Jordi Martorell, de la Fundación Federico Engels explicó el contexto en que se publicó por primera vez Razón y Revolución, de Alan Woods y Ted Grant, hace ya diez años, en 1995, en conmemoración del centenario de Federico Engels. En aquel momento, después de la caída del estalinismo en la Unión Soviética, la burguesía había lanzado una campaña feroz contra las ideas del marxismo. Woods y Grant se marcaron la tarea de responder a este ataque de la burguesía y demostrar la validez de la filosofía marxista, es decir, del materialismo dialéctico.
El libro, explicó Jordi, se trazaba la tarea de reclamar las ideas de la dialéctica a la luz de los descubrimientos científicos más recientes. Así se puede ver como las leyes de la dialéctica se reflejan en la teoría del equilibrio puntuado de la evolución de las especies de Stephen Jay Gould, o de la teoría del caos y la ubicuidad.
Diez años después de la publicación del Razón y Revolución, hoy ya con varias ediciones en español, inglés, urdú, italiano y alemán, todas las promesas del capitalismo del “dividendo de la paz” después del fin de la guerra fría, del “fin de la historia”, etc yacen hechas añicos por la realidad.
El capitalismo nos ofrece un mundo de guerra y crisis, pero también, necesariamente de revoluciones, como la de Venezuela. El acto también era la presentación de la Campaña Internacional Manos Fuera de Venezuela, lanzada en Diciembre del 2002 por Alan Woods, uno de los autores de Razón y Revolución.
La defensa de la revolución Bolivariana, dijo Jordi Martorell, es una tarea prioritaria para los revolucionarios de todo el mundo. Esta revolución ha demostrado una vez más la capacidad de lucha de las masas, a pesar de la traición abierta de muchos de sus dirigentes que se han pasado abiertamente a la reacción. Ejemplos decisivos son la derrota del golpe de estado de abril del 2002, el control obrero de la industria petrolera por parte de sus trabajadores en diciembre 2002 y enero 2003, y más recientemente la derrota de la reacción en el referéndum del 15 de agosto.
La propia evolución de la revolución en Venezuela ha llevado a plantearse la necesidad de superar el sistema capitalista, como explicó Hugo Chávez en su discurso ante el Foro Social Mundial, y eso sólo es posible con el socialismo. Jordi Martorell relacionó esa idea con la concepción del fundador del Partido Comunista Cubano Julio Antonio Mella, de que no estábamos en la era de la revolución francesa de 1789 sino en la revolución de socialista rusa. También el propio Che Guevara había hablado de “revolución socialista o caricatura de revolución”. Estas ideas son la base de la teoría de la revolución permanente de Trotsky, dijo Jordi, cuyo otro pilar es la necesidad de la extensión de la revolución a nivel internacional, algo por lo que también el Che Guevara había combatido.
La introducción de Jordi Martorell acabó resaltando la importancia de la revolución venezolana, de su victoria socialista y su extensión a nivel internacional, para la defensa de la revolución cubana.
Después se abrió un debate con el público presente con la participación de compañeros de Venezuela, México y de la propia Cuba. Finalizó el turno de intervenciones un compañero cubano, veterano de la guerra revolucionaria y estrecho colaborador del Che después de la victoria de 1959, que insistió en la necesidad de reivindicar las ideas de Trotsky, su lucha contra la burocracia estalinista en la URSS, y la teoría de la revolución permanente.
El acto terminó en el espíritu del internacionalismo proletario con el grito de “proletarios del mundo ¡uníos!”.
Se vendieron 21 ejemplares del libro de Razón y Revolución entre los presentes. Ante el interés generado por el libro, se está discutiendo la posibilidad de una edición cubana del mismo.