El Gobierno del PP, que hasta finales de Septiembre aparecía firmemente decidido a seguir con sus medidas, se ha visto obligado a cambiar claramente su discurso de enfrentamiento abierto con los trabajadores y los sindicatos, anunciando días antes de El Gobierno del PP, que hasta finales de Septiembre aparecía firmemente decidido a seguir con sus medidas, se ha visto obligado a cambiar claramente su discurso de enfrentamiento abierto con los trabajadores y los sindicatos, anunciando días antes de la manifestación del 5 de Octubre su disposición a modificar sustancialmente el “decretazo” y tratar de restablecer el dialogo con los sindicatos.

La movilización de los trabajadores por la derogación del “decretazo” ha conseguido una parte de sus objetivos. Con el éxito de la huelga general del 20-J, el gobierno PP perdió el pulso con el movimiento obrero. Pretendían infligir una derrota a los trabajadores, pensaban seriamente que la clase obrera no respondería tan masivamente al llamamiento a la huelga general y se equivocaron de cabo a rabo. No quedan lejos las declaraciones de Aznar antes de la huelga cuando se chuleaba de que ese partido lo iba a ganar por goleada. Hubo goleada, sí. La goleada que le metieron los trabajadores con su participación masiva en la huelga y manifestaciones.

La movilización es nuestra principal arma

Tras años de “dialogo social” con retrocesos importantes en las condiciones de vida y trabajo, el gobierno creyó que la clase obrera era débil, que la actitud de debilidad que mostraban los dirigentes sindicales en las mesas de negociación era un fiel reflejo de la situación de la clase obrera, equivocándose al evaluar a los trabajadores a través de sus dirigentes.

La política sindical de pactos y consensos, practicada durante estos años por los sindicatos, no correspondía a la realidad social en que vivimos, sino al error de pensar que no se podía luchar ya que el gobierno era muy fuerte y por lo tanto se trataba de conseguir el mal menor, aunque se tuvieran que aceptar la mayoría de las contrarreformas planteadas en las mesas de negociación.

La realidad ha demostrado que esto no es así y que hoy, como ayer y como mañana, los trabajadores sólo conseguimos nuestras reivindicaciones a través de la lucha y la movilización.

Cuando se ve la autentica correlación de fuerzas entre las clases es en la lucha y cualquier negociación, para ser genuina y seria, debe reflejar la correlación existente en ese momento. La negociación por la negociación, es decir cuando no va respaldada por la movilización, siempre favorece a la burguesía y la patronal.

Los dirigentes sindicales deben sacar las conclusiones correctas de esta experiencia, rompiendo con la política sindical del pasado y tomar con las dos manos la vía de la movilización, la única que se ha mostrado capaz de parar los pies a la derecha.

Ha bastado una sola huelga general de 24 horas, para que el gobierno haya tenido que empezar a ceder, revelando con ello que están más débiles de lo que incluso nosotros podíamos pensar. Es evidente. No han podido aguantar la presión del movimiento obrero.

La debilidad del gobierno PP

Ahora que la movilización les está obligando a ceder, lo están haciendo tarde y mal. Intentan disfrazar la realidad llegando a extremos ridículos. El mismo día que Aznar y Rajoy negaban ante la prensa que el gobierno hubiera dado marcha atrás, Rodrigo Rato reconocía que si que habían rectificado y que rectificar es una cualidad positiva.

Como ya explicamos la huelga general acentuó las divisiones internas en el PP que se vio obligado a llevar a cabo una remodelación de gobierno con la salida de Aparicio que estaba al frente del Ministerio de Trabajo y el niñato Pío Cabanillas de Portavoz del Gobierno, por llevar a cabo el patético papel que Aznar les había encomendado: negar el éxito de la huelga general. Esas divisiones continúan en estos momentos y se ven claramente a la hora de decidir que camino es el menos malo para hacer frente al conflicto social que tienen entre manos. Perdieron el 20-J y ahora tienen que pagar un precio.

