...y su edad media era de 22 años. El Estado español los dejó morir en sus costas, los dejó morir ahogados con sus sueños y su plena juventud; morir por un sueño, un sueño tan real y tan difícil como trabajar y vivir como todo el mundo; o morir buscándose la vida.
Estaban a punto de conseguirlo, pero no tenían 52 minutos, no tenían visado, no tenían papeles, no tenían nada... Asunto policial por Ley de Extranjería. Primero hay que identificarles, vivos o muertos, da igual... y se quedó el estado social y de derecho en la playa esperando los cadáveres.
Según la Declaración Universal de Derechos Humanos las fronteras no deben existir: “Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”. Estos jóvenes ejercían un derecho universal pero no tenían visado o les costaría mucho más que un sitio en una patera... Viajar en los tiempos del visado es tan caro o tan barato como la vida misma.
Izquierda Unida y su grupo parlamentario federal denunciaron a los responsables de estas muertes ante la Fiscalía General del Estado. Una denuncia que hay que seguir y apoyar. IU considera a los ministros del Interior y de Fomento responsables de dos delitos de negligencia y de denegación de auxilio, aunque no se entiende porque se precipita en deducir que la Guardia Civil y Salvamento Marítimo han actuado con negligencia por falta de medios y descoordinación cuando el Estado utiliza todos sus medios en combatir la inmigración llamada ilegal y con la Ley de Extranjería en la mano. El Estado y el gobierno del PP quieren controlar y no salvar a los inmigrantes, clandestinos o no. Mis paisanos eran por ley unos “indocumentados” y de eso se ocupa el ministro del Interior, sus policías y sus leyes que han demostrado una vez más su cara más sanguinaria.
Apoyemos la denuncia de IU, vigilemos lo que hará con ella el fiscal general y la justicia española... por la democracia, por la memoria de los muertos, de los vivos y de los que van a morir.
Abderrahim Eljamali
Valencia, 17 de noviembre de 2003