Los trabajadores de la empresa de autobuses gallega Castromil protagonizaron cuatro días de huelga entre los meses de Septiembre y Octubre pasados. El tema central que desencadenó la huelga fue el intento de la patronal de aplicar una disponibilidadVictoria de la lucha de autobuses Castromil (Galicia)

Los trabajadores de la empresa de autobuses gallega Castromil protagonizaron cuatro días de huelga entre los meses de Septiembre y Octubre pasados.

El tema central que desencadenó la huelga fue el intento de la patronal de aplicar una disponibilidad horaria “ilimitada” a los conductores. La unidad y determinación con la que los trabajadores encararon la lucha obligó a la patronal a retroceder.

A continuación reproducimos la entrevista que El Militante ha realizado a Paco Sebio, de la Central Unitaria de Traballadores (C.U.T), escisión por la izquierda de la CIG y mayoritaria en el Comité de Empresa de Castromil.

Paco Sebio, responsable de Negociación Colectiva de la CUT y portavoz de los trabajadores de la empresa, nos explicó antes de la entrevista cómo la lógica capitalista del máximo beneficio está provocando un retroceso en las condiciones laborales de los trabajadores del transporte así como la eliminación del servicio en pequeños pueblos gallegos.

-Pregunta. El Militante: “¿cuáles son vuestras condiciones de trabajo y porqué surge el conflicto?”

-Paco Sebio: “El tema fundamental es el artículo 16 del Convenio Colectivo de los trabajadores [firmado por el anterior comité de empresa, con mayoría de CIG y CCOO, y que deja abierta la posibilidad de reorganizar los horarios de la plantilla. La patronal se ha agarrado a esta posibilidad para intentar alargar la jornada] Nosotros estamos realizando jornadas excesivas de trabajo. Nuestra intención, además de otras reivindicaciones (...) era la de ponerle límite a la jornada. Se trataba de limitar en un único día a la semana la posibilidad de que la jornada alcanzase las 14 horas y el resto del tiempo mantenerla en 12 [la empresa pretendía que la disponibilidad fuese de 14 horas todos los días] Eso fue lo que se consiguió (...)”

-EM: “¿Cómo orientasteis y organizasteis la lucha?”

-PS: “En Castromil está afiliado en torno al 80% de la plantilla. La CUT tiene mayoría en el Comité de Empresa. Nuestro planteamiento, no obstante, fue hacer tabla rasa de esta realidad y llamar a todas las centrales sindicales, tuvieran o no representación en el Comité y los animamos a que participaran en esta convocatoria de huelga. Llamamos a CIG, CC.OO, UGT. Considerábamos que la clave para conseguir nuestras reivindicaciones era la unidad. Conseguimos que la CIG la secundase y más tarde también CCOO. UGT desapareció (...)

Toda la movilización fue organizada con fundamento en la Asamblea. Hubo un movimiento asambleario. Se explicó que el Comité de Empresa eran meros portavoces de los trabajadores. Se organizaron abundantes asambleas de trabajadores, tantas como hicieron falta, y conseguimos que se parara en las cuatro jornadas de huelga el 100% de la plantilla. Se consiguió tender un puente de contacto con los usuarios, dando a entender que el frente de lucha no era contra los usuarios, aunque ellos pagaran las consecuencias de la lucha, si no contra la patronal y contra sus aliados, que era la administración del PP, que estableció unos servicios mínimos con los que intentaba coartar la lucha.

Hicimos de la asamblea un instrumento de trabajo fundamental. Creo que es la referencia [la Asamblea] que debe servir como modelo sindical, sin caer en la desorganización. La Asamblea debe ser un órgano de decisión de la clase trabajadora y es la manera de impedir que haya traición sindical.”

-EM: ¿Cuál ha sido el resultado de la huelga?

-PS: “Limitación del tiempo de disponibilidad, es decir, de la jornada, por parte de la empresa. Hubo mejoras de tipo económico: pasar una parte importante de las horas de presencia a la nómina, cotizar por ellas y reconocerlas.

Hubo acuerdo de mantenimiento del volumen de empleo en la empresa, cosa muy importante, ya que hubo un intento de desgajar la empresa (...) Pero de momento conseguimos un compromiso de la empresa de mantener el volumen de empleo y de trabajo [Paco explica cómo la lógica de maximizar beneficios implica reducción de líneas a zonas no rentables, etc]

Otro punto fue un intento de la empresa de segregar a una parte de los trabajadores, de taquilla, a otra empresa. En el transcurso de la huelga, ese expediente de segregación se paró.”

-EM: “ A pesar de vuestra excelente victoria, es evidente que la patronal (y más un empresario mafioso como Raúl López) intentará en el futuro volver a aplicar los ataques que ahora habéis parado. En nuestra opinión, frente a esta amenaza permanente, la consigna de nacionalización de Castromil es muy apropiada. ¿Qué opinas de esto?”

-P.S: “Desde luego, nosotros, como sindicato de clase, estamos por la nacionalización y por el Socialismo. Como Central Sindical nos definimos así. Estamos por la nacionalización de los sectores básicos (Transporte, Banca, etc). Bien, que ocurre: si el sector del transporte no es un servicio público, esto va a tener consecuencias, pero no sólo para los trabajadores (en cuanto a pérdida de puestos de trabajo, empeoramiento de condiciones...) si no también para los usuarios (...) No es compatible la obtención del máximo beneficio con la atención de las necesidades sociales. Esa contradicción tendrá que resolverse de alguna manera. A nosotros no se nos ocurre ninguna otra que hacer del servicio de transporte un servicio público de calidad (...) Esto no es solo una demanda social, si no también ecológica. Esto permitiría limitar el uso del coche (...) Claro que nos parece acertado [la nacionalización] y claro que nos parece una necesidad social.”

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