UNA APROXIMACIÓN MARXISTA AL PROBLEMA DE CHIPRE

Zeynep Günes

Cuando está próxima la entrada de Chipre en la UE los liberales han aumentado la presión en la prensa turca sobre Denktas (el presidente de la llamada, aunque no reconocida, República Turca del Norte de Chipre). De repente han aparecido quejas de los millones de dólares que cuesta Chipre a Turquía en unos tiempos duros de crisis económica y también que es un freno para la entrada de Turquía en la UE. El debate se ha convertido en una elección entre “abandonar Chipre o anexionarla”.

Además tenemos las declaraciones de TUSIAD, la organización más poderosa de la burguesía turca. Ésta ha anunciado que Chipre “podría ser una isla estratégicamente importante, pero por otro lado tenemos la tarea de mejorar el nivel de vida de los sesenta y cinco millones de personas que se convertirán en ciudadanos de la UE, convirtiéndonos en un país rico y parte del mundo moderno (civil). No podemos perder esta oportunidad por el problema de Chipre”.

El debate se acaloró aún más cuando el TUSIAD publicó una declaración en la que decía: “No estamos de acuerdo ni creemos que sea correcto el apoyo de Turquía a la política dura e intransigente de Rauf Denktas”. La presión fue tan fuerte que Denktas finalmente tuvo que actuar. El mismo Denktas que antes intentaba obstruir e impedir las negociaciones tuvo que acercarse a Glafcos Clerides (el líder de la parte sur de la isla de habla griega) para iniciar nuevas conversaciones, la primera ronda se celebró el 4 de agosto. Después de la reunión Denktas tuvo que bromear e insinuar que existía la esperanza de encontrar una “solución”.

Por supuesto, la cuestión de la entrada en la UE no es el único elemento que ha producido este cambio. En la coyuntura actual existen muchos factores coincidentes: EEUU diseña un “nuevo orden” mundial que comienza con la guerra de Afganistán; el papel de Oriente Medio en este plan y el papel que Turquía supuestamente debe jugar en este proceso. Todos estos factores complican la correlación de fuerzas en la región y hacen que el problema chipriota se sitúe en un marco mucho más amplio. De este modo vemos a otra gran potencia intentando “resolver” el problema: EEUU.

Después se descubrió que la fórmula de los “Estados Unidos de Chipre” propuesta por Denktas después de las conversaciones del 4 de diciembre, tenía su origen en EEUU. Se dice que existe un documento no oficial preparado por el departamento de exteriores estadounidense que actualmente se está examinando en Grecia y Turquía. Es evidente que cuando comiencen las negociaciones oficiales será uno de los documentos más importantes sobre la mesa.

Otro aspecto del problema es que tanto EEUU como la UE quieren utilizar la isla como una base militar. No es difícil entender el significado crucial de Chipre si tenemos en cuenta el conflicto en Oriente Medio. Una vez más Chipre es vista como una “base aérea insumergible” como ocurrió durante los años de la Guerra Fría.

Para comprender mejor la situación actual y entender dónde está la verdadera solución para la clase obrera debemos estudiar la historia de la cuestión chipriota.

DESDE EL PERÍODO OTOMANO HASTA 1960

Chipre empezó a ser parte del Imperio Otomano en 1571 y la primera comunidad turca llegó a la isla ese mismo año. El estado otomano para recobrar los territorios perdidos ante Rusia con el Tratado de Berlín de 1878 alquiló la isla a Gran Bretaña a cambio de ayuda, el trato era que cuando los otomanos recuperaran sus territorios la isla volvería al Imperio Otomano. Pero cuando éste apoyó a Alemania en la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña anunció que se anexionaba la isla. El Tratado de Lausana de 1923 confirmó esta anexión y en 1925 la isla se convirtió oficialmente en una colonia británica. En esa época la mayoría de la población de la isla estaba formada por griegos con una minoría de turcos.

En 1931 la población de habla griega de la isla incendió el palacio del gobernador imperial británico durante una rebelión contra el imperialismo británico. Gran Bretaña formó en ese momento una fuerza policial entre la población de habla turca que no había participado en la revuelta, en realidad se había opuesto a ella. De este modo comenzó la política habitual británica de divide y vencerás, enfrentó entre sí a los griegos y los turcos, con pogromos por ambas partes.

Después de la insurrección, como entre la población griega de la isla prevalecía la idea de Enosis (la unidad con Grecia) Gran Bretaña organizó a los turcos como una fuerza contrarrestante. En 1943 se fundó una organización manipulada por los británicos, la Institución de la Minoría Turca de la Isla de Chipre (KATAK), pero esta organización no pudo conseguir la influencia deseada. En 1944 el Dr. Fázil Kucuk fundó el Partido Popular Nacional Turco de Chipre.

