Basta de subcontratación,
basta de corrupción
Los beneficios de las empresas son como dioses antiguos que exigen sacrificios humanos. En nuestra provincia treinta compañeros ya han sido inmolados. Decenas más han sufrido graves lesiones o han quedado incapacitados. Todo por los sagrados beneficios y las sagradas comisiones por adjudicación de obra, que complementan el sueldo que a nuestros sagrados representantes en las instituciones pagamos todos. No importa escatimar en materiales de calidad, ni en medidas de seguridad. No importa hacer trabajar a destajo a los obreros, más vale que estos hagan cuatro metros en vez de dos aunque para eso les estorbe el arnés, y trabajen cansados, y se fomente el copazo (como los antiguos esclavistas españoles usaban la hoja de coca para hacer sacar más plata a los indios en las minas de América) con la pérdida de reflejos y el desgaste físico que eso supone a la larga. La vida de los trabajadores no importa, la vida de un hombre joven no importa, solo importan sus beneficios y sus comisiones. (…)
(versión completa en www.elmilitante.org)