Entrevistamos a dos de ellas, al término de una manifestación de solidaridad celebrada en La Felguera.
El Militante.— Porque tomáis la decisión de organizaros como Colectivo de Mujeres?
CM.— Al principio estábamos todo el día con ellos en la empresa, pero vimos que una forma efectiva de hacer más presión era unirnos también nosotras para organizar actos de solidaridad. Creemos que de momento hemos hecho una buena labor, pues acude bastante gente a las concentraciones, hoy por ejemplo más de 400 personas, con una plantilla de 50 trabajadores…
EM.— Hace un tiempo, el Gobierno autonómico avaló al administrador para que obtuviera un aval de dos millones de euros. Sin embargo, ahora la empresa está prácticamente en quiebra ¿Cómo se explica eso?
CM.— Sí, el gobierno dio el aval, pero en la empresa no se vio ningún tipo de inversión. Supuestamente, al tratarse de una empresa privada, el gobierno no puede tener ningún tipo de control sobre como se gestiona. Así que ahora la solución que dan los sindicatos es aplicar la ley concursal, para declarar la quiebra y ver si algún otro empresario la saca a flote. Para nosotras, como para los trabajadores, la prioridad es que se mantengan los puestos de trabajo y las condiciones laborales. Porque no se pueden permitir más cierres de empresas en la comarca.
EM.— Esta es una comarca muy castigada por la reconversión industrial, creéis que las direcciones sindicales han estado a la altura de la gravedad de la situación?
CM.— A nuestro modo de ver, no se está informando como se debiera, pero quiero recalcar que hablo desde el Colectivo de Mujeres. Ellos dicen que están haciendo todas las gestiones y presionando a los políticos para que haya una solución. A nivel de movilizaciones, convocaron una en julio, que además salió muy bien, pero no se convocó nada más…
EM.— Cual es el estado de ánimo en las familias, como se vive el conflicto?
CM.— Eso va por días. A veces estás muy animada y otras veces no ves ninguna salida. Sobre todo por el desconocimiento, por la falta de información. Pero esta empresa tenía carga de trabajo, todavía hace poco llegó un fax solicitando pedidos…podrían mantenerse los 50 puestos de trabado, incluso aumentar la plantilla, que además es gente muy cualificada, con una media de 30 años en la empresa.
EM.— Entonces, si la empresa tenía suficiente trabajo, como es que ahora se ha esfumado todo el capital?
CM.— Para mí es una mala gestión. Ahora se investigará la gestión, y si hubiera algún indicio quizás irían contra el administrador. No lo sabemos. Da la sensación de que el empresario puede hacer lo que quiera y finalmente los trabajadores son quienes pagan el pato.