El Partido Comunista de Chipre (KKP) se fundó en 1926 y fue ilegalizado después de la insurrección de 1931. El KKP fundó el AKEL en 1941 para poder realizar un trabajo legal. Después de tres años coexistencia en 1944 el KKP se diluyó en el AKEL. En aquella época el movimiento antiimperialista estaba dirigido principalmente por el AKEL y la iglesia ortodoxa.

Desde los años cincuenta uno de los factores más importantes que acrecentaron la importancia de Chipre fueron las reservas de petróleo en Oriente Medio. Otro factor fue que Chipre era una base importante desde la que se podía intervenir en los conflictos que estallaron en toda la región (por ejemplo en el conflicto árabe-israelí). Gran Bretaña fue perdiendo sus bases militares en el Mediterráneo oriental y por lo tanto dio mucha importancia a Chipre.

Cuando observamos la posición de la clase dominante turca antes de los años cincuenta vemos un cuadro interesante. Antes de los años cincuenta los altos funcionarios turcos de la época decían lo siguiente: Para Turquía “no existe algo como lo de Chipre”. El 23 de enero de 1950 el entonces ministro de exteriores turco, Necmettin Sadak, anunció en el TBMM (Gran Asamblea Nacional de Turquía) que “no existe la cuestión chipriota... mantenemos una convicción fuerte en que Gran Bretaña no tiene la intención o inclinación de entregar Chipre a otro estado. No importa lo que ocurra en Chipre, el gobierno británico no entregará la isla de Chipre a ningún otro estado. Por lo tanto, la agitación que existe entre nuestra juventud no tiene sentido”. En julio de ese mismo año el que fue ministro de exteriores en el gobierno del Partido Demócrata, Fuat Köprülü, dijo también que “no existía tal problema”.

Por supuesto, el factor más determinante de esta política, que se mantuvo hasta mediados de los años cincuenta, fue la OTAN. Turquía y Grecia entraron en la OTAN en 1952. Turquía estaba a favor de mantener el status quo y no deseaba entrar en conflicto con Grecia por la cuestión de Chipre que habría puesto en peligro su pertenencia a la OTAN. Al mismo tiempo, el anticomunismo histórico azuzado por la OTAN dominó los dos países y afectó en gran medida a toda su política. La lucha por la independencia de los greco-chipriotas fue lo que obligó a Grecia a romper su indiferencia.

En 1954 Grecia apeló a las Naciones Unidas para obligar a Gran Bretaña a reconocer el “derecho de autodeterminación” para Chipre. En las negociaciones Turquía se alineó con Gran Bretaña argumentando que la isla era de Gran Bretaña y se rechazó la apelación. En realidad, esta actitud de Turquía posicionándose al lado de los colonialistas no es casualidad. Durante las luchas por la independencia de Argelia y Túnez contra el colonialismo francés, Turquía se puso al lado de Francia. Y naturalmente Turquía empezó a ser visto como un país pro-colonialista en Oriente Medio y otros países subdesarrollados.

Para conseguir que esta isla estratégicamente importante no cayera bajo la esfera de influencia de EEUU, Gran Bretaña intentó legitimar su presencia en la isla arrastrando a Turquía al problema y creando de facto el conflicto greco-turco. En realidad, el fortalecimiento del nacionalismo griego y turco (intensificado artificialmente), era muy conveniente para los intereses británicos. No es casualidad que la EOKA (Organización Nacional de Luchadores Chipriotas, fundada sobre bases nacionalistas en 1955) lanzara ataques provocadores contra la población normal, incluidos los turcos. Como tampoco fue casualidad que ese año se asignara a Turquía un lugar en la Conferencia de Londres. Lo mismo se puede aplicar al tristemente célebre incidente del 6-7 de noviembre que coincidía con los últimos días de la conferencia.

El 6 de noviembre de 1955 un periódico patrocinado por el estado extendió la noticia de que habían bombardeado la anterior casa de Atatürk en Salónica. Entonces comenzaron en Estambul los ataques contra los griegos y otros no musulmanes que terminaron con la destrucción de sus casas, tiendas e iglesias. Tres personas murieron asesinadas y otras 30 resultaron heridas. Los ataques estuvieron muy bien planificados y organizados. Apoyadas por el MAH (el servicio turco de inteligencia de la época), organizaciones como “Pertenencia de Chipre a la Sociedad Turca” y el Sindicato de Estudiantes de Educación Superior de Estambul fueron las que dirigieron los ataques. Inmediatamente el gobierno puso a los “comunistas” como cabezas de turco y comenzó una caza de brujas contra ellos. Unos años más tarde un general retirado del ejército reveló que el auténtico culpable de los “incidentes del 6-7 de noviembre era la Unidad Especial de Guerra”. Fue una gran operación y consiguió su objetivo. También se supo que el propio gobierno turco había participado en el bombardeo de la casa de Salónica.

