La pretensión ahora, durante la negociación del nuevo plan del carbón, de empeorar las condiciones de prejubilación, los incumplimientos escandalosos en materia de nuevas incorporaciones, la nula inversión en industria etc, es la gota que ha colmado la paciencia de los trabajadores, que no están dispuestos a seguir realizando sacrificios por lo cuales no han obtenido ninguna contrapartida.

A lo largo de dos décadas de reconversión, se ha puesto de manifiesto que la estrategia practicada por las direcciones sindicales de CCOO y UGT, de aceptar el mal menor, solo ha traído retrocesos y debilitado al movimiento obrero.

En la actualidad, nos encontramos con un gobierno del PSOE, que ha sido votado masivamente por los trabajadores y que tiene la obligación de defender los intereses de los mismos en todos los ámbitos, dando un giro drástico a su política económica y social. Y esto pasa necesariamente por atender las reivindicaciones de la minería, garantizando el futuro industrial de las comarcas mineras, la calidad del empleo y el fin de la precariedad.

Una victoria en la minería, es una victoria para la clase trabajadora en su conjunto, y servirá de referente para la lucha de otros sectores que padecen situaciones de crisis e incertidumbre sobre su futuro.

Desde esta Conferencia queremos transmitir nuestro apoyo incondicional a la lucha minera y nuestro compromiso a darla a conocer al conjunto del movimiento obrero y recabar su solidaridad.