Las elecciones en la Comunidad de Madrid han arrojado un gran resultado para el bloque de izquierdas. El PSOE gana las elecciones obteniendo un 27,28% de los votos, casi 400.000 votos más, y superando el umbral del millón de votos. Aunque Unidas Podemos sufre un retroceso, pasando del 21% al 16%, y perdiendo 130.000 votos, los resultados globales de la izquierda suponen un avance significativo, aumentando en más de 260.000 votos respecto a las elecciones de 2016, y en 93.000 respecto a las elecciones de 2015.

El PP se hunde a costa de Vox. Las derechas no crecen, se reparten sus votos

Por otro lado, el PP sufre una auténtica debacle, perdiendo prácticamente la mitad de sus votos y casi 20 puntos porcentuales (de 1.325.665 votos a 699.904), los peores resultados de su historia desde 1979. Desde 2011 el declive del PP en la Comunidad de Madrid ha sido continuo, perdiendo más de un millón de votos. Aunque la derecha en su conjunto gana las elecciones obteniendo en torno al 53% de los votos, frente al 44% del bloque de izquierdas (321.000 votos más), los resultados suponen un varapalo, obteniendo los tres partidos de la derecha conjuntamente tan solo 48.492 votos más.

Nos encontramos ante una reconfiguración del voto de la derecha, perdiendo el PP la mayoría de sus votos en favor de la extrema derecha reaccionaria de VOX (500.000 votos), y otra parte más limitada en favor de Ciudadanos (150.000 votos). No consiguen ensanchar su base social en lo que consideran y es uno de sus feudos, la capital del Estado, donde han agitado durante los últimos años permanentemente con el españolismo franquista más rancio y venenoso, en una campaña contra Catalunya. Y todo ello a pesar de haber contado casi con un discurso único a este respecto por parte de los medios de comunicación en Madrid, con el PSOE apoyando la aplicación del artículo 155 y el juicio a los presos políticos independentistas, estimulando activamente dichos perjuicios españolistas, y con Podemos poniéndose de perfil y tratando de evitar que se mente Catalunya. A pesar de todo, la derecha ha alcanzado un techo que parece incapaz de romper.

Los distritos y las ciudades del Sur se tiñen de rojo

El Madrid capital, el PSOE gana las elecciones en 13 de los 21 distritos, obteniendo más del 50% de los votos PSOE y UP conjuntamente en 8 distritos (Carabanchel, San Blas, Vallecas, Villa de Vallecas, Usera, Villaverde, Vicálvaro y Centro). El PP solo gana en 6 distritos, frente a los 18 de las anteriores elecciones, arrebatándole Ciudadanos la victoria en los 2 restantes. A nivel de la Comunidad, el PSOE vence en el cinturón rojo del sur, ganando las elecciones en las principales ciudades del mismo (Móstoles, Alcorcón, Fuenlabrada, Leganés, Getafe, Parla, Pinto, etc…), y obteniendo la izquierda, PSOE y UP conjuntamente, más del 50 % de los votos en muchas de ellas: Leganés (53,72 %), Getafe (52,34 %), Parla (51,8 %), Móstoles y Alcorcón (50 %). En la zona industrial del Corredor del Henares la izquierda vence con contundencia en Coslada (54,02 %) y San Fernando de Henares (51,35 %), y queda cerca de ganar a las tres derechas en Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz (más del 47 %). La izquierda vence con contundencia en 8 de las 10 ciudades más pobladas de la Comunidad tras Madrid capital.

Dentro de la izquierda, crece significativamente el voto al PSOE, un voto útil para cerrar el paso a la derecha, a pesar de que las políticas de Sánchez han sido incapaces de revertir los recortes del PP o las reformas laborales. La candidatura de Unidas Podemos retrocede, aunque consigue salvar los muebles manteniéndose por encima del 16 % de votos, perdiendo tanto a nivel de la Comunidad como en Madrid capital 5 puntos porcentuales.

En el caso de la ciudad de Madrid, donde gobiernan desde hace 4 años, la frustración con la alcaldía de Manuela Carmena se ha hecho evidente. Si el Ayuntamiento de Madrid, en manos de Podemos e IU, hubiera impulsado políticas que rompieran con la lógica del sistema, remunicipalizando las empresas privatizadas, invirtiendo masivamente en los barrios en vez de pagar la deuda ilegitima del PP, y en definitiva, luchando por transformar las condiciones de vida de millones de madrileños y madrileñas, los resultados podrían haber sido mucho más positivos.

Vox crece en los barrios ricos... y entre los militares

Uno de los aspectos que han desmentido los resultados electorales, ha sido la supuesta penetración de Vox entre la clase obrera madrileña. Los resultados demuestran que su crecimiento se ha producido arrancando votos al PP en las zonas ricas y acomodadas. En Madrid capital sus mejores resultados se dan en los tres distritos con mayor renta: 18,11 % en el distrito de Salamanca; 15,54 % en Chamartín y 16,40 % en Moncloa-Aravaca. En sentido contrario, Vox obtiene sus peores resultados en los distritos con rentas más bajas (Villaverde, 9,98 %; Usera, 10,09 %; Vicálvaro, 10,20 %; etc…).

En la Comunidad ocurre exactamente lo mismo, obteniendo sus mejores resultados en las localidades más ricas como Pozuelo de Alarcón (19,80 %), Majadahonda (19,79 %); Boadilla del Monte (19,64 %) o Las Rozas (18,79 %). Pero sus mejores resultados se dan en zonas y barrios donde se sitúan bases militares y casas cuartel de la Guardia Civil, como el Goloso, donde alcanza el 41 % de los votos, la base militar del Alcalá de Henares, donde logra un 28 %, o en el barrio madrileño donde se sitúa la Dirección general de la Guardia Civil, con un 37 %.

Los resultados en Madrid han sido un varapalo para la derecha, incapaz de arrancar votos a la izquierda y de movilizar a grandes sectores abstencionistas a su favor. Al revés, dichos sectores se han activado en beneficio de las fuerzas de izquierdas para frenar a la extrema derecha y la reacción. De nuevo la clase trabajadora ha marcado la diferencia.   

 


 

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