A pesar de todas las leyes, como la de Prevención de Riesgos Laborales, los beneficios de los empresarios se siguen incrementando a costa del sudor y la sangre de los trabajadores. Los últimos datos referentes al primer semestre de 2005 reflejan quetA pesar de todas las leyes, como la de Prevención de Riesgos Laborales, los beneficios de los empresarios se siguen incrementando a costa del sudor y la sangre de los trabajadores. Los últimos datos referentes al primer semestre de 2005 reflejan que todos los días más de cuatro trabajadores mueren en el puesto de trabajo y más de cuarenta quedan gravemente heridos. Por supuesto esto no es portada en los medios de comunicación pero, como la guerra de Iraq u otras guerras, es una sangría criminal que debemos parar ya.

Los accidentes laborales con baja se han incrementado en los seis primeros meses de 2005 el 9,3% respecto al mismo periodo de 2004 y los mortales el 7,5%. Destaca el sector de la construcción donde el incremento de los accidentes ha sido del 14,7%. Por otra parte el crecimiento no es similar en todas partes ya que hay Comunidades Autónomas en las que el incremento es intolerable. Éstas son: Madrid (24,5%), Castilla La Mancha (21,5%), Murcia (18,2%), Euskadi (17,1%)...

En 1996 se aprobó, a bombo y platillo, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Su aplicación presuponía que los accidentes iban a disminuir. Lejos de eso, desde 1996 a 2004 los accidentes de trabajo con baja han sido 8.110.259 (un 38% más) de los cuales 120.295 han sido graves y 13.349 mortales.

Siniestralidad y precariedad

Pero está claro que mientras sigan las condiciones de precariedad, subcontratación, etc. es imposible que los accidentes disminuyan. El 50% de los accidentes mortales sucedió a trabajadores con contrato temporal. Un estudio del Ministerio de Trabajo sobre los accidentes laborales constata que el 70,6% de accidentes con baja en el puesto de trabajo, entre 1996 y 2003, se da entre trabajadores con menos de 7 meses de antigüedad. El 51% de los accidentes fue en empresas de menos de 50 trabajadores y en estas empresas el incremento de los accidentes fue del 48%.

La estrecha relación entre la precariedad y la siniestralidad se ve analizando los accidentes ocurrido a trabajadores menores de 24 años. Aparte del incremento de los accidentes en un 22% entre estos trabajadores, el 75,6% los sufrieron trabajadores con contrato temporal. Por otra parte el 26% de los accidentes mortales y el 22% de los graves tuvieron lugar en empresas contratadas o subcontratadas.

La impunidad de los empresarios es total. De los 955 accidentes mortales en 2004 en el puesto de trabajo, sólo se instruyeron 143 procedimientos por homicidio. Incluso en el último periodo empieza a haber sentencias de Magistratura en las que los responsables de los accidentes son los propios trabajadores por aceptar las condiciones que los empresarios les imponen.

Los empresarios sólo quieren incrementar sus beneficios, no les importa cómo. En Iraq provocan una masacre para poder tener petróleo barato y luego venderlo caro. En Nueva Orleans no invierten en mejorar los diques del río porque necesitan ese dinero para los bolsillos de Cheney, Bush y compañía. En el Estado español los miles de muertos, inválidos, etc., que provoca su ansia de acaparar más y más riqueza es otra cara del mismo sistema, el sistema capitalista. Sólo echándolo al basurero de la historia podremos disfrutar, los trabajadores, del fruto de nuestro trabajo.

Miguel Mitxitorena

FeS-UGT · Madrid

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