Frente a lo que nos intentan vender la historiografía oficial y los medios de comunicación capitalistas, la Transición no fue ni mucho menos una época “pacífica” ni “tranquila”. Fue un momento de importantes luchas laborales y políticas, de convulsiones sociales en las que se atisbaba la posibilidad de un cambio real de la sociedad. También, un periodo lleno de represión y muerte contra todos aquellos jóvenes y trabajadores que luchaban contra la dictadura y el sistema.
Concretamente 127 personas fueron asesinadas entre 1975 y 1982 a manos de la Policía y los grupos de extrema derecha. Entre ellos estaba el joven Arturo Ruiz, que mientras participaba en una manifestación pro-amnistía, el 23 de enero de 1977, fue tiroteado por los fascistas Jorge Cesarky y José Ignacio Fernández Gauza. Este último, con vínculos en el aparato del Estado, huyó de prisión y durante 46 años ha vivido cómodamente en Buenos Aires sin que la justicia hiciera nada para encontrarle, hasta que hace unos meses su paradero fue desvelado por una investigación en EL PAÍS.
El hermano de Arturo, Manuel Ruiz, miembro de asociaciones como La Comuna y del Colectivo de Olvidados por la Transición, ha estado luchando todos estos años por recuperar la memoria de lo que pasó, por conseguir detener a los culpables y que haya un reconocimiento oficial de lo ocurrido. Gracias a su lucha, en 2019 se consiguió colocar una placa en el lugar del asesinato, en la Plaza de la Luna, cerca de la Gran Vía de Madrid.
En estos días nos enterábamos del fallecimiento repentino de Manuel. Ha dejado a todos los que luchamos contra la impunidad del franquismo con un sentimiento de profunda tristeza y rabia. Sobre todo, porque la justicia española, demostrando su profundo franquismo, dejó durante más de cuatro décadas suelto al asesino de su hermano, sin hacer nada. En sus últimas declaraciones antes de morir, Manuel fue muy crítico con las actuaciones de la justicia en el caso y con la connivencia de la Policía y la Guardia Civil con este fascista, al que permitieron escapar.
Manuel, no te preocupes. Somos muchos y muchas las que seguiremos tu batalla hasta ver a los fascistas que mataron a Arturo y a todos los torturadores y asesinos de militantes antifranquistas entre rejas.
¡Manuel Ruiz, no te olvidaremos!
¡Verdad, justicia y reparación!