Al mismo tiempo se celebraban manifestaciones por toda Turquía organizadas por el estado con la consigna: “¡Partición o muerte!” Consiguieron que los estudiantes de secundaria y universidad participaran en las manifestaciones y de este modo la cuestión de Chipre se convirtió en una “causa nacional”.

En Chipre comenzó al mismo tiempo otra campaña destinada a diezmar a la izquierda. A mediados de diciembre el AKEL y muchas organizaciones de izquierdas fueron ilegalizadas y se prohibieron todas las publicaciones de izquierda. Arrestaron a unas 140 personas y las enviaron a campos de concentración. Durante el período de trabajo clandestino, que duró hasta diciembre de 1959, muchos cuadros de la izquierda fueron asesinados bajo la dirección de Grivas, uno de los dirigentes fascistas del EOKA. A pesar de esto, durante este período el AKEL consiguió mantener su lucha clandestina.

Después de haber empezado a principios de 1956 las negociaciones con Makarios para la “autonomía”, Gran Bretaña le arrestó y le envió al exilio porque insistía en el “derecho de autodeterminación”1. Sin embargo, en julio del mismo año llegaron más malas noticias para Gran Bretaña en la región. El gobierno de Nasser en Egipto anunció la nacionalización del Canal de Suez y las bases militares situadas en Egipto fueron cerradas. Mientras tanto, la lucha de los greco-chipriotas se había intensificado. Después de perder sus bases en Egipto, Gran Bretaña tuvo que reconocer el “derecho de autodeterminación” por temor a perder todo Chipre, sobre todo porque su importancia regional había aumentado. Pero Gran Bretaña insistió en la permanencia de sus bases militares en el sur de la isla.

El mismo año Turquía presentó en las Naciones Unidas la idea de la “partición”, que originalmente era la posición de Gran Bretaña. Según esta idea la isla se dividiría en dos partes, la griega y la turca, y después ambas partes se unirían a sus respectivas “patrias”. Esto se adecuaba perfectamente a la política de “divide y vencerás” aplicada por el imperialismo británico.

A principios de 1957 el EOKA anunció el alto el fuego después de la liberación de Makarios. Por otro lado, durante esos mismos meses la OTAN se inmiscuyó en la cuestión supuestamente para “mediar” entre Grecia y Turquía. Desde ese momento el proceso se complicó aún más y un complot siguió a otro. El 27 de octubre el anterior el anterior viceprodurador general, Rauf Denktas, fue nombrado presidente de la Federación de Instituciones Turco-Chipriotas. El 29 de noviembre aparecieron los panfletos de una nueva organización, la TMT (Organización de Resistencia Turca). Un año después el EOKA reanudó sus ataques. En respuesta la TMT declaró la guerra a los griegos. Sin embargo, el objetivo de la TMT no sólo eran los griegos, también los trabajadores turcos que estaban a favor de la paz y la independencia de la isla. Después de una manifestación conjunta de masas griegas y turco-chipriotas, la TMT comenzó a asesinar a dirigentes sindicales turcos. De la misma forma los chovinistas griegos asesinaron a los trabajadores griegos de izquierdas. Para llevar a cabo la política del imperialismo era necesario aplastar la voluntad de la clase obrera porque su actitud estaba a favor de la fraternidad, la paz y la independencia, y esto era un obstáculo.

La tensión entre Grecia y Turquía, dos países de la OTAN, aumentó llegando casi a la guerra. Después de esto, se introdujo una nueva fórmula de “independencia” apoyada por EEUU. Con la firma de los Tratados de Garantía y Alianza de Zurich-Londres de 1959, Grecia, Turquía y Gran Bretaña se convirtieron en garantes de la constitución chipriota.

1960-1974: DE LA INDEPENDENCIA A LA INVASIÓN

Con la Constitución de Chipre de 1970 la isla se convirtió en un país “independiente”, pero con las bases militares británicas todavía en la isla. Turquía y Grecia también tenían fuerzas militares en la isla y Chipre no podía ser miembro de ninguna alianza de la que no fueran miembros Turquía y Grecia. La población chipriota, como recogía el tratado, tampoco podía enmendar la constitución, si lo hacían, Gran Bretaña, Turquía y Grecia podrían intervenir para “restablecer el orden”.

