Tras la última información emitida en estas mismas páginas con respecto al astillero privado Naval Gijón, en la cual informamos del último acuerdo firmado por la dirección de la empresa y los sindicatos UGT y CCOO para reducir la plantilla en 73 trabTras la última información emitida en estas mismas páginas con respecto al astillero privado Naval Gijón, en la cual informamos del último acuerdo firmado por la dirección de la empresa y los sindicatos UGT y CCOO para reducir la plantilla en 73 trabajadores, lo que suponía un paso más hacia el cierre de Naval Gijón, debemos añadir ahora un nuevo acontecimiento a la dilatada historia de esta empresa.

Una vez firmado el acuerdo para reducir el número de trabajadores, exigencia impuesta por los que iban a ser los nuevos accionistas de la empresa Miguel Aguilo y Luis Vilches, los trabajadores nos encontramos con la noticia de que estos dos personajes rompen las negociaciones con PYMAR para la compra de acciones y desaparecen.

Además, el que fuera secretario del comité de empresa, miembro de UGT y firmante del acuerdo de reducción de plantilla, también decide abandonar la empresa. Hemos de decir que a pesar de las informaciones interesadas que se están difundiendo en los medios de comunicación, por parte de PYMAR, las administraciones públicas, UGT, CCOO y la empresa, el futuro de Naval Gijón no está despejado sino todo lo contrario.

Se siguen acumulando deudas que superan los 80 millones de euros, las cuales seguirán incrementándose con el buque recién llegado de Ucrania (cuyas pérdidas pueden superar los 16 millones de euros), a las que hay que añadir las de los buques portacontenedores. Estos buques han sido contratados por PYMAR con un claro objetivo político: facilitar carga de trabajo para cerrar Naval Gijón y que se produzca la fusión con Izar Gijón (recientemente privatizado), que el próximo mes de septiembre está previsto salga a la venta. La intención de las administraciones y PYMAR es que quien compre Naval Gijón sea también el propietario de Izar Gijón. No se descarta, además, que los compradores puedan ser los especuladores Vilches y Miguel Aguilo, que se encontrarían con las plantillas ya reducidas en ambos centros, carga de trabajo para poder acceder a Izar y la liquidación de la deuda en Naval Gijón a través del cese de la actividad.

La operación, si se consuma, supondría la consolidación de un viejo proyecto que sería dejar un solo astillero en la bahía de Gijón y desarrollar por fin un ambicioso plan de especulación urbanística. Poco podemos esperar los trabajadores de los gobiernos central y autonómico y de la dirección de UGT y CCOO que durante este tiempo con sus pactos han ido abriendo el camino a los especuladores.

Sólo la lucha de los trabajadores de ambos centros podría paralizar este proceso especulativo, defendiendo la actividad industrial, el empleo y los centros de trabajo.

Como siempre, desde estas líneas hacemos un llamamiento a los trabajadores de Izar Gijón y Naval Gijón a defender la continuidad de ambos astilleros y a evitar una especulación que a medio plazo puede traer aún mayores consecuencias con la desaparición de ambos centros de trabajo.

Dos sindicalistas de Naval Gijón acusados de desórdenes públicos

Tras las movilizaciones mantenidas por los trabajadores de Naval Gijón durante los últimos meses, nos llega la noticia de la causa abierta contra J. M. Morala y Cándido González, ambos miembros del comité de empresa por la CSI. La acusación pretende hacerles responsables de los desperfectos que se hubieran podido causar durante los enfrentamientos entre policía y trabajadores, en un claro intento de criminalizar la legítima lucha en defensa de los puestos de trabajo. Desconocemos aún las penas que solicita el fiscal, pero desde aquí queremos manifestar nuestro total apoyo y solidaridad con estos compañeros.

Cándido González Carnero

Corriente Sindical de Izquierdas

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