Los partidarios de seguir sin hacer concesiones se arriesgaban a que el desgaste fuera excesivo y más si los dirigentes sindicales se veían forzados a continuar la movilización, como está sucediendo en Italia.

Todos sus intentos para dejar lo mas lejos posible el 20-J y que el conflicto social pasara a un segundo o tercer plano han fracasado estrepitosamente. De poco les ha servido el conflicto del islote Perejil, la ilegalización de Batasuna, el anuncio de guerra contra Irak, la cruzada de las banderitas y todas las estupideces y declaraciones hechas en estos meses. A pesar de todo el desgaste del gobierno sigue aumentando y las últimas encuestas electorales les indican que pueden llevarse un varapalo en las elecciones municipales. De ahí a perder las generales podría haber un pequeño trecho y esta idea les da pánico.

Además el deterioro de la situación económica es cada vez más evidente, y con ello la necesidad de acometer más ataques contra los trabajadores. En este escenario, con la guerra declarada a los sindicatos, temen que pueden perder más que ganar y no les falta razón.

Por eso los partidarios de cambiar el discurso, con esta marcha atrás, intentan recomponer la situación con los sindicatos y volver al periodo de paz social que tan buen resultado les había dado. Ahora bien una cosa son sus pretensiones y otra que las consigan, ya que con esta táctica, también corren el riesgo de que se interprete correctamente esta muestra de debilidad y se encuentren con un incremento de la conflictividad animados por esta situación. La próxima cita ya esta a la vuelta de la esquina el día 29 de Octubre con la Huelga General de toda la comunidad educativa contra la mal llamada Ley de Calidad.

¿En que se equivocó el Gobierno?

En estos días se están produciendo multitud de opiniones y análisis por parte de los “tertulianos” y “opinadores” profesionales. Todos coinciden en un punto, el mercado de trabajo debe ser “reformado” pero ahora, a toro pasado, critican que el gobierno lo ha hecho mal. Por supuesto que el gobierno lo ha hecho mal, pero no por las razones que ellos dicen.

Estos listillos que cuando el gobierno sacó el decreto apenas criticaron la forma pero no el fondo, afirman ahora que se tenía que haber hecho negociando con los sindicatos. Olvidan, convenientemente, que el gobierno ya intentó que los sindicatos aceptaran los recortes, como habían hecho en ocasiones anteriores, pero que esta vez no podían porque estaban más presionados por los trabajadores y además se les pedía más y más sin apenas darles ninguna contrapartida. Parece que ya se han olvidado de que la anterior contrarreforma se hizo sin “consenso” con los sindicatos y los sindicatos no convocaron ninguna movilización general, a excepción de la extraordinaria huelga general en Galicia, a la que se opuso CC.OO., que no tuvo continuidad, y que marcó un punto de división sindical entre UGT y CC.OO., con lo que la cosa quedó en amagar y no dar. De hecho, poco después CC.OO. firmó el acuerdo de pensiones con la oposición de UGT.

En este contexto, sindicatos divididos, ataques sin respuesta, etc., el gobierno vio la ocasión de machacar a los sindicatos, como hizo Margaret Thacher en Gran Bretaña, y les echó el pulso con el decretazo, con el objetivo de derrotarles y así allanar el camino a los ataques que tienen en cartera. En sus planes se veían en un escenario envidiable para cualquier empresario. Sería una situación muy apetecida por la burguesía de cualquier país. Así que la realidad es que el “error” fue que perdieron porque midieron mal la correlación de fuerzas. Se creyeron que las mesas de negociación reflejaban la auténtica correlación de fuerzas y para decir toda la verdad, no eran los únicos que creían eso.

¡Ese y no otro fue su autentico error. Enfrentarse a la clase obrera en lucha y pensar que podían ganar!

El gobierno da medio paso atrás

Todavía es prematuro saber como quedará definitivamente el decretazo y exactamente qué cambios va a introducir en el mismo, ya que al tener que hacerlo mal y tarde, los cambios los tienen que hacer sobre la marcha.