El presidente de la recién fundada República de Chipre era un griego (Makarios) y el vicepresidente un turco (Fazil Küçük). En todas las decisiones relacionadas con la política, el ejército y los problemas de seguridad, tanto el presidente como el vicepresidente tenían los mismos derechos de veto. Había dos lenguas oficiales. La Asamblea estaba formada por un 70 por ciento de griegos y un 30 por ciento de turcos. Siete ministros serían griegos y tres turcos, en un gabinete formado por tres personas. Hay que tener en cuenta que en aquella época la población turca de la isla era el 18 por ciento del total. El hecho de que tuviera una representación desproporcionada 30 por ciento y que se aceptara como una parte “igual” preparó el terreno para futuros conflictos.

Después de 1960 comenzó a crecer el apoyo electoral al pro-soviético AKEL. Al mismo tiempo, la República de Chipre se convirtió en uno de los miembros fundadores del Movimiento No-Alineado. Este movimiento era conocido por sus estrechas relaciones con la URSS. Todas estas eran razones suficientes para que Turquía y la burguesía imperialista tuvieran pesadillas. Como decía el New York Times el 12 de diciembre de 1961: “La Unión Soviética puede tomar el poder de una manera democrática en solo un país, y este es Chipre. Después de la independencia la influencia comunista aumentó, la tasa de desempleo subió. Según las perspectivas de algunos diplomáticos, en unas elecciones libres los comunistas podrían sacar el 35 por ciento de los votos. Cuando recordamos el significado estratégico de Chipre comprendemos lo peligrosa que es esta situación para Occidente”. Estos temores al “peligro” provocarían una exacerbación de los complots sobre Chipre.

En noviembre de 1963 el presidente Makarios intentó reformar trece artículos diferentes de la constitución. En parte se debía a la presión del EOKA (Organización de Luchadores Chipriotas). La mayoría de las enmiendas tenían el objetivo de restringir los derechos que la constitución garantizaba a la comunidad turca. La constitución se basaba en el principio del reconocimiento de dos sociedades diferentes. Por ejemplo, los servicios judiciales y municipales en cada una de las partes eran dirigidos por personas de las respectivas comunidades dentro del orden existente. El número de funcionarios, parlamentarios, soldados y policía estaba determinado proporcionalmente. De este modo se intensificó el conflicto. Mientras Makarios adoptaba medidas firmes, los dirigentes turco-chipriotas no demostraban absolutamente ningún interés en las negociaciones. Abandonaron el parlamento y todas las demás instituciones haciendo sonar los tambores de guerra y acusando a los otros de “echarnos de la república”. (Desde ese día están vacíos los escaños en la Asamblea de la República de Chipre reservados a los turcos).

Después de eso, Turquía planteó de nuevo la idea de la partición. La intensificación de los ataques contra la población de habla turca, que provocaron la muerte de 24 turcos, junto con sus alegaciones de que era una violación de la constitución, fueron utilizados para justificar la intervención. Recurriendo a tratados pasados, Turquía insinuó una posible intervención en la isla. El presidente estadounidense Johnson declaró, en su famosa carta de 5 de junio de 1964, que EEUU estaba en contra de una posible intervención en la isla, advirtiendo a Turquía con un “tono tajante”. Un mes más tarde, dentro del marco de un plan preparado por el Secretario de Exteriores estadounidense, Dean Acheson, comenzaron las negociaciones entre Grecia y Turquía.

Según el plan Acheson, habría una región en la parte superior nororiental de la isla habitada por turcos y Turquía llevaría allí tantos soldados como quisiera. Sin embargo, Makarios rechazó la idea alegando que eso significaría una “partición” indirecta y no se llegó a ningún acuerdo. El 8 y 9 de agosto Turquía bombardeó durante dos días la región griega de la isla, provocando la muerte de 33 greco-chipriotas y 230 resultaron heridos. EEUU y Gran Bretaña guardaron silencio ante el bombardeo. En realidad dieron su apoyo implícito. Poco tiempo después de la famosa carta de Johnson, Acheron dijo en una conversación privada con Nihat Erim (más tarde primer ministro de Turquía) y Turgut Sunalp: “como amigo les digo, confidencialmente, que pueden ir y tomar la región, y poner allí sus fuerzas militares si lo hacen sin un gran derramamiento de sangre. La flota estadounidense no lo impedirá y les protegerá”. Eso revelaba el apoyo implícito de EEUU a la intervención. El motivo era que si el plan se llevaba a cabo la isla quedaría bajo el control directo de la OTAN.

El bombardeo de la isla, a pesar de la carta de Johnson, no significó que Turquía se “enfrentara” a EEUU. Presentar la situación así es sólo una exageración que sirve para exacerbar el nacionalismo.

