Abrió el congreso Diego Cañamero (reelegido secretario general), explicando los pasos adelante que el SOC dio desde el congreso anterior con 34 nuevas Uniones Locales. Algunas de ellas nacen ya con centenares de afiliados, pues antes pertenecían a CCOO o UGT y se pasaron en bloque al SOC. Una de ellas es Villamanrique de la Condesa, un pueblo de 3.500 habitantes de los cuales 700 estaban afiliados a la UGT y todos se pasaron al SOC. Otro “pueblo de pelea, rebelde”, como dijo Cañamero, muy importante es Jódar (Jaen), con más de 400 afiliados. También Alcalá del Valle con 600 o Morón con 500. En ninguno de estos pueblos tenía representación el SOC hace cuatro años.
Su trayectoria combativa ha convertido al SOC en blanco de ataque para el Estado burgués: 220 compañeros del SOC están procesados; algunos han sido vejados en los cuarteles de la Guardia Civil; tienen 60.000 euros en multas por muchas mentiras de las que son acusados. Pero como dijo Cañamero “nosotros no nos vendemos. El SOC es un instrumento, una herramienta para servir a la clase obrera. Somos una herramienta de trabajo, un sindicato de debajo del olivo, donde el aliento de los trabajadores, de los que sudan, le da en el cogote directamente al sindicato. No somos un sindicato de burócratas de despacho que no cuentan con las bases; que las bases dicen una cosa y ellos hacen otra”.
El sábado fue el día de las comisiones. Todas ellas eran muy interesantes y en todas se discutieron cuestiones importantes, como Reforma agraria, Elecciones sindicales, Situación de la mujer jornalera, Subsidio agrario, Juventud e Inmigración...
Una de las más importantes bajo nuestro punto de vista fue la de Elecciones sindicales. Hay que decir antes que nada, que a pesar de las enormes diferencias entre las distintas posturas que se pusieron encima de la mesa, la capacidad de discusión con un método extremadamente democrático, hizo que aquellos que se quedaron en minoría en absoluto se pudieran sentir mal, sino por el contrario todos pudimos aprender muchísimo. El resultado de más de tres horas de discusión sobre este tema dio lugar a que en el pleno la mayoría de los delegados apoyaran la postura de que se podrían presentar a las elecciones en aquellos casos que se crea necesario, siempre que haya un control por parte las uniones locales y el Ejecutivo andaluz. Este cambio de postura, bajo nuestro punto de vista totalmente correcto, viene provocado por el propio desarrollo del sindicato.
El tema de la inmigración será uno de los más importantes en el próximo período. Una resolución de los compañeros de Almería que hablaba de la necesidad de construir la unidad de la clase obrera frente a los intentos de división que pretende la burguesía, fue aceptada para que formara parte del documento.
Otra cuestión a destacar fue la ponencia de Reforma agraria. En el pleno, J. M. Sánchez Gordillo explicó la necesidad de seguir en la línea de las ocupaciones de fincas y una serie de iniciativas para crear empleo rural, pero dejó claro, correctamente, que la reforma agraria que se necesita en Andalucía no se podrá conseguir bajo el sistema capitalista, de ahí la necesidad de luchar contra él.
