El 12 se septiembre conocíamos la sentencia de mi despido: improcedente. Una importante victoria ante el empresario, que pretendía el despido procedente. Ha sido la lucha lo que lo ha conseguido.

Mi despido, el 12 de noviembre 2015, fue precedido de una lucha sin cuartel contra la persecución sindical que se vive en Reverté SA, en un intento por parte de la empresa de aniquilar a los compañeros de CCOO (tres despedidos) por desarrollar un sindicalismo combativo, democrático y al servicio de los intereses de los trabajadores. Un sindicalismo muy diferente al que estaba acostumbrada la empresa: un presidente del comité de empresa de la UGT, Xavier Domènech, que ha estado firmando lo infirmable, y consecuencia de ello en estos momentos está imputado por un accidente laboral en el que un compañero perdió tres dedos de la mano.

Desde un principio teníamos claro que no sólo había que luchar desde el ámbito judicial, pidiendo la nulidad del despido, sino que había que hacerlo también desde la calle, extendiendo la lucha y unificándola con otras empresas. Así, junto con los compañeros de EMTE, creamos la Coordinadora de Trabajadores de Tarragona, que agrupó en pocas semanas a trabajadores de importantes empresas de la provincia: Saint Gobain (cristalera), Bilfinguer, Repsol Petróleo, Abantia, el hospital Juan XXIII (el más grande de Tarragona), el hospital comarcal del Vendrell, Shell, Refratechnik, Rodisola...

También nos dirigimos a los partidos de la izquierda de la comarca consiguiendo el apoyo de la CUP, Podemos, EUA e IC. Todo esto fue unido a la participación en los mítines de la izquierda durante las campañas electorales, lo que nos permitió denunciar públicamente ante cientos de personas las condiciones laborales y la persecución sindical en SA Reverté. Además, se presentaron mociones en los ayuntamientos de la comarca, se recogieron firmas, se realizaron repartos de hojas en fábricas, pegada de carteles en pueblos de la comarca, ruedas de prensa, concentraciones en la puerta de la empresa y manifestaciones. Y así hasta la misma mañana del juicio, que seguían llegando resoluciones.

Para sorpresa e indignación de todos los trabajadores que asistieron a la concentración en la puerta del juzgado, el presidente del comité de empresa, Xavier Domènech, se presentó a declarar a favor de la empresa junto con el presidente de la Assamblea Nacional de Catalunya del Arboç, Jordi Saperas Pruna, que también lo hizo. Es una auténtica vergüenza que se posicionen a favor del empresario, cuando mantienen a los trabajadores en unas condiciones laborales similares a las de la dictadura de Franco.

Trabajadores de planta deben hacer sus necesidades en un agujero; los de cantera, entre pinos y matorrales, incumpliendo la normativa de seguridad y salud. También incumplen el convenio con el “plus de penosidad”, los descansos semanales incorrectos para los trabajadores de cantera, como jornadas de 12 horas o más... Podríamos llenar varias hojas explicando las nefastas condiciones de trabajo. ¿Esto es lo que defienden el presidente del comité de empresa y el presidente de la ANC del Arboç? La humillación y la explotación salvaje de los trabajadores de SA Reverté.

Esta sentencia ha sido una primera victoria, pero la lucha por la readmisión va a continuar. Hemos recurrido la sentencia, y la vamos a acompañar nuevamente de más movilización, que es la que nos ha dado la fuerza para conseguir el improcedente. Éste es el único camino que tenemos los trabajadores.

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