“Militamos en Izquierda Revolucionaria porque la rabia contra el sionismo y el fascismo hay que organizarla”
En las últimas semanas millones de personas hemos protagonizado movilizaciones históricas contra el genocidio y de apoyo al pueblo palestino, y el movimiento estudiantil, la juventud antifascista y anticapitalista se ha situado a la vanguardia. Algo que quedó clarísimo con la enorme e impactante huelga que el Sindicato de Estudiantes organizó el pasado 2 de octubre.
Para hablar de esta lección de dignidad que echa por tierra el discurso de que la juventud es de derechas, hablamos con Coral Latorre y Carlos Ochoa, portavoces del Sindicato de Estudiantes y destacados militantes de Izquierda Revolucionaria.
El Militante.- La brutalidad e impunidad con que el sionismo está llevando adelante sus planes de exterminio contra un pueblo inocente está removiendo conciencias. Y estamos viendo a la juventud a la cabeza en las protestas de forma ejemplar. ¿Qué mensaje lanzáis a los genocidas, a sus cómplices imperialistas y al Gobierno de Pedro Sánchez?
Coral Latorre.- El genocidio en Palestina ha provocado un salto en la conciencia y la entrada en acción de millones. Este movimiento es absolutamente inspirador y recuerda a las enormes movilizaciones contra la guerra en Iraq en 2003 o a la rebelión que estalló en EEUU contra la guerra de Vietnam. No es casualidad: llevamos dos años de genocidio atroz y todos los Gobiernos capitalistas y los organismos internacionales ya han demostrado que no van a hacer nada.
Parece que estos genocidas pueden bombardear hospitales, asesinar niños, usar la hambruna como arma de guerra, convertir Gaza en una fosa común, sin que ningún político del sistema haga nada, salvo aplaudir o mirar para otro lado. La barbarie sionista es la expresión más cruda y sangrienta del capitalismo. Por eso solo la lucha de la clase obrera y la juventud puede detener esta masacre, como está ocurriendo en los hechos.
Carlos Ochoa.- Esta es la idea más importante. Es la lucha de masas, por abajo, con la acción directa, lo que está desnudando la complicidad de los Gobiernos con esta matanza, y lo que les está colocado contra las cuerdas.
Por eso paralizamos La Vuelta, por eso más de un millón de jóvenes vaciamos las aulas y cientos de miles inundamos las calles en la huelga del Sindicato de Estudiantes del 2 de octubre… Una huelga que ha conmocionado a la opinión pública. La imagen de miles de estudiantes con las banderas rojas del SE y de Palestina, llenando la Puerta del Sol y gritando “Abascal hijo de…” ha despertado a muchos de sus sueños. Que no, que la juventud no es de derechas, que la juventud lucha y se moviliza cuando ve objetivos serios, ideas claras, organizaciones combativas que no se achantan y están decididas a ir hasta el final.
El problema es la izquierda gubernamental, la del bla, bla, bla, la que dice que está orgullosa de la movilización pero manda a los antidisturbios a reprimirnos, o da la bienvenida al plan de “paz” de los genocidas. Es esa hipocresía, ese doble lenguaje lo que rechazamos miles de jóvenes. Y este Gobierno se ha especializado en ese postureo, que no pude despertar simpatía.
Desde que se anunció el embargo de armas, Sánchez no lo ha puesto en práctica porque está atado a los acuerdos con el imperialismo yanqui, que permiten que el Estado español pueda ser puerto de paso para las armas que van rumbo a Israel. Tampoco se han roto los negocios millonarios que tienen empresas españolas, entre ellas algunas públicas, con los sionistas, ni se han cortado las relaciones diplomáticas.
Está claro: si queremos detener los envíos de armas y cortar las relaciones con el Estado genocida de Israel, lo tenemos que hacer nosotros y nosotras, paralizándolo todo, como en Italia.
Vamos a poner toda nuestra potencia movilizadora para que el 15 de octubre sea una huelga total en la educación, en los institutos y universidades, y llamamos a todos los trabajadores y trabajadoras a que desborden a las cúpulas de CCOO y UGT e impongan una huelga de 24 horas. Los gestos simbólicos no valen para nada. Al sionismo, al fascismo y al imperialismo hay que combatirles con contundencia, y la clase obrera tiene la fuerza para hacerlo.
El Militante.- Ahora mismo, Netanyahu y el Estado nazisionista de Israel, con el apoyo incondicional del imperialismo norteamericano, son la punta de lanza del fascismo mundial. Abascal y Ayuso, Meloni en Italia… están siendo señalados como sus aliados. ¿Se está convirtiendo la lucha contra el genocidio en un ejemplo de cómo combatir a la extrema derecha en cada uno de nuestros países?
CO.- Por supuesto. La movilización por Palestina es una lucha antifascista. El sionismo no es más que una versión salvaje y fanática del fascismo del siglo XXI. No es casualidad la simparía que sienten los líderes de extrema derecha a nivel mundial con estos genocidas, y rabian por no poder hacer lo mismo en sus países, por no poder aplastar sin contemplaciones a la clase obrera, a la juventud, y liquidar cualquier derecho democrático.
