El Gobierno de Pedro Sánchez, ¡cómplice de la matanza!

Basta de vender armas y hacer negocios con el sionismo

El genocidio desatado por el Gobierno supremacista y fascista de Netanyahu contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza no tiene precedentes. Más de 35.000 muertos ya, cerca de 15.000 niñas y niños, y miles bajo los escombros. Entre muertos, heridos y desparecidos, 100.000, el 5% de la población de la Franja de Gaza, y centenares de miles al borde de la hambruna, la peor hambruna en este momento del planeta según Naciones Unidas.

Ejecuciones extrajudiciales y torturas, no solo en Gaza sino también en Cisjordania, y ahora hemos conocido casos de violaciones masivas contra mujeres palestinas por parte del ejército israelí. Se comportan igual que las SS nazis en el este de Europa, cuando perseguían y masacraban a judíos, gitanos, rusos o militantes de la izquierda.

Y ahora además, Netanyahu se prepara para la ofensiva final contra Rafah, en la frontera con Egipto, donde se hacinan en condiciones infrahumanas más de 1,5 millones de palestinos. Una ofensiva que ya ha comenzado con bombardeos aéreos, y que, de llevarse a cabo, multiplicará la matanza de gazatíes, de mujeres y niños, por diez o por cien. Quieren expulsar definitivamente a los palestinos de Gaza para colonizarla de nuevo, y si puede ser construir resorts turísticos y hoteleros en sus costas. Son sionistas fascistas, pero también son ávidos inversores capitalistas.

Y ante esta situación de barbarie, ¿qué hace la llamada comunidad internacional? ¿Qué hacen las democracias occidentales, EEUU y Europa? ¿Qué hace el Gobierno “progresista y feminista” de Pedro Sánchez? ¿Qué hacen las naciones árabes? No hacen nada, o mejor, sí, legitiman e implementan el genocidio con su plena colaboración.

Egipto construye un nuevo muro para poder encerrar a los gazatíes que huyan ante la nueva ofensiva militar sobre Rafah. EEUU veta por tercera vez en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución para exigir un alto el fuego, al tiempo que aprueba un nuevo paquete de ayuda militar para Israel de 13.000 millones de dólares. Y Europa llora lágrimas de cocodrilo, al tiempo que mantiene todas las relaciones y negocios con el Estado sionista, incluyendo el comercio de armas, tanto la venta como la compra.

Y el Gobierno de Pedro Sánchez, y sus socios de izquierda, Sumar, IU o el PCE, directamente intentan engañarnos señalando que no se venden armas a Israel desde el 7 de octubre, cuando en noviembre se vendieron armas al Estado sionista por valor de un millón de euros, el 52% de la ventas europeas de dicho mes. Unas ventas a las que suman las compras de armas a Israel, que siguen sin interrupción tanto por el Estado español como por el resto de países europeos, y que se venden además publicitándolas como probadas en combate, es decir, probadas en masacres contra la población palestina.

La realidad es que toda esta destrucción genocida contra nuestros hermanos palestinos podría detenerse fácilmente, rompiendo cualquier relación económica con el Estado de Israel. Sin armas, o con las limitadas que puedan producir, sin petróleo o gas, y sin suministros por parte del mundo, la economía israelí colapsaría y la campaña militar tendría que detenerse. Pero no lo hacen porque los imperialistas y los capitalistas solo tienen una preocupación, sus negocios y sus espurios intereses geoestratégicos. No lo hace EEUU y Europa, pero tampoco lo hacen los países árabes y la OPEP, Rusia o China, con poder para generar serios problemas al Estado sionista.

Eso sí, todos danzan ante el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU para exponer sus argumentos sobre el genocidio que está cometiendo Israel, sobre la ilegalidad de la ocupación y de los asentamientos, y sobre la necesidad de garantizar un Estado palestino. Un tribunal, dirigido por una ex responsable del Departamento de Estado norteamericano, que escucha, discute y delibera lentamente, sin adoptar ni una sola medida efectiva, mientras continúa desarrollándose el genocidio. ¡Esa es la comunidad internacional a la que apela una parte de la izquierda!

Por eso es tan importante que el 25 de febrero llenemos las calles de las más de cien ciudades del Estado español donde hay convocadas movilizaciones, igual que seguimos viendo en el resto del mundo, en EEUU, Alemania, Francia, Gran Bretaña… señalando a sus gobiernos cómplices que con su apoyo al sionismo impulsan a la ultraderecha más reaccionaria.

Movilizaciones combativas, de clase e internacionalista con un objetivo, denunciar a nuestro Gobierno, a Pedro Sánchez, a Yolanda Díaz o a Enrique de Santiago, secretario general del PCE, que tuvieron la desfachatez, al tiempo que aprueban la compra y venta de armas a Israel, de convocar una ridícula manifestación en solidaridad con el pueblo palestino el pasado fin de semana. ¡Qué cinismo y qué vergüenza!

Solo la lucha en la calles podrá acabar con esta barbarie. Una lucha no solo contra el sionismo, sino contra la raíz del mismo, de la extrema derecha más reaccionaria, que es el sistema capitalista en su conjunto. Una lucha para forzar al Gobierno a que rompa todas las relaciones con Israel, expulsando fulminantemente a la embajadora sionista, y para impulsar la lucha del pueblo palestino por su completa liberación, acabando con el Estado sionista, expropiando a la burguesía israelí y a las burguesías árabes, cómplices de la ocupación, y luchando por una Federación socialista de todo Oriente Próximo.

¡Viva la lucha del pueblo palestino!

¡Socialismo o barbarie!

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