Como una forma de tapar su responsabilidad en el desastre del Prestige y en un intento de aparecer como los salvadores de Galicia, el PP presentó el ‘Plan Galicia’ respaldado por un gran despliegue mediático. El ‘Plan Galicia’ se ha presentado como un conjunto de medidas de inversión que no sólo paliará los efectos negativos de la marea negra en la economía gallega sino que en los próximos años catapultará a esta última a unos niveles sin precedentes. Sin embargo la realidad es bastante distinta. En un artículo de opinión publicado en La Voz de Galicia, Xosé Luis Barreiro, ex vicepresidente del PP en la época de Fernández Albor y principal líder de la extinta Coalición Galega —y por tanto nada sospechoso de formar parte de la conspiración comunista que Fraga ve por todas partes últimamente—, se preguntaba lo siguiente: “¿Qué pasaría si Aznar se va a Valencia y, contando la inversión comprometida en la región y sumándole lo que va a invertir el Estado en un período impreciso de entre diez y quince años, bautiza su comedia con el pomposo nombre de ‘Plan Valencia’?”. En el mismo artículo daba un dato concluyente, que se comenta por sí mismo: la inversión comprometida en los siete últimos años supera los 7.000 millones de euros, mientras que lo comprometido para los próximos siete no supera los 5.500 millones.