Son racistas, supremacistas y defienden con ahínco el orden capitalista. Pero no podemos olvidarnos de que el fascismo es el hijo bastardo del capitalismo y del imperialismo. Ahora la democracia burguesa ya no les sirve para mantener su tasa de ganancia. Por eso vemos en Occidente un giro brutal hacia el totalitarismo que solo puede ser combatido con un programa revolucionario, con lucha revolucionaria y con organizaciones revolucionarias.
CL.- Creo que lo que estamos viviendo estos días nos está dando lecciones muy importantes. El ascenso de la extrema derecha en los últimos años ha abierto un debate sobre cómo se le combate. Lo de estos días refuta todas esas ideas sobre que la batalla contra la extrema derecha es cultural o que el problema son los medios de comunicación de derechas… ¿Acaso las movilizaciones masivas de estas jornadas, incluidas las huelgas generales en Italia, no son el mejor y mayor golpe contra esta escoria reaccionaria? Claro que sí. Cuando la clase obrera y la juventud ocupan la calle y muestran su puño la extrema derecha retrocede.
Quiero insistir en este punto porque me parece que se nos lleva machacando mucho en los últimos meses con que la juventud se ha vuelto toda facha de repente. Creo que el 2 de octubre respondimos a esa mentira. Claro que hay jóvenes de derechas: son esos cayetanos que nos joden la vida todos los días, los hijos de nuestros jefes, los niñatos pijos que cargan contra el feminismo, la lucha propalestina, nuestros hermanos migrantes y el colectivo LGTBI. Pero al otro lado de la barricada estamos los cientos de miles de estudiantes que llenamos las calles con un poderoso mensaje antifascista y anticapitalista. Somos más y somos más fuertes, esta es la realidad que nos quieren ocultar.
El Militante.- Ambos sois militantes destacados de Izquierda Revolucionaria y lleváis años militando. ¿Por qué creéis que es necesaria una organización como IR?
CO.- Creo que esta es una cuestión de enorme importancia. La clase obrera está contemplando con horror la barbarie sionista en Gaza. Y hay una idea que se está abriendo paso en la cabeza de muchas y muchos cuando ves la complicidad de los Gobiernos e instituciones internacionales, la frialdad y la impunidad de los genocidas: el problema es el sistema.
Es el capitalismo el que masacra un pueblo entero para que un Estado colonial y fascista se sostenga, como es el caso de Israel. Y claro, uno piensa ¿este es el único sistema posible? ¿Tenemos que cruzar los brazos ante este horror? Creemos que no.
Últimamente pienso mucho en lo que dijo Rosa Luxemburgo: “Socialismo o barbarie”. Cuánta razón. La barbarie es lo único que puede ofrecernos el capitalismo: genocidio en Palestina, guerras imperialistas, opresión nacional, el ascenso de la extrema derecha, el arrebatarnos derechos, racismo, machismo, LGTBIfobia… Solo la revolución socialista podrá liberarnos de todas estas lacras del capitalismo. Por eso llamamos a la juventud a continuar la lucha contra el sionismo, el fascismo y el capitalismo, y a dar el paso de organizarse en Izquierda Revolucionaria. Hay que construir un partido de lucha y de masas para derrocar este orden injusto, esta dictadura del capital.
Hoy todo el Estado español y toda Europa está en pie por el pueblo palestino.
— Sindicato de Estudiantes 🇵🇸 (@SindicaEstudian) October 4, 2025
Netanyahu, Trump, Von der Leyen y todos los que hacen posible este genocidio inhumano: estaremos enfrente y en lucha.
Escucha a nuestro compañero Carlos Ochoa desde la mani de Madrid 👇 pic.twitter.com/EO8NQcn2Jz
CL.- Muchas de nosotras despertamos a la política participando en el Sindicato de Estudiantes. Pero pronto comprendimos que para acabar con la opresión de la clase obrera y la juventud necesitas algo más; un programa anticapitalista, revolucionario y comunista, y la fuerza del conjunto de nuestra clase, que es inmensa.
Nuestra clase tiene todo el potencial para cambiar el mundo, para transformarlo de arriba abajo, el problema es esta izquierda que se pliega ante la patronal, los sionistas y los imperialistas. Nosotras y nosotros construimos una organización de combate que se basa en la fuerza de los oprimidos y las oprimidas, en su participación consciente en la lucha, una organización democrática que depende solo de su militancia.
En Izquierda Revolucionaria creemos que por lo que luchamos no es una utopía; la utopía es pensar que la humanidad puede vivir en una sociedad donde se extermina a un pueblo mientras nadie hace nada. Nadie, excepto los oprimidos del mundo. Por eso, toda la rabia que sentimos contra el sionismo y el fascismo hay que organizarla y transformarla en militancia consciente. Y sinceramente creo que no hay mejor lugar para hacerlo que en Izquierda Revolucionaria. Nos jugamos mucho.
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