DESDE LA INVASIÓN HASTA EL DÍA DE HOY

Con el golpe de estado del 21 de abril de 1967 Grecia entró en un período oscuro gobernado por la Junta de Coroneles. Cuando la Junta rechazó la petición de EEUU de utilizar los aeropuertos griegos durante la guerra árabe-israelí de 1973, tuvo lugar el 25 de noviembre de 1973 un contra golpe de estado contra la anterior Junta que había perdido el apoyo de EEUU. El 15 de julio de 1974 hubo un golpe de estado fascista en Chipre, encabezado por Sampson, contra el régimen de Makarios, fue un intento de establecer una administración de tipo fascista. Pero cinco días después del golpe, el 20 de julio de 1974, Turquía invadió la parte nororiental de la isla y el 23 de julio, colapsaron las Juntas de Grecia y Turquía 2.

Turquía legitimó su invasión presentándose como el garante de los tratados y por esa razón inicialmente tuvo el apoyo de occidente. Al mismo tiempo, la invasión dio a la OTAN la oportunidad largamente esperada de tener presencia en la isla 3. La URSS, que había apoyado a Makarios anteriormente en el Movimiento de No Alineados, también se puso al lado de Turquía para evitar que la isla pasara a soberanía griega.

Sin embargo, durante la segunda operación militar el 14 de agosto, el ejército turco ocupó el 37 por ciento del territorio de la isla e hizo avanzar a sus tropas 4. La URSS retiró su apoyo al darse cuenta que Turquía no tenía intención de restituir a Makarios 5 como jefe del gobierno. Igualmente, EEUU comenzó un embargo de armas en febrero de 1975 que duró tres años.

Desde la invasión 40.000 turco-chipriotas (en aquella época una tercera parte de la población turca de la isla) han emigrado a países occidentales, sobre todo a Gran Bretaña. Por otro lado, Turquía comenzó a enviar más colonos a la isla para incrementar la población turca. Después de invadir la isla con la excusa de proteger la república constitucional, Turquía abandonó esta justificación con la creación el 13 de febrero de 1975 del Estado Federal Turco de Chipre (KTFD) e instaló a Denktas como presidente. De acuerdo con los tratados de ese mismo año, la población turca del sur y la población griega del norte se intercambiarían y se obligó a la población de la isla a vivir en dos regiones separadas según sus orígenes étnicos. El 15 de noviembre de 1983 se dio otro paso con la declaración de un estado independiente, la República Turca de Chipre del Norte (KKTC). Resulta interesante que los partidos de “izquierda” de la zona turca, como el Partido Republicano Turco (CTP) y el Partido de la Liberación Social (TKP), conociendo la decisión apoyaran a Denktas sin ningún tipo de resistencia. De este modo, se creó una autoproclamada y no reconocida “república”. La principal figura de este proceso fue el enviado imperial británico y ahora gobernador imperial turco, Denktas, el mismo que durante los veintisiete años anteriores intentó silenciar a sus rivales con todos los métodos que tuvo a su disposición.

Mientras tanto, el 12 de septiembre de 1980 llegó al poder en Turquía una dictadura militar justo cuando se acababan de celebrar elecciones. El gobierno todavía no se había formado. Turgut Ozal, el vencedor de las elecciones, junto con los generales y el ministro de asuntos exteriores no estaban a favor de la proclamación de la KKTC. Sin embargo, tuvieron que aceptar los hechos consumados de Denktas que se había aprovechado de la situación y no les quedó otra alternativa que reconocer la república.

La proclamación de este “estado” fue el resultado de los cálculos personales de Denktas. De acuerdo con la constitución de la KTFD, Denktas no tenía el derecho a presentarse a un tercer mandato en la presidencia. Sin embargo, con la proclamación del nuevo “estado”, tanto la constitución como el sistema electoral cambiaron y por lo tanto Denktas y su partido, el Partido de la Unión Nacional (UBP), pudieron mantenerse en el poder muchos años más.

Después de la partición de la isla en dos regiones, a raíz de la invasión turca, comenzaron las negociaciones entre las partes turca y griega, pero no llegaron a ningún acuerdo. En este callejón sin salida, tanto Turquía como Grecia jugaron los papeles más destacados, cada uno consideraba la isla como una colonia que debía ser gobernada por sus respectivos gobernadores. La cuestión de Chipre, como la cuestión de las Islas Egeas, fue utilizada para desviar la atención de la opinión pública de los problemas internos, un truco que todavía siguen utilizando. Cuando la lucha de clases se intensifica, la clase dominante recurre al nacionalismo, utiliza Chipre y las Islas Egeas para poner en un segundo plano los problemas fundamentales.

