Ahora Bandrés, el consejero de Economía del Gobierno de Aragón, se ofrece como “árbitro”. Tenemos que comprometernos el sábado a aceptar lo que él decida el domingo. ¿Qué milagro se obrará en su privilegiada cabeza de un día para otro? Parece que en la reunión con los sindicatos dio una pista: su propuesta “girará en torno a la propuesta de GM”.
Pero esta propuesta ya fue ampliamente rechazada por los trabajadores. Por qué volver de nuevo sobre ella, intentando colárnosla sin debatirla en asambleas. Así entienden la democracia los capitalistas: si sale lo que yo quiero, es intocable, y si sale lo que no quiero, amenazo, chantajeo y manipulo hasta que se acepte lo que me conviene. ¿Qué harán ahora si pierden? ¿Mandar al ejército a Figueruelas?
Hace años que están estirando de la cuerda: Olympia, Plan industrial, despidos... Y llega un momento en que la cuerda se rompe. Ir cediendo sólo nos ha traído peores condiciones de trabajo y más preocupación e incertidumbre de cara al futuro.
Hay que luchar, y los sindicatos deben ponerse al frente de esta lucha. Nos jugamos nuestras condiciones de trabajo y la de nuestros hijos. Y no es dando por perdida esta lucha como por desgracia hacen muchos líderes sindicales como vamos a vencer. Hay que pasar a la ofensiva cuanto antes. Ahora aún somos muchos, y producimos los dos modelos. GM no puede enfrentar varios años de conflictos aquí, pero cuanto más esperemos más débil será nuestra posición, y debemos aprovecharlo para arrancarle un compromiso: mantenimiento de todos los puestos de trabajo y condiciones laborales.
Es difícil, claro, pero la alternativa ya la conocemos: un ataque después de otro. Son ellos los que han empezado este conflicto, y debemos aprovechar nuestros puntos fuertes, los puntos fuertes de la clase obrera que nos han llevado a las conquistas del pasado: unidad y solidaridad.
Los sindicatos que se oponen al plan de la empresa deben proponer a las asambleas un plan de luchas y movilizaciones que contemple la convocatoria de un calendario de huelgas en la factoría y las empresas auxiliares, así como el llamamiento a la solidaridad y participación en esta lucha de toda la población de Zaragoza y Aragón. Es posible parar el plan de la empresa si nos movilizamos masivamente, como hicimos en la Huelga General del 20 J y en otras luchas como SINTEL
¡Ningún mediador patronal!
¡Todas las decisiones adoptadas en asambleas de trabajadores!
¡Por un plan de lucha inmediato para defender todos los puestos de trabajo!
Contra los ataques, ¡movilización!
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