En el año 2001 el Hotel es vendido al Banco Pastor. El nuevo propietario cierra el hotel con la excusa de realizar unas reformas para modernizar sus instalaciones. Los trabajadores creyeron la palabra del nuevo propietario y firmaron un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) de veinte meses.

El Banco Pastor, principal culpable de todo el asunto, no realiza la reforma acordada y vende el hotel a la constructora Nozar para que construya apartamentos de lujo. Por otro parte, vende a los trabajadores, como si fueran una mercancía, a la cadena de hoteles Hesperia.

Toda esta maniobra especulativa, digna de un trilero, se orquesta a espaldas de los trabajadores, que se enteran por la prensa (una vez más, como hemos visto en estos últimos meses). Esta situación deja a los banqueros con los bolsillos llenos y a los trabajadores en una situación sumamente precaria.

A los trabajadores se les ofrece la recolocación fuera de Madrid, en los hoteles de la cadena Hesperia de Galicia. Los trabajadores no pueden aceptar tal oferta porque todos tienen su núcleo familiar en Madrid y un traslado como ese les supondría un grave perjuicio. En mayo se les hace una oferta de cuarenta días y el período de paro agotado; a la semana de este ofrecimiento la empresa lo retira y rompe las negociaciones.

En palabras de Julián: “Estamos en una situación preocupante, tenemos el paro casi consumido, con nuestra edad nos va a ser difícil encontrar trabajo en un sector como el de la hostelería, que actualmente sólo ofrece empleo precario a través de ETT. Nos han causado graves daños morales, hay compañeros con depresión, nosotros no queremos indemnizaciones, sino trabajo, nuestros trabajos”.

La Comunidad de Madrid

se desentiende

La plantilla lo tiene claro, saben que todo esto ha sido un pelotazo inmobiliario. Hablaron con la Comunidad de Madrid pero ésta no actuó porque “era un tema empresarial puramente privado”. Está claro que quien llegó al poder robando unas elecciones, con el dinero de la especulación inmobiliaria, lejos de poner coto al asunto, fomentará sin ningún pudor este tipo de estafas empresariales. Según los trabajadores, “si se demuestra que hay fraude, el gobierno del PP de Madrid está implicado”.

Los trabajadores están a la espera del juicio laboral, que se celebrará el 19 de julio, en el mejor de los casos creen que se podría declarar un despido nulo. Sin embargo, quieren que actúe la fiscalía ya que “el ERE ha sido un fraude en toda la regla”. La plantilla se manifiesta en Madrid, en el Hotel Mindanao y en los hoteles Hesperia porque esta última cadena no les proporciona la documentación del acuerdo al que llegó con el banco. También se manifestó en Galicia, en la sede del Banco Pastor cuando se celebró la junta de accionistas.

La plantilla del Hotel Mindanao está recibiendo apoyo de la mayoría de los trabajadores madrileños de hostelería, además de la solidaridad “todos ven que les puede ocurrir lo mismo que a nosotros”. También reciben el apoyo de los sindicatos CCOO y UGT a los que están afiliados masivamente.

Una vez más asistimos a un pelotazo en la Comunidad de Madrid que cuenta con los actores de siempre: el Partido Popular, la banca y las constructoras. Este es el modelo de “creación de empleo y riqueza” que nos ofrecen. Desde El Militante seguiremos atentamente la lucha de los trabajadores del Hotel Mindanao por sus puestos de trabajo porque la dignidad de un obrero vale mucho más que los millones que la burguesía se embolsa diariamente a costa de nuestro trabajo.

ÚLTIMA HORA:

Parece ser que existe la posibilidad de que antes de celebrarse el juicio los trabajadores lleguen a un acuerdo con la empresa. Desde el Comité de Redacción de El Militante pensamos que, independientemente de que esto se confirme y que los términos del acuerdo sean satisfactorios para los trabajadores, una vez más hemos podido ver la prepotencia y el desprecio con que los empresarios tratan a los trabajadores. Por otro lado, también se ha vuelto a demostrar que sólo la lucha decidida y seria es capaz de poder crear las condiciones para que los trabajadores nos defendamos de los ataques que recibimos constantemente de los empresarios.