En el mes de abril de este año, en plena campaña del melocotón, se inicia la actividad de la fábrica, llegando a concentrar en las semanas punta de la producción a más de seiscientas trabajadoras en dos turnos diarios y con un ritmo de trabajo frenético. Pero pronto comienzan los incidentes con el retraso en los pagos y otros problemas con las nóminas. La situación llega a un límite de malestar y desconcierto cuando la empresa, con el descenso de la actividad, se desprende masivamente del personal, quedándose con menos de la mitad de los trabajadores.
Intervención de CCOO
de Villaverde
Al conocer lo que estaba ocurriendo, desde el sindicato local de CCOO de Villaverde acudimos a la fábrica. Ante la actitud de la patronal de dar largas a nuestros requerimientos, comenzamos a realizar numerosas asambleas en la propia fábrica. En el comedor o en el patio de la nave, a la salida de la jornada, las asambleas congregan a unas 150 trabajadoras en cada turno.
Finalmente ante la presión, la patronal accede a negociar con los representantes locales del sindicato. Cualquier acuerdo que se tome, así lo hemos hecho saber en las asambleas, tiene que ser aprobado por los trabajadores. Después de varias reuniones, la patronal asume la principal demanda y se compromete a mantener a las 280 trabajadoras que aún quedan como plantilla, repartiendo el trabajo en dos turnos.
Nuevos despidos y huelga
Sin embargo, las promesas de la empresa han durado poco. Muchas trabajadoras, fundamentalmente de Villaverde, se han negado a realizar horas extraordinarias debido a que la empresa no respeta su precio en convenio. La empresa ha respondido con despidos.
La reacción de las trabajadoras en coordinación con CCOO no se hace esperar. El jueves 1 de septiembre las trabajadoras del turno de mañana formaron un piquete en la puerta de la fábrica y se niegan a incorporarse a su trabajo hasta que no se readmita a las trabajadoras despedidas. La consigna mayoritariamente aceptada es que mañana les puede tocar a ellas. La patronal se ve obligada a ofrecer nuevas promesas de solución, pero las trabajadoras se niegan a entrar sin garantías. Una vez concluidas las negociaciones con los representantes de CCOO, la patronal da marcha atrás teniendo que mantener la plantilla de 280 trabajadores frente a los 120 que proponía inicialmente y asumiendo el coste de las horas extraordinarias.
La perspectiva en esta empresa es que volverá a haber nuevos ataques de la patronal, pero se encontrarán con unos trabajadores que han dado un paso adelante en su conciencia y que incluso están organizando con nosotros un comité de enlace.
Santiago Jiménez
CCOO · Villaverde del Río