Lo más importante es el hecho de que tienen que rectificar públicamente y reconocer el impacto de la movilización.

Pero desde luego, tiene importancia analizar lo que realmente van a cambiar, de hecho de eso dependería la continuidad o no de esta lucha por la derogación del decretazo.

Según las informaciones internas de los sindicatos y las aparecidas en la prensa, se retocan a distinto nivel todos los puntos menos el PER.

1. Fijos Discontinuos: Se mantiene la prestación por desempleo para todos estos trabajadores, incluidas las actividades de llamamiento cierto, y para ello se modificará el art. 208 de la Ley General de Seguridad Social. El reconocimiento del derecho no será incompatible con que el Inem, si considera que el contrato es fraudulento, demande a la empresa y le reclame a ésta las prestaciones por desempleo pagadas indebidamente (ya antes del “decretazo” esto era así).

2. Oferta adecuada de empleo: Durante los primeros cien días en desempleo, el trabajador decidirá por sí mismo y al margen de los criterios de los SPE (Servicios Públicos de Empleo), si acepta o no cualquier oferta de empleo. A partir de esos cien días estará obligado a aceptar lo que el SPE considere empleo adecuado. Se considerará empleo adecuado el que atienda a la profesión del trabajador, considerando por tal el empleo anterior, al menos con una duración de tres meses. También se tendrá en cuenta la situación familiar, la existencia de transporte público en los desplazamientos, el tipo de contrato y de jornada.

3. Salarios de tramitación: Si el empresario no reconoce expresamente la improcedencia y no hace el depósito de la indemnización correspondiente, los salarios de tramitación actúan exactamente igual que antes del “decretazo” (la modificación legal respecto a la situación anterior sólo afectaría al art. 56.2 del ET). Los salarios de tramitación correrán en su totalidad a cargo del empresario, frente a la situación anterior al “decretazo” en la que éste sólo se hacía cargo de 60 días y si el trámite judicial era más largo la cantidad que excediera a ese tiempo corría a cargo del Estado. Si el empresario reconoce la improcedencia y en el plazo de 48 horas deposita la indemnización correspondiente en el juzgado, los salarios de tramitación no siguen computando, independientemente de la fecha del acto de conciliación y de la sentencia judicial

4. Incompatibilidad entre indemnización por despido y subsidio por desempleo: sólo se computará como renta a efectos de acceso al subsidio las cantidades que superen las indemnizaciones legalmente establecidas (más de 20 días para los despidos causales y más de 33 o 45 días para los improcedentes). Además tampoco se considerará como renta la aportación económica para financiar los convenios especiales de cotización con la Seguridad Social.

5. Vacaciones no disfrutadas a la finalización del contrato: se mantiene que el trabajador deberá disfrutar las vacaciones antes del reconocimiento y pago de la prestación por desempleo, pero dicho periodo será cotizado y computado, tanto a efectos de base de cotización como de periodo de carencia para todas las prestaciones de Seguridad Social, incluido el desempleo.

6. Trabajadores autónomos: se establecen medidas para la capitalización del desempleo y para la bonificación a la contratación. Los trabajadores que se quieran establecer como autónomos podrán capitalizar el 20% de la prestación por desempleo y el resto utilizarla para bonificar las cotizaciones sociales; se incluirá a este colectivo en las bonificaciones a la contratación indefinida del primer empleo y a la conversión de un trabajador temporal.

7. Trabajadores discapacitados: los discapacitados psíquicos que tengan un contrato formativo podrán realizar la formación en un centro especial de empleo. Se incluye a estos trabajadores en el “coste 0”, es decir, la empresa tendrá bonificadas las cuotas de Seguridad Social en las contrataciones realizadas para sustituir a un trabajador discapacitado por otro discapacitado.

8. Economía social: los trabajadores podrán capitalizar la prestación íntegra por desempleo, tanto para constituir una nueva empresa como para incorporarse como socios y trabajadores, y tanto si es en una cooperativa como en una sociedad anónima laboral.

