¡Ninguna concesión al fascismo y el golpismo. Carmena y Ahora Madrid deben rectificar urgentemente!

El líder ultraderechista venezolano Leopoldo López, a quien la derecha española y sus medios de comunicación presentan como “preso político” y un “luchador por la democracia”, ha vuelto a mostrar de qué madera está hecho. López instaba a los militares venezolanos este lunes 12 de junio, mediante un video filtrado desde la prisión donde está encarcelado, a dar un golpe de Estado. (http://www.elmundo.es/internacional/2017/06/12/593ed860e5fdeaa3178b4589.html).

No es un preso político, es un fascista responsable de 43 muertes

El llamamiento golpista de López no es nuevo pero, de ser ejecutado, significaría un baño de sangre. Con esta nueva declaración Leopoldo López deja al desnudo lo que siempre ha sido: ningún “demócrata” perseguido por sus ideas, sino un fascista encarcelado por patrocinar actos terroristas y organizar la violencia de la ultraderecha para derribar a un gobierno elegido democráticamente.

En Venezuela hay muchos dirigentes políticos que se oponen al gobierno y actúan libremente. López fue procesado y juzgado el 10 de septiembre de 2015 por organizar con militantes de su partido (Voluntad Popular), mercenarios y activistas de extrema derecha procedentes de diferentes países (paramilitares colombianos y otros), la llamada “guarimba”, iniciada el 12 de Febrero de 2014. https://www.youtube.com/watch?v=vFjg-D0ZUFA

Esta campaña fue muy similar a la que ahora mismo están realizando las mismas fuerzas contrarrevolucionarias y que ya se han saldado con decenas de asesinados, algunos de ellos muertos atrozmente, incendiados y linchados por las bandas fascistas. En 2014 las bandas fascistas dirigidas por Leopoldo López (presentadas por los medios capitalistas como grupos de jóvenes en defensa de la democracia) lanzaron ataques a edificios públicos (centros de salud, ministerios,) que consideraban representativos del chavismo, locales de organizaciones de izquierda y centros de estudio y de trabajo conocidos por su apoyo al proceso revolucionario. La “guarimba” de 2014 se saldó con 43 muertes. La actual ya suma más de 50.

Aunque los medios de comunicación y la burguesía internacional hagan todo lo posible por ocultar la trayectoria y objetivos de Leopoldo López, los planes de éste para acabar con la izquierda por medios violentos no son nuevos. No sólo ha llamado al golpe de estado en reiteradas ocasiones, participó directamente en el golpe de abril de 2002 que disolvió la Asamblea nacional, suspendió los derechos constitucionales, cerró medios de comunicación que la derecha no controlaba y persiguió a los jóvenes y trabajadores que apoyaban a Chávez. López era entonces alcalde del Municipio Chacao (el de mayor renta per cápita de América Latina) y encabezó la persecución en su municipio contra militantes chavistas.

Su actuación como alcalde estuvo marcada por la aplicación de políticas neoliberales (desahucios, represión a manifestaciones y actos de la izquierda), planes para convertir la policía municipal de Chacao en fuerza de choque contrarrevolucionaria (con asesoramiento de su amigo personal, el ex presidente colombiano Álvaro Uribe) y diferentes llamamientos a no reconocer las victorias electorales de Chávez e incendiar la calle.

La campaña por la liberación de López, una excusa para justificar la estrategia golpista

López pertenece a una de las familias más destacadas de la parásita y reaccionaria oligarquía caraqueña; los “Amos del Valle”, como los bautizó el gran novelista venezolano Herrera Luque. La mayoría de empresas y bancos que poseía su familia bajo la IV República acabaron cerrando sus puertas, dejando en la calle a un montón de trabajadores y pequeños ahorradores. Esto no impidió a López seguir perteneciendo a ese reducido clan que ha gobernado Venezuela durante siglos como un coto privado. Desde su primera militancia conocida (la secta filofascista Tradición, Familia y Propiedad) hasta hoy, toda su trayectoria ha estado marcada por la defensa de los privilegios de la oligarquía y la lucha contra todo lo que huela a revolución y socialismo.

Por eso es lógico que el PP, los herederos de la dictadura franquista, los defensores de la España “Una Grande y Libre”, los que reprimen la libertad de expresión o el derecho a decidir, hagan suya su causa. O que dirigentes socialdemócratas como Felipe González, un millonario sin escrúpulos capaz de hundir a su partido siguiendo los dictados de los capitalistas, defiendan a este elemento. Son lo mismo y tienen intereses comunes.

Lo que resulta totalmente inaceptable es que dirigentes de izquierda como la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, o la portavoz municipal, Rita Maestre, en lugar de explicar quién es realmente Leopoldo López, porqué fue detenido, qué ideas y programa defiende, voten con el PP y Ciudadanos resoluciones en apoyo a este dirigente fascista y organicen actos oficiales exigiendo la liberación de un asesino, otorgándole el calificativo de “preso político”. De este modo, independientemente de cuáles sean sus intenciones, contribuyen a lavarle la cara y dan cobertura política a su estrategia golpista.

Desde Izquierda revolucionaria exigimos a Manuela Carmena y Ahora Madrid que rectifiquen urgentemente y dejen de contribuir a defender a un fascista. Porque ese es el objetivo de la campaña por la liberación de Leopoldo López: disfrazar los planes en marcha para organizar un golpe de estado en Venezuela presentándolos como una batalla por la democracia, esa democracia que ellos siempre han despreciado y que mañana, si tuviesen fuerza para ello, serían los primeros en ahogar en sangre.

Algunos links sobre quién es Leopoldo López https://www.youtube.com/watch?v=sQqoCNxPJTw

https://www.youtube.com/watch?v=_0CukqrU3dM

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