Cuando empecé a trabajar en Mina la Camocha hace 16 años había mas de mil personas trabajando, hoy apenas quedamos trescientos. Trescientos puestos de trabajo con un futuro incierto pues hasta ahora y faltando muy poco para que expire un plan minero,Cuando empecé a trabajar en Mina la Camocha hace 16 años había mas de mil personas trabajando, hoy apenas quedamos trescientos. Trescientos puestos de trabajo con un futuro incierto pues hasta ahora y faltando muy poco para que expire un plan minero, no hay nadie que diga en ningún estamento el futuro que les espera después de que acabe este año.

Esta incertidumbre creo yo que no sería tan acentuada si a lo largo de los últimos años, debido a intereses políticos, económicos y sindicales. en vez de integrar la explotación que por calidad, cantidad y situación geográfica, era una de las mejores de Asturias en la minería publica, lo que se hizo es, dejar la explotación en manos privadas, eso sí, con una buena inyección de dinero muy apetecible, sobre todo si de él no hay control alguno.

El peligro para el trabajador con esta modalidad de subvenciones, bajo el sistema capitalista, lo tenemos por ejemplo en la lucha de nuestros compañeros de Cangas de Narcea que después de seis meses de huelga, el único beneficiado es el empresario que se metió todo el dinero de las subvenciones en los bolsillos.

Esta situación, el desinterés casi total por la explotación de su dueño, así como un fuerte recorte de las subvenciones por parte de la administración han puesto en jaque a La Camocha. Y cuando digo La Camocha, digo los que trabajamos allí, porque no me parece que al empresario le vaya muy mal, o que a la administración le preocupe mucho la situación.

Los trabajadores somos los que tenemos los atrasos de dos años sin cobrar.

A los que se nos retrasa en ocasiones el pago de la nómina. Los que vemos que día a día las condiciones de trabajo son más precarias. El fuerte recorte de puestos de trabajo debido a las prejubilaciones se cubre con subcontratas, con unos contratos de trabajo pésimos para el trabajador.

Los trabajadores que se prejubilaron con este plan, están a la calle sin cobrar el complemento que en su día fue firmado por empresa y sindicatos, sin que nadie les ofrezca solución o al menos intención de solucionar el problema.

Y lo mas grave de todo, que a meses vista para que se acabe este plan no sabemos qué va a ser de nuestra empresa y de nuestros puestos de trabajo.

Quizá la única solución será salir a que nos oigan los que van a “salvar” la minería, por que queremos un futuro seguro para el pozo y nuestros puestos de trabajo.

Alfredo Martínez Rodríguez

CSI · Camocha

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