9. Subsidio para los trabajadores eventuales agrarios: No hay ninguna modificación, por ahora.

Según estos datos es evidente que no se trata de cambios cosméticos sino que son cambios sustanciales, lo más destacado es que a los fijos discontinuos se les vuelve a restablecer los derechos que tenían.

También se repone el cobro de vacaciones y su cómputo en las cotizaciones.

En el caso de los salarios de tramitación, no queda claro si se cobrarán o no el caso de que el empresario deposite la indemnización.

La oferta de empleo se suaviza lo que se considera empleo adecuado, y se dan cien días de margen.

La incompatibilidad de rentas con el subsidio se reduce, aunque sigue existiendo, cuando las indemnizaciones superen el mínimo legal.

Sin embargo en cuanto lo que afecta a los jornaleros se mantiene íntegramente el ataque del decretazo.

Sobre los afectados por el decretazo desde que entró en vigor, se plantea que ya lo han perdido y que los cambios no tendrán carácter retroactivo.

Los cambios evidentemente son importantes pero claramente insuficientes.

El castigo a los jornaleros

El hecho de cambiar el decretazo tarde y mal, esta provocando también en este punto divisiones y enfrentamientos en el seno del PP. Así, en Extremadura el PP ya se ha declarado públicamente contrario a que no se haya modificado este punto, y en Andalucía dicen que en cuanto esto sea planteado seguro que se introducen cambios.

Veremos finalmente que sucede, pero mientras tanto la situación actual es que se castiga con saña a los jornaleros.

En esta movilización, un sector ha destacado en la lucha, los jornaleros de Andalucía. Fueron los primeros: el corte de Despeñaperros, las ocupaciones de fincas, la marcha a Madrid en Julio, que protagonizaron los miembros del SOC, y también los jornaleros organizados en UGT y CC.OO. con su marcha el día 5 de Octubre a Madrid, además de numerosos actos en pueblos y ciudades de toda Andalucía.

Ya el mismo día 9 tras conocer la postura del gobierno, el SOC concentró más de mil jornaleros ante la sede del PP en Sevilla y los dirigentes de UGT y CC.OO. ya anuncian una huelga general en el campo en Andalucía y Extremadura. La combatividad demostrada por este sector y especialmente por el SOC esta fuera de toda duda.

Pero el Gobierno se quiere cebar en los más oprimidos y castigarles, doblegar su espíritu de lucha, aislarles del resto del movimiento obrero.

El día 5 de Octubre en la concentración de Madrid, todos los oradores exaltaron desde la tribuna, el esfuerzo y combatividad de este sector. Fidalgo iniciaba su discurso con las siguientes palabras: “...Debo comenzar con un saludo especial a los que arrancasteis de Córdoba el día 26 y habéis recorrido a pie cientos de kilómetros. Doblemente castigados ¾ no se nos olvida vuestra reivindicación de recuperación del subsidio de paro de los eventuales del campo ¾ pero triplemente combativos.”

Ahora se trata de pasar de las palabras a los hechos. No se puede dejar solos a los jornaleros, y que se movilice en solitario el campo andaluz y extremeño.

Esto supondría aislar su lucha y no podemos olvidar que estamos inmersos todavía en un proceso de movilización de carácter general y estatal, en la que el Subsidio Agrario es una reivindicación, y no la menos importante, de las que dieron lugar a la huelga general. Por eso en el contexto del que venimos, con una lucha que ni mucho menos está agotada, es necesario que ya se exija al gobierno la retirada inmediata de este punto y la mejora de los otros, dejando bien claro que de no ser así, la lucha continuará con otra nueva huelga general.

No cabe la menor duda de que esto tendría más efecto que una huelga en el campo, a la hora de obligar al gobierno a retirar esta medida.

Mantener la presión, continuar la lucha

El gobierno está cediendo, la lucha empieza a dar sus frutos, pero intentan que sean los menos posibles. A la hora de decidir qué hacer, debemos considerar varios puntos.

En primer lugar si lo arrancado en estos momentos es o no insuficiente con relación al objetivo de la lucha que es “la derogación del decretazo”.

