2.500 empleos amenazados en el sector del automóvil en Catalunya

Hace falta ya una huelga general del sector en todo el Estado

2.500 empleos amenazados en el sector del automóvil en Catalunya

Hace falta ya una huelga general del sector en todo el Estado

Mercedes Benz anunció el pasado 5 de octubre el cierre de su planta en Barcelona (420 trabajadores). La planta, situada en una zona de gran desarrollo urbanístico, enfrente del complejo de ocio de La Maquinista, en el distrito de Sant Andreu, se pretende trasladar a Esparreguera, adonde la empresa ha ofrecido traspasar a 250 trabajadores a una nueva sociedad formada en alianza con un proveedor local, Estampaciones Sabadell. Esta empresa, propiedad de la familia Bonet, es conocida por los problemas de viabilidad que arrastra desde hace años. Es evidente que se trata de una maniobra para abandonar la producción en diferentes fases y que una vez se haya cerrado la fábrica de Barcelona el futuro de la planta de Esparreguera es más que incierto.

Las declaraciones de Antoni Soy, secretario general de Industria de la Generalitat, en el sentido de que "no se trata de un cierre, ni casi se puede considerar un traslado de producción", han provocado la respuesta inmediata del Comité de Empresa. Para empezar, según el plan de Mercedes-Benz, ya hay 170 trabajadores que se quedarían en la calle a través de despidos o prejubilaciones. Mercedes-Benz anunció a finales de septiembre la culminación de su plan de recorte de costes, con los que se ha ahorrado unos 1.700 millones de euros desde 2004. No sólo hay una operación de especulación urbanística, como han denunciado las direcciones sindicales, sino que también hay un plan concreto de desmantelamiento de factorías a nivel mundial. Hoy, en los planes de la multinacional, le toca a Barcelona, mañana puede ser Vitoria, donde se emplean a 3.500 trabajadores. Por eso es necesario que los sindicatos organicen una lucha a nivel de las factorías del conjunto del Estado como un primer paso a una movilización de todas las plantas de Mercedes Benz en el mundo. ¡No se puede admitir el cierre de una planta, ni la destrucción de los puestos de trabajo!

Sangría de despidos y cierres

En el año 2005 Nissan cerró la factoría de Cuatro Vientos (Madrid) y Renault Trucks, también en Madrid, cerró el año pasado. La planta de Delphi en Puerto Real y la de Lear en Ávila han sido las siguientes en el 2007. Tecnoconfort, en la Zona Franca de Barcelona, es de los últimos cierres anunciados. Se quedarán en la calle 320 trabajadores. Los sindicatos ya han llegado a un acuerdo respecto a las indemnizaciones (45 días por año trabajado con un máximo de 42 mensualidades). Ahora mismo hay cerca de 2.500 empleos amenazados en el sector del automóvil en Catalunya por expedientes de regulación de empleo: Mercedes, Frape Behr, Sysmo, Esteban Ikeda, Inelve, GDX Automotive.  En este último caso, la empresa, que es propiedad del fondo de inversión Cerberus, ha anunciado el desmantelamiento en tres fases, entre julio de 2007 y abril de 2008, despidiendo a los 740 trabajadores de forma escalonada. Está claro que este es el plan de Mercedes Benz para los trabajadores de la planta de Barcelona. Es la misma táctica que Seat-Volkswagen ha ido aplicando en los últimos años. En distintas fases han ido atacando a las condiciones de trabajo, recortando plantilla, eliminando derechos, incrementando la presión y los ritmos de trabajo...
También este año General Electric Power Controls ha anunciado el cierre de su fábrica en Terrassa, que tiene una plantilla de 200 trabajadores y trabaja para el sector del automóvil. Es evidente que es todo el sector de la automoción el que se encuentra bajo las políticas de reducción de costes de las multinacionales. En los cuatro primeros meses del 2007, 8.277 trabajadores del sector en todo el Estado se han visto afectados por expedientes (de un total de 350.000).
La política de las direcciones sindicales no puede seguir siendo la de entrar a negociar indemnizaciones, aceptando la destrucción de los puestos de trabajo, porque esto significa pan para hoy y hambre para mañana. ¿Dónde van a trabajar los hijos de los que hoy se van a la calle? En el caso de Delphi, en Puerto Real, el cierre significa un duro golpe a una zona muy castigada por los procesos de reconversión industrial en el pasado más reciente. En Catalunya, el empleo industrial destruido entre 2000 y 2005 (37.000 puestos de trabajo eliminados) equivale prácticamente al volumen de empleo que genera Seat (39.000 obreros entre directos e indirectos). La sangría de despidos y cierres (el 80% del empleo destruido corresponde al sector textil, electrónica y equipo eléctrico) alcanza un volumen tal ¡como si Seat hubiera echado el cierre!

Es necesaria una huelga general en la automoción

Es necesario un giro radical en la política de las direcciones sindicales. No se puede seguir aceptando la destrucción de puestos de trabajo. No hay futuro para la juventud obrera si se sigue destruyendo el empleo industrial. Las direcciones de UGT y CCOO tienen que exigir al gobierno de la Generalitat y al gobierno de Rodríguez Zapatero que no aprueben ningún ERE más. Si las multinacionales no aceptan cumplir los planes de inversión necesarios para mantener la producción y los puestos de trabajo, deben ser expropiadas sin más contemplaciones. Si el gobierno de la Generalitat y el del Estado son gobiernos de izquierdas, que hemos votado principalmente los trabajadores, ¿a qué esperan para impedir a las multinacionales llevar a cabo sus planes de "reestructuración", sus planes de destrucción de empleo? Si las multinacionales no se vieran capaces de cumplir con los requisitos que le impusiera el gobierno, sencillamente se las debería expropiar. La alternativa al chantaje permanente de las multinacionales es la nacionalización bajo control obrero.
Las direcciones sindicales no tienen una perspectiva socialista, no contemplan si quiera la posibilidad de obligar al gobierno a llevar a cabo medidas como la nacionalización de una empresa para garantizar la continuidad de todos los puestos de trabajo. Eso les lleva a la conclusión de que la única salida "realista" es la de luchar por unas indemnizaciones un poco mejores. Pero por este camino, lleno de "realismo", no vamos más que a un escenario de más "empleo basura", sin derechos y condiciones infinitamente peores. Los marxistas confiamos plenamente en la capacidad de lucha de la clase trabajadora. Lo que nos hace falta a los trabajadores es una dirección con una política correcta, una política que nos ayude a hacer frente a los ataques de la patronal y defender todos y cada uno de los puestos de trabajo.
Un plan de lucha de todo el sector de la automoción en contra de los planes de reestructuración, en contra de los cierres y los EREs y en defensa de los puestos de trabajo, que contemplara una huelga de todo el sector, no tenemos ninguna duda acerca del seguimiento masivo que tendría. Este plan de lucha debería tener continuidad hasta conseguir el objetivo de frustrar los planes de cierre y reestructuración de las multinacionales.

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