‘Si la universidad gestionara directamente los comedores podríamos ofrecer mejor servicio’

‘Si la universidad gestionara directamente los comedores podríamos ofrecer mejor servicio’

Durante el mes de julio los trabajadores de una de las dos empresas que tienen la concesión de los restaurantes y cafeterías de la Universitat Autònoma de Barcelona se han estado concentrando diariamente ante el edificio del rectorado para reclamar la continuidad de los puestos de trabajo y garantías sobre el mantenimiento de las condiciones laborales (antigüedad, categoría, etc.). Los 61 trabajadores de Quiñonero, como familiarmente se conoce la empresa, se han encontrado de la noche a la mañana con la tocata y fuga del empresario, que ha dejado la empresa en quiebra después de llevarse el dinero. Los trabajadores de Quiñonero han padecido en su propia piel una práctica habitual en el sector de la hostelería. Un sector que si se caracteriza por algo es por las malas condiciones laborales y por la rapacidad de unos empresarios con pocos escrúpulos.

El Militante.— Cuando el día 30 de junio Quiñonero presenta el expediente de quiebra, ¿en qué situación deja la empresa?

Chelo.— El lunes 1 de julio un compañero nos avisa de que ha desaparecido el ordenador del despacho de contabilidad. Fíjate, se ve que vino Joaquín [el empresario] y se llevó el ordenador, la impresora, el dinero de la caja y ¡hasta la foto del padre! Fuimos a hablar rápidamente con la Universidad porque nos temíamos ya lo que había pasado. Al día siguiente nos informaron que los abogados de Quiñonero iban a presentar el expediente de quiebra, cosa que no hacen hasta el día 10 de julio, y entonces vemos que falta la relación de personal. Durante todo el mes de julio hemos estado moviéndonos para que todos fuéramos subrogados a la nueva empresa, para que nadie se quedara por el camino. Por eso hemos estado presionando a la Universidad y manteniendo reuniones con la empresa que finalmente va a hacerse cargo del servicio. Por otro lado, estaba el tema de los sueldos del mes de junio, la paga extra y los finiquitos que dejó a deber Quiñonero. En relación a esto conseguimos que la Universidad nos lo pagara a cuenta de lo que podamos cobrar más adelante de Fogasa.

EM.— Entre vosotros hay compañeros con muchos años de trabajo en la Universidad, algunos con veinte años o más de antigüedad. ¿No crees que lo mejor para vosotros sería que la universidad se hiciera cargo directamente del servicio de restauración?

Ch.— Por supuesto. No sólo sería mejor para nosotros, como trabajadores. También para los usuarios. Si la Universidad gestionara directamente los comedores podríamos ofrecer mejor servicio. Para cualquier empresa privada, al fin y al cabo, se trata de ganar dinero. Dinero que se obtiene de nuestro trabajo y de los estudiantes y del personal de la Universidad. Todo lo que hoy es ese lucro se podría revertir en mejores condiciones laborales y en mejor servicio.

[Los trabajadores de Restauración y Alimentación Bellaterra han conseguido un acuerdo por el que pasarán todos a la empresa Sehrs, manteniendo las mismas categorías y la antigüedad, y pasando a fijos-discontinuos los contratados con más de cuatro meses de antigüedad]

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