1.- Las elecciones han significado una derrota sin paliativos del PP fruto de la movilización masiva de la juventud y de los trabajadores que viene produciéndose en los últimos años y que el domingo se expresó también en las urnas. Desde el Sindicato de Estudiantes hemos insistido en que la política reaccionaria de la derecha era rechazada por la inmensa mayoría de la juventud y de las familias trabajadoras. Ahí han estado las magníficas movilizaciones que hemos protagonizado, desde la impresionante Huelga General del 20-J, las movilizaciones estudiantiles contra la LOU y la LOCE, contra la guerra imperialista en Iraq, contra el hundimiento del Prestige, etc. El PP no se esperaba que tras haber superado las elecciones autonómicas y municipales sin una debacle ahora pudieran perder. Sin embargo, el ambiente de rechazo a su política estaba ahí aunque debido a distintos factores (entre ellos la falta de una alternativa clara de la izquierda que entusiasmara a los jóvenes) seguía predominando la abstención. Sin embargo, su política reaccionaria y la actitud provocadora del PP han llegado a un límite. Los terribles atentados terroristas del 11 de marzo y, sobre todo, la despreciable actitud del gobierno utilizando el dolor y la conmoción general para obtener un puñado de votos más ha hecho estallar la rabia e indignación en millones de personas, en gran parte los jóvenes que hasta ahora no habían roto con la abstención. El 14 de marzo sí fueron a votar a la izquierda y como consecuencia ha habido un tremendo vuelco electoral. NO ha sido el voto de centro el que ha dado la victoria al PSOE y a la izquierda en general, sino el voto tradicional de la izquierda, como se ha visto con índices de participación altísimos precisamente en estos barrios en los que habitualmente se ceba la abstención.

2.- La movilización de la juventud y los trabajadores ha sido la clave de estos resultados y pone de manifiesto que la lucha sí sirve. Cuando los trabajadores y los jóvenes nos organizamos y luchamos demostramos nuestra fuerza. Desde el mismo 11 de marzo la gente se echó a las calles en distintas concentraciones y manifestaciones de condena a los atentados de Madrid. Hemos sido millones los que hemos salido a las calles, desde los estudiantes que el viernes por la mañana convocados por el SE participamos en paros y concentraciones en las principales ciudades de todo el Estado, los trabajadores que secundaron los 15 minutos de paro convocados por los sindicatos de clase, las manifestaciones del viernes por la tarde en las que 11 millones de personas hasta la verdadera rebelión ante las sedes del PP que se produjo el sábado 13 de marzo, en plena jornada electoral, fruto de los engaños y mentiras del Gobierno PP que trató por todos los medios de no reconocer la vinculación de grupos terroristas islámicos con los atentados para que no se pusiera en evidencia su responsabilidad por el apoyo incondicional al imperialismo americano durante la guerra y ocupación de Iraq.

3.- La juventud ha sido un sector fundamental en conseguir la derrota del PP y por lo tanto en llevar a la victoria a la izquierda. Ahora, queremos que el gobierno que forme el PSOE lleve adelante una política verdaderamente de izquierdas, en beneficio de las familias trabajadoras y que como se gritaba a Zapatero en la calle el mismo día de las elecciones: “no nos falles”.

Desde el Sindicato de Estudiantes exigimos al nuevo gobierno socialista la derogación inmediata de la LOU y de la LOCE, las dos leyes más reaccionarias que ha aprobado la derecha y que significan un enorme retroceso para la enseñanza pública. Es decir, el PSOE tiene que quitar la reválida, los itinerarios, echar la religión fuera de las escuelas públicas, etc. Sumado a esto tiene que llevar a cabo un plan de choque de inversión en la enseñanza pública, garantizando oferta pública gratuita de los 0 a los 18 años, terminar ya con las subvenciones a los empresarios de la enseñanza privada e incrementar drásticamente el dinero destinado a becas.

Además, el Gobierno de Zapatero tiene que dar respuesta a esos millones de personas que gritamos “No a la guerra”. Por eso también exigimos la vuelta inmediata de las tropas españolas que permanecen en Iraq, con o sin ONU. El próximo día 20 de marzo se cumplirá el primer aniversario del inicio de la guerra imperialista en Iraq y nuevamente seremos millones los que en todo el mundo volveremos a salir a la calle contra la ocupación. La retirada de las tropas españolas en el Estado español sería una victoria del movimiento contra la guerra en todo el mundo, se convertiría en un referente internacional y, sin duda, animaría la lucha contra la ocupación en el resto de países involucrados y que han sido llevados a esa carnicería, como aquí, contra la opinión de la inmensa mayoría de la sociedad.

4.- La victoria de la izquierda nos pone en mejores condiciones de conseguir avances en el terreno de la educación, de la sanidad, del empleo,... La izquierda tiene mayoría en el parlamento y además, lo más importante, a los trabajadores y la juventud de su lado. Por eso, debe basarse en ese apoyo para llevar adelante una verdadera política de izquierdas en beneficio de la inmensa mayoría de la población y no ceder a las presiones que desde el bando de la clase dominante, los grandes empresarios y la banca, va a recibir.

En Madrid, a 16 de marzo de 2004

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