El encuentro, que tuvo lugar en la Embajada de Brasil en Madrid, la delegación hizo eco de las reivindicaciones de los trabajadores brasileños, que están bajo amenaza de encarcelamiento de sus dirigentes y de intervención policial en las empresas debido a los procedimientos en marcha por la Justicia Federal del país. Aparte de pedir el cese de dichas amenazas, la delegación insistió en que la única salida para la defensa de los 1.000 puestos de trabajo que están en juego es la nacionalización de dichas empresas.

Joel Sampaio informó que el Embajador, aunque no pudo estar presente en la reunión por estar de viaje, tiene en sus manos la carta enviada los días previos al encuentro por la delegación, así como la resolución de apoyo a los trabajadores brasileños firmada por más de 40 sindicalistas del Estado español.

El representante de la Embajada se comprometió a que en los próximos días habría una respuesta por escrito y que haría llegar al presidente Lula la carta y la resolución de los sindicalistas. Asimismo se comprometió a mantener un contacto permanente para informar de cualquier aspecto relacionado con las empresas ocupadas.

Hay que seguir con la campaña de presión para que el gobierno de Lula ponga fin a las graves amenazas que hay contra los trabajadores de Cipla e Interfibra.