trabajadores también presionaron sobre el Ayuntamiento buscando la mediación y el apoyo del PSOE e IU, sin conseguir otra cosa que buenas palabras.

Así, tras dos años de negociaciones infructuosas y en esta situación de bloqueo, el conflicto se recrudeció al convocarse durante el pasado mes de mayo una manifestación y diversos paros parciales, con la amenaza de hacerla indefinida a partir del 1 de junio. Ante esta amenaza y dado que los ánimos estaban cada vez más caldeados, la empresa tuvo finalmente que ceder en sus planteamientos y el mismo 1 de junio los trabajadores ratificaron el Preacuerdo negociado por el comité de empresa.

Este tendrá una vigencia de siete años –es el punto más polémico del acuerdo- y empezará a aplicarse desde el 1 de enero de 2005, año en que la subida salarial será del IPC real más 24 €. Desde 2006 hasta 2012, se consolidará el cobro aplazado de 30 € mensuales cada año, se incluirá un plus de 6 € por cada domingo, el derecho a la jubilación parcial a partir de los 60 años, la defensa jurídica penal plena de los trabajadores y la empresa se hará cargo de las multas impuestas durante la jornada de trabajo. Trapsa también se comprometió a respetar los horarios y los turnos, debiendo negociar con los sindicatos cualquier cambio que se pueda plantear.

Para los trabajadores ha quedado demostrado que el único camino de conseguir mejoras es el de la movilización y la lucha.

El convenio de comercio

Este convenio afecta a unos 6.000 trabajadores y se encontraba paralizado desde comienzos de año. El lunes 20 tenía lugar la primera reunión entre patronal y CC.OO. y UGT. La plataforma reivindicativa incluye, entre otras, una subida salarial de 2,5%, un complemento de transporte de 30 € y 40 horas de formación. Incluso una plataforma tan poco exigente va a plantear problemas con la patronal y no se descartan movilizaciones si las negociaciones no avanzan por buen camino.

El Patronato Municipal de Deportes. Ejemplo de gestión de “izquierdas”

El anterior concejal de deportes del PP, Antonio Román , privatizó la gestion del PMD, despdidiendo a nueve trabajadores públicos. La FSAP de CC.OO recurrió dicha decisión y el Ayuntamiento se vió obligado a la readmisión, amén de una indemnización. Coincidiendo con dicho proceso se produce la derrota electoral del PP y la constitución de un gobierno municipal PSOE-IU. El nuevo concejal proclama a los cuatro vientos que la gestión vuelve a ser pública.

Se produce una OPE para la cobertura interina , a tiempo completo, mientras dure el proceso de selección y provisión definitiva de una serie de plazas en el PMD. El Ayuntamiento de “izquierdas” las transforma en contratos a tiempo parcial, lo que supone un manifiesto empeoramiento de las condiciones de trabajo.

El 15 de junio se produce el despido de 15 trabajadores, aduciendo la finalización del contrato CCOO considera estos despidos como nulos.

A raíz de esto se desencadena una persecución contra delegados y afiliados a CCOO. En concreto una compañera es “encargada” de limpiar todos los polideportivos municipales dotándosela de un bonobus y un carrito, este trabajo lo desempeñaba una brigadilla de 3 o 4 personas. La compañera está de baja por “mobbing”. Por denunciar públicamente estos hechos, un delegado sindical es objeto de un expediente. Este compañero cubre una excedencia. El excedente está recibiendo presiones para la reincorporación a fin de eliminar al compañero. El concejal proclama en la prensa que se arrepiente de haber dado marcha atrás en la privatización.

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