en septiembre, para justificar esta reconversión. Más
bien al contrario, no paran de anunciarnos posibles nuevos
contratos. Un periódico económico hablaba estos días de
“lluvia de pedidos”. Si todos esos contratos se convirtiesen
en realidad, estaríamos hablando de ocho buques que podrían
superar los mil millones de euros, sin contar las doce
lanchas de desembarco aprobadas por el consejo de ministros
del pasado viernes. ¡Y todo en el espacio de un mes!