Cuando examinamos las ideas de la parte turca en Chipre vemos cambios constantes. Desde 1974 hasta el día de hoy, Turquía inicialmente ofreció una estructura cantonal, después, con la fundación de la KTFD, planteó la idea de una federación y después cambió a la idea de independencia. Pero como nadie reconoce esta independencia, ha vuelto a resurgir la idea de una confederación. A pesar de aceptar la existencia de dos estados separados en la isla con la proclamación de la KKTC, Turquía y la KKTC insisten en no reconocer la República de Chipre. Sobre todo, Turquía se opone a que la República de Chipre entre en la UE (la “República de Chipre” que se niega a reconocer) y amenaza con anexionarse el norte a Turquía si se acepta su entrada en la UE. Esta KKTC es tan independiente que los discursos referidos a la anexión a Turquía recibieron estruendosas ovaciones del “presidente” de este “estado independiente”. Con esta posición, Turquía ha demostrado lo “independiente” que es realmente la KKTC, y al mismo tiempo lucha para conseguir que la KKTC sea reconocida internacionalmente.

En cuanto a la situación económica, el norte de Chipre se ha convertido en un paraíso para el lavado de dinero negro gracias a sus casinos, que han florecido durante los últimos años y sus sospechosos bancos dominados totalmente por el crimen organizado y el MIT (Servicio Nacional de Inteligencia de Turquía). La mayoría de los nativos de la isla han emigrado al extranjero ante la falta de empleo. Ahora el número de turcos que llegaron desde Turquía es casi igual al de nativos turco-chipriotas y la mayoría de los recién llegados son principalmente elementos lumpen-nacionalistas. Estas tendencias han servido para intensificar los conflictos entre estas personas y la población nativa.

LA UNIÓN EUROPEA, CHIPRE Y TURQUÍA

Cuando la UE en 1993 aceptó a la República de Chipre como candidata a entrar, el problema de Chipre se convirtió en un problema “oficial” de la UE y por lo tanto comenzó a ocupar un lugar más grande en las negociaciones de entrada entre Turquía y la UE. El hecho de que Grecia entrara en la UE en 1981 fue un gran problema para Turquía porque Grecia pueden utilizar su derecho a veto. Después de hacer muchas concesiones se aceptó su entrada y finalmente en la Cumbre de Helsinki de 1999 Turquía fue aceptada como candidata oficial.

Según las decisiones adoptadas en esta cumbre, la UE decidiría la entrada de la República de Chipre en diciembre de 2002. Si se ha solucionado la cuestión de Chipre entonces se aceptará su entrada en la UE. Si no es así, se tomará alguna decisión para considerar quién es el responsable de la continuación de este problema. Esa es la principal razón por la cual Turquía está tan alarmada. La “solución” al problema de Chipre se ha convertido en algo urgente que no se puede retrasar, tanto para Turquía como para Chipre. Eso significa que, a diferencia del pasado, la política de eludir una “solución” ya no es posible. Si Turquía continúa creando problemas, el sur de Chipre se convertiría en miembro de la UE independientemente de la situación del norte de la isla. Aunque Turquía amenaza con anexionarse el norte si este escenario se hace realidad, ni Turquía ni Denktas saben cómo frenar a la población. La mayoría de los turco-chipriotas están a favor de la entrada en la UE junto con el sur. A pesar de los peligros que ello conlleva, una prueba es el rápido aumento del número de turco-chipriotas que han pedido pasaportes de la República de Chipre (el sur de la isla). El camino para la entrada de Turquía en la UE pasa, de una forma u otra, por un Chipre unido, algo que siempre ha intentado evitar Turquía.

Una de las razones por las que Denktas y sus colegas no quieren que la parte de habla griega de Chipre entre en la UE es que no podrían restringir la libertad de tránsito, alojamiento y propiedad (las “tres libertades”). Uno de los defensores de la línea dura turca, Gunduz Aktan, columnista y antiguo embajador, hizo la siguiente declaración ante las propuestas de Annan durante las negociaciones que Denktas abandonó: “En pocas palabras, Annan implica que Turquía debe aceptar de antemano las tres libertades. Eso significa que los griegos ricos apoyados por el continente y los griegos estadounidenses llegarán al norte con el objetivo de asentarse e invertir, comprarán fácilmente las propiedades de los turcos pobres. Podrán cambiar a su favor la composición de la población y la propiedad del norte. Esa solución provocará la liquidación de una manera civilizada de los turcos”. (Radikal, 10/1/2001).

Hay que darse cuenta de que existe un sector considerable de la población que defiende el status quo de la isla. Son aquellos que lavan el dinero negro en la isla, aquellos que no quieren perder sus rentas conseguidas con la invasión y aquellos que promovieron el cambio de un gobernador imperial por un presidente. Y hay un sector de la burguesía turca (que se extiende al ejército, etc.,) que está en contra de la entrada de Turquía en la UE. Por supuesto que también hay griegos que defienden esta posición.

