Gracias a la organización y movilización de los estudiantes (varias concentraciones en el Ayuntamiento, sentadas, una huelga general de estudiantes, recogida de firmas, etc.) conseguimos que se convocaran las elecciones de delegados y las del Consejo Escolar. Ahora, fruto de la participación masiva, ya tenemos representantes en el Consejo Escolar. También conseguimos que se revise el horario de cara al curso que viene para que podamos volver a tener las dos horas prácticas seguidas. La movilización ha sido un éxito; hemos conseguido nuestras reivindicaciones, además hemos construido y legalizado la sección sindical del SE en nuestro instituto.
Sin embargo, desde que comenzó la lucha la actitud de la dirección del centro ha dejado mucho que desear, hemos sido objeto de una campaña de acoso y derribo, no pueden tolerar que los estudiantes les lleven la contraria, así que no cesaban las amenazas, llamadas a nuestros padres para intentar ponerlos en nuestra contra, etc., Desde el Sindicato de Estudiantes comenzamos una campaña contra la represión en el centro; faxes de protesta, pegada de carteles por la ciudad, etc., Se trataba ya de una cuestión mucho más seria y que nos afectaba a todos los estudiantes: la defensa de los derechos democráticos de los estudiantes, incluso se estaba atacando el derecho a la libertad de expresión (recordaréis que en su momento informamos de una alumna que había escrito artículos en prensa denunciando la situación y que fue zarandeada por una profesora en plena calle). Desde el principio contamos con un apoyo total en las asambleas y movilizaciones, estaba claro que la lucha era de todos.
La semana pasada, cuando ya parecía que esta actitud represiva empezaba a remitir y que nuestra campaña había conseguido su efecto, varios alumnos del centro recibieron en sus casas una citación del juzgado donde se les informaba que dos miembros de la dirección del centro les habían puesto una querella criminal por “calumnias e injurias”. De los seis denunciados cinco son miembros del Sindicato de Estudiantes y otro no ha tenido que ver con las movilizaciones, esto demuestra que con esta denuncia pretenden “dar un escarmiento”, poner “a cada uno en su sitio y que nadie se mueva”. Quieren echar un pulso a los estudiantes, callarnos y desmovilizarnos, pero no lo han conseguido, los estudiantes han vuelto a demostrar su apoyo. La asamblea que convocamos fue un éxito, la asistencia fue masiva, padres y estudiantes nos oponemos a la actitud de la dirección y no estamos dispuestos a consentir semejante represión en un instituto. Por ello el día 15 convocamos huelga general de estudiantes en el instituto y una concentración delante del juzgado en apoyo a los compañeros represaliados.
La huelga paralizó completamente el instituto, alumnos y padres acudieron a la cita. Los estudiantes no admitimos ninguna de las acusaciones que se nos hacen, sabemos que no hemos hecho nada aparte de luchar por unas mejores condiciones de estudio y que nada de lo que hemos dicho es mentira. Sin embargo las demandantes (la directora y la jefa de estudios) decidieron mantener la denuncia, por lo que probablemente tengamos que ir a juicio. Esta lucha no ha acabado, a la vuelta de vacaciones seguiremos movilizando a los estudiantes, no nos vamos a quedar callados mientras en nuestro instituto se recortan un día tras otro más derechos y donde parece que la actitud dictatorial es el código de comportamiento preferido para dirigir el centro.
