En febrero de este año publicamos en nuestro periódico el caso de Domingo Ibáñez, afiliado de CCOO y trabajador de la empresa de telecomunicaciones Spantel. El compañero fue despedido después de reclamar que se le abonara lo que le correspondía despuEn febrero de este año publicamos en nuestro periódico el caso de Domingo Ibáñez, afiliado de CCOO y trabajador de la empresa de telecomunicaciones Spantel. El compañero fue despedido después de reclamar que se le abonara lo que le correspondía después de una baja por enfermedad. El compañero puso una denuncia contra la empresa, y como informábamos en el mes de julio, el juez declaró el despido improcedente. El 1 de octubre recibimos el siguiente correo electrónico de un grupo de trabajadoras de la empresa que se enfrentan a la amenaza de despido.

Nos ponemos en contacto con todos vosotros para ver si alguno da el primer paso y denuncia esta situación. Estamos desesperadas.

El miércoles nos anunciaron que nuestra empresa, el operador de telefonía Spantel, que tiene su base en Fuengirola, iba a despedir a través de un Expediente de Regulación de Empleo a gran parte de la plantilla que actualmente presta servicio para clientes a nivel nacional. Sobre este particular quisiéramos pedir una ayuda desesperada a sindicatos, partidos políticos y medios de comunicación para que conozcan cuál es la situación real de la empresa y las vergonzantes actuaciones que están llevando a cabo los actuales gestores de la misma.

El viernes de la semana pasada se "despidió" a todos los trabajadores que la empresa ha tenido contratados a través de una empresa de trabajo temporal. Esta situación se nos antoja totalmente anómala ya que una empresa que realizó otro expediente de regulación de empleo en marzo de 2003 poniendo en la calle a otros 50 trabajadores, en sólo un par de meses contrató a 200 personas a través de ETT.

No tenemos representación sindical, en el último expediente eligieron a trabajadores en unas elecciones dirigidas y ahora quieren que hagamos lo mismo, necesitamos su ayuda.

El único compañero, Domingo Ibáñez, que pidió sus derechos fue inmediatamente despedido. La situación de la empresa es grave. Hace unos meses nos enteramos de que el ex presidente de la compañía era hijo del traficante de armas Kashogui y que el "dueño" de la empresa era un tal señor Palombo que estaba en la cárcel por haber estafado miles de millones a accionistas de la empresa en la que trabajábamos. Por supuesto, a nosotros no se nos ha dado ninguna explicación. Sólo veíamos asombradas directores que se marchaban sin que nadie nos diese ninguna explicación y los que quedaban cada mes estrenaban nuevos y mejores coches y hacían viajes cada vez más largos y mejores. Pedimos, por favor, que se compruebe si esta situación no es un desvalijamiento de la empresa, y que estos directivos además de estafar a accionistas no se estén quedando con el dinero que se quieren ahorrar con el trabajo de muchas trabajadoras.

Nosotras no entendemos mucho de números, pero lo que está claro es que si cada vez hay menos personal y los gastos suben cada vez más hay alguien que se está llevando el dinero y provocando esta situación. ¿Dónde están los accionistas de esta empresa para dejar que se haga esto con su dinero? Por favor, investiguen para que no nos dejen en la calle pagándonos menos de lo que nos merecemos nosotras y nuestras familias, mientras ellos se reparten lo que queda del pastel.

Seguiremos informando en próximos números y a través de nuestra web (www.elmilitante.org).

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