En segundo lugar, y esto es decisivo, si el movimiento está fuerte y dispuesto a seguir el combate o por el contrario está decayendo y no tenemos fuerzas para continuar más.

Sobre lo primero, hay que decir que se mantienen una parte de los recortes y especialmente en el caso del subsidio agrario no se ha conseguido nada todavía. Sobre lo segundo, hasta este momento la lucha no ha comenzado a decaer ni muchísimo menos, es más después del 20-J y con el paréntesis del verano, y a pesar de las maniobras de despiste que hemos señalado que llevó a cabo el gobierno, la primera cita que se ha planteado el 5 de Octubre, ha tenido una respuesta extraordinaria, a pesar del intento del gobierno de torpedear esta convocatoria anunciando que estaba dispuesto a hacer cambios unos días antes.

Por lo tanto hay que seguir presionando. El trámite parlamentario concluye el día 17 de Octubre en el Congreso y después pasará al Senado. No está todavía claro hasta donde llegaran los cambios, lo que si está claro es que ellos pretenden que sean los mínimos y también debe seguir quedando claro que los trabajadores queremos la derogación del decretazo y que lo conseguido hasta ahora es insuficiente.

No podemos olvidar que son muchos los ataques que tienen todavía en cartera, la Ley Concursal (ley de quiebras), la revisión del SMI, unos presupuestos generales restrictivos, nueva perdida de poder adquisitivo de los funcionarios, la negociación colectiva con una inflación que puede llegar al 4%, los recortes en la enseñanza pública que tiene su contestación en la huelga general de toda la comunidad educativa el día 29 de Octubre, etc, etc...

Luchar por el Socialismo

Todo ello se va a producir en un contexto de crisis económica que una vez más querrán hacer pagar a los trabajadores. Ya están aumentando las empresas que se declaran en suspensión de pagos y quiebras, con el consabido aumento del paro. Esta situación se esta desarrollando a nivel internacional. En poco tiempo podemos estar inmersos en una nueva guerra imperialista contra Irak, que calculan puede costar unos 200.000 millones de dólares, aunque no hay dinero, según ellos, para mantener los gastos sociales.

Pero al mismo tiempo vemos el deseo y la disposición de los trabajadores y los sectores oprimidos en todo el mundo enfrentándose a esta situación. En Europa con huelgas generales, la próxima en Italia el día 18 de Octubre; en América Latina, Argentina, Venezuela Ecuador y ahora el triunfo electoral de la izquierda en Brasil con el PT de Lula; en Asia con movimientos y movilizaciones en Indonesia, Filipinas, Pakistán... Todos estos acontecimientos son parte del mismo proceso mundial que hunde sus raíces en la crisis del capitalismo, un sistema corrupto y decrepito, basado en la explotación de la mayoría de la población para enriquecer a un puñado de parásitos.

El gobierno del PP es el gobierno de los empresarios y banqueros; es un gobierno de la burguesía, y tenemos que acabar con él. Necesitamos un gobierno de izquierdas, que gobierne en beneficio de los trabajadores. Un gobierno PSOE-IU con un genuino programa socialista, podría llevarlo a cabo.

La necesaria lucha por mejorar día a día las condiciones de vida de la clase obrera, se enfrenta a continuos ataques, Lo que un día conseguimos con la movilización al día siguiente nos lo quieren volver a arrebatar, por eso esta lucha cotidiana debe formar parte de una lucha más amplia, que vaya a la raíz del problema, a terminar con el capitalismo y sentar las bases para construir una sociedad basada en la democracia obrera donde la riqueza, las fabricas, los recursos naturales, la tierra, se pongan a producir en función de las necesidades de la mayoría de la población, bajo el control de los trabajadores, una sociedad auténticamente socialista. Para luchar por ello únete a los marxistas de El Militante.

¡Los trabajadores tenemos fuerza para ganar esta lucha!

¡La lucha continúa. Mantener la movilización para obligar al gobierno a ceder!

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