EL SURGIMIENTO DE LA OPOSICIÓN DE LA POBLACIÓN

Entre la población turca de la isla, que ha guardado silencio después de años de intimidación y opresión, hay nuevas voces disidentes que desde hace un par de años han comenzado a hacerse oír y este proceso se está acelerando. Desde julio de 2002 ha habido manifestaciones de masas, funcionarios y trabajadores públicos que no han cobrado sus salarios, y que es un reflejo de la crisis económica de Turquía. Dos meses después, en septiembre, hubo un mitin de masas, después de una huelga general, en la que participaron 35.000 personas. En los mítines los trabajadores expresaron su rabia contra las medidas económicas que son similares a las aplicadas en Turquía. Gritaban consignas como: “¡Ankara! No queremos tu dinero ni tus funcionarios... No queremos ser esclavos”.

El programa de austeridad, de hambre, pobreza y represión impuesto por el FMI sobre Turquía, simplemente se ha transmitido al norte de Chipre. KTÖS (Sindicato de Profesores de los Turco-Chipriotas) expresó su oposición a cualquier intento de coaccionarles para aceptar estas medidas de austeridad, como decían en el periódico Avrupa (Europa): “Este país es nuestro, nosotros deberíamos gobernarnos”. En respuesta a esto, Denktas, el lacayo de Ankara, dijo: “Estoy conmocionado. Esto sólo puede proceder de la parte griega” y añadió, “a este tipo de personas no se las debería dejar enseñar”. El primer ministro, Dervis Eroglu, acusó al sindicato de ser un “desagradecido” y aumentó la presión sobre el sindicato. Los dirigentes fueron arrestados, asaltaron sus locales, los profesores tuvieron que presentarse ante un juez y retractarse para poder seguir enseñando. Pero no paró aquí. Dos escritores de Avrupa, que defienden una república unida e independiente de la isla, fueron arrestados y acusados de “espionaje” y poco después prendieron fuego a sus oficinas. Curiosamente, después apareció una nueva organización llamada UHH (Movimiento Nacional del Pueblo), fundado por aquellos que estaban a favor de la unión con Turquía y en contra de la entrada en la UE. En sus declaraciones públicas defienden la unión con Turquía, se oponen a la UE y defienden la necesidad de luchar “firmemente contra los enemigos internos”. El líder de la organización es un antiguo militante del partido de Denktas y ¡asesor del presidente! Además, Denktas no negó sus “simpatías” obvias hacia esa organización e incluso dijo que aunque no era el presidente de esa organización, estaría encantado de serlo. No es difícil imaginar que el UHH estuvo detrás de los actos de sabotaje y amenazas, pero no se pudo demostrar.

Las presiones a la oposición, especialmente sobre los sectores más progresistas de la sociedad, todavía continúan. Por ejemplo, recientemente un profesor, Nilgun Orhon, fue despedido de su puesto de trabajo por escribir en Avrupa que el ejército turco debería irse a su casa y terminar la invasión 6. Muchos militantes del KTOS y de otros sindicatos protestaron por esta medida, pero fueron golpeados y detenidos. El KTOS, organizó el 12 de diciembre una huelga de veinticuatro horas en Lefkosa (Nicosia) y Magusa. También participaron los estudiantes y se negaron a asistir a las escuelas. Los partidos de la oposición boicotearon el parlamento. Pero el gobierno se vengó de Avrupa. Denktas demandó al periódico exigiendo una compensación, los jueces sentenciaron a favor del presidente, impusieron unas multas altísimas al periódico y éste tuvo que cerrar.

A pesar de estas medidas represivas, todo esto demuestra que Denktas ya no es capaz de mantener su dictadura arbitraria tan cómodamente como antes.

¿QUÉ HACER?

Durante siglos el pueblo chipriota ha visto negado su derecho a la autodeterminación. La isla fue comprada, vendida, alquilada, invadida, anexionada, saqueada y sus habitantes nunca han podido decir nada. Y la situación en realidad hoy no es diferente.

Los trabajadores del norte y el sur no tienen organizaciones propias capaces de plantear una solución basada en sus verdaderos intereses de clase. Esto explica por qué algunas veces se dejan confundir con las “soluciones” de la burguesía. Ahora ambas partes tienen ilusiones con la entrada en la UE y que esto resolverá sus problemas. Por ejemplo, entre la comunidad turca del norte crece la reivindicación de unirse con la parte griega del sur. Esto es por el bajo PIB per cápita del norte turco comparado con el sur griego (3.000 dólares frente a 13.000). Pero fue la UE, junto a todos los demás (EEUU, Turquía y Grecia), quienes crearon el caos en el que vive la isla. ¿Acaso no fue Gran Bretaña la principal responsable y es miembro de la UE? Está claro que a menos que la clase obrera se oponga claramente a la política burguesa, al final siempre caerán en alguna trampa.

