Ya en 2002, con una huelga parecida, habían conseguido entre otras cosas que no les descontaran las bajas por enfermedad de la paga extra y defender parte de su poder adquisitivo aplicando el IPC medido más un 0,75%. Esta fábrica de propiedad italiana lleva casi 50 años transformando corcho en tapones, arandelas, bloques y laminados. Hoy, el 60% de los trabajadores tiene menos de 30 años de edad y trabaja en turnos semanales.
Turnos y salario
En estos últimos años el comité de empresa, junto a los trabajadores, logró mantener la plantilla fija en 97 trabajadores, pero la empresa aumentó los eventuales de 20 a 40 jóvenes, contratados por la empresa a través de una ETT. El salario medio en la producción está entre 900 y 1200 €, incluso para los trabajadores especializados. Los jóvenes eventuales cobrarían alrededor de 900, pero eso incluye la paga extra prorrateada (!!) y luego la ETT les descuenta su comisión y en general estos compañeros apenas tienen derechos. No obstante, muchos de ellos han participado en los piquetes y todos han hecho la huelga.
A mediados de mayo, tras romper la empresa las negociaciones, empieza la lucha. Los piquetes cubren los tres turnos. El objetivo es forzar la dirección a respetar el compromiso de mantener el aumento del 5% (IPC incluido), más un plus para los turnos que son muy duros, ya que cambian cada semana. Es decir, son completamente ilegales. Además se quiere obligar a la empresa a respetar la jornada intensiva de verano: de 7 a 15:15 de la tarde, ya que con el calor que hace aquí es peligroso seguir trabajando hasta la 5 de la tarde (que es lo que pretende la empresa).
La huelga sigue compacta. Bares, fruterías, hornos, asociaciones de vecinos, supermercados, carnicerías y partidos de izquierdas, sumando un total de 25 entidades, traen durante días su apoyo y aportaciones en víveres a los trabajadores. A los pocos días, la empresa cede.
Las condiciones de trabajo
Los compañeros Dorado y Guerrero de CCOO nos confirman que el 70% de los empleados están sindicados, que para esta rama en Sevilla es mucho. El convenio actual dura un año. La idea es mejorar las condiciones de trabajo en el próximo. En el pasado, el comité ha denunciado ante la inspección de trabajo muchas faltas por parte de la empresa: señalización de máquinas, seguridad en las áreas de carga y descarga, ventilación, turnos… La empresa lo único que hace es amenazar con el cierre y traslado a Marruecos. Tras 45 años de sumar beneficios, no está invirtiendo absolutamente nada en higiene y salubridad de la nave de producción.
Hay jóvenes que llevan ocho o más años turnando cada semana y su salud y nervios se resienten mucho: el cuerpo no acaba nunca de acostumbrarse al cambio ininterrumpido de horarios y de ritmo, además esto complica las relaciones sociales y familiares de los trabajadores. Los turnos son de 10 de la noche a 6 de la mañana, de 6 a 2 de la tarde y de 2 a 10. Además en el puesto de trabajo no hay extractores específicos de partículas y vapores, no existe aislamiento térmico de las máquinas para proteger al operador de las temperaturas, ni acondicionamiento para el invierno y el verano. Las condiciones de trabajo penalizan especialmente al sector más joven de los obreros. La empresa lo que quiere es reducir la plantilla fija y aumentar los contratos por ETT. También por eso en el futuro habrá más lucha.