Bajo el capitalismo no hay solución duradera al problema chipriota. Ninguna de las “soluciones” imperialistas, ya sea como miembro de la UE o como un estado chipriota independiente, puede proporcionar a Chipre una paz permanente y duradera. El problema surgirá una y otra vez, provocado por los mismos agentes que ahora se presentan como la solución al problema. La única solución permanente es una federación socialista unida que incluya a Grecia, Turquía y Chipre.

Puede que suene a utópico. Sin embargo, la historia ha confirmado muchas veces que los verdaderos utópicos son aquellos que intentan solucionar el problema sobre bases capitalistas. A pesar de esto, están extiendo las mismas viejas ilusiones que antes. La inutilidad de estos sueños burgueses no sólo se puede ver en la amarga historia de Chipre. Estas desilusiones burguesas no han superado la prueba de la realidad, sobre todo en Palestina, Irlanda del Norte, Cachemira y muchas otras zonas del mundo. Sólo el programa internacionalista de la clase obrera puede solucionar los problemas de estos pueblos que llevan años de envenenamiento de todo tipo, nacionalista, étnico y chovinismo religioso.

Dentro del marco de este programa internacionalista por una solución socialista permanente para el conflicto de Chipre, habría que defender las siguientes reivindicaciones:

• Fuera las bases británicas. 7

• Retirada de las tropas griegas y turcas de la isla.

• Fuera las fuerzas de la ONU y no a todo tipo de intervención externa.

• Creación de comités conjuntos de trabajadores turco-chipriotas y greco-chipriotas, estos comités deberían decidir cualquier cuestión que determine el destino de la isla.

• Hay que eliminar las fronteras que dividen la isla. Libertad de movimientos y alojamiento.

• Todos los trabajadores deben organizarse en sindicatos conjuntos que tengan como base toda la isla.

• Prohibición de todas las organizaciones nacionalistas y fascistas que provocan la enemistad continua entre los dos pueblos.

• Hay que liberar a la isla de la Mafia, los servicios de inteligencia y los casinos. Nacionalización de todos los bancos bajo el control de los trabajadores.

20 de diciembre de 2001

Notas

(1) Makarios fue liberado en marzo de 1957 pero fue exiliado de la isla y obligado a asentarse en Atenas. Sólo pudo regresar a la isla después de la fundación de la República de Chipre en 1960.

(2) Sobre esta base hay quien defiende que la intervención jugó un papel progresista. La invasión del ejército turco no fue en absoluto progresista. Sólo sería una especulación decir que de no haber sido por la intervención del régimen griego hubiera durado mucho más tiempo. Además, atribuir al reaccionario ejército turco un papel democrático es ridículo. Hay que recordar que fue ese mismo ejército que se suponía iba a “salvar” a Grecia de la junta militar, el que impuso una pesadilla similar en Turquía seis años después (el golpe militar del 12 de septiembre de 1980). También fue la misma Turquía el primer país en reconocer la Junta de los Coroneles en 1967.

(3) En 1964 había planes para establecer una base militar de la OTAN en la isla, sin embargo, la oposición de la URSS y de Makarios impidieron que se llevara a cabo. En su lugar, enviaron a la isla tropas de la ONU. Después de la invasión turca, Grecia, en señal de protesta, declaró que se retiraría del ala militar de la OTAN y esta situación duró hasta 1980.

(4) La mayoría en el movimiento socialista turco, desgraciadamente, adoptaron una actitud nacionalista hacia la invasión de Chipre. El hecho de que las dos juntas militares colapsaran, en Grecia y Chipre, ayudó al nacionalismo turco a encubrir su verdadera naturaleza detrás de la fachada del antifascismo. Además, que la URSS apoyara la invasión, al menos al principio, animó a los socialistas pro-soviéticos a apoyar la invasión. Desde el Turk-Is al DISK, los principales sindicatos de Turquía, apoyaron esta locura nacionalista y a Ecevit (el entonces primer ministro turco). Por ejemplo, el DISK incluso lanzó una campaña entre sus militantes para que donaran un día de su salario al estado. Aquellos revolucionarios que describieron la “Operación Paz” como una invasión fueron considerados “enemigos de los turcos”. Esta acusación en nombre de la “izquierda” demuestra cómo caló el sentimiento nacionalista entre la izquierda.

(5) Makarios regresó a Chipre el 7 de diciembre y se convirtió en presidente.

(6) En la isla actualmente hay 35.000 soldados turcos, una cifra importante si tenemos en cuenta que la población turca es sólo de 150.000.

(7) Gran Bretaña todavía tiene una zona militar de 100 kilómetros cuadrados y 20.000 soldados destacados allí.

(Artículo traducido de In Defence of Marxism)

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