Un ejemplo de dignidad

Desde el día 10 de enero las trabajadoras de la empresa Eulen, concesionaria del servicio de limpieza de la estación de ferrocarril de Málaga, sostienen una huelga indefinida. Los motivos principales que han generado este conflicto son el incumplimiento de varios acuerdos por parte de la empresa, entre otros, el poder descansar dos días a la semana, o la aplicación del convenio. Tanto Eulen, como ADIF, propietaria de las instalaciones, incumplen sistemáticamente todos los acuerdos vulnerando los derechos de las trabajadoras.

La empresa Eulen, que según los datos de su página web alcanzó en el año 2010 unas ventas consolidadas de 1.343 millones de euros, no paga a los trabajadores con minusvalía el plus que les corresponde, adeuda parte de los salarios en materia de pluses a toda la plantilla, además no aplican el convenio que les corresponde y les están remunerando por debajo de las tablas salariales. Así es como obtienen tantos millones de beneficios. En lo que si se gastan el dinero es en contratar durante la huelga a más vigilantes de seguridad (de dos han pasado a nueve) en un intento de amedrentar a las trabajadoras en lucha, siendo agredidas un grupo de ellas por un vigilante, cuando se dirigían a los baños del centro comercial causándoles contusiones y rompiendo el bolso a una de ellas. También gastan dinero imponiendo la realización de horas extras y contratando a trabajadores en precario para que hagan de esquirol durante la huelga.
El derecho fundamental de huelga de las trabajadoras está siendo vulnerado de forma escandalosa por la empresa que, además de lo dicho más arriba, somete a un ahogamiento económico al comité de huelga,  no asignándoles los trabajos de servicios mínimos que les corresponde por turnos como al resto de la plantilla, para así no pagarles nada. Para colmo, el gobierno municipal del PP envió a la empresa municipal de limpieza Limasa para que limpiaran la estación, a lo que se negaron por solidaridad con sus compañeras en huelga y por ser un recinto gestionado por la empresa Vialia, por lo tanto un recinto privado.
Como medidas para continuar con la lucha y obligar a Eulen-Vialia-Adif a cumplir y respetar los acuerdos, las trabajadoras están manteniendo una acampada en las puertas de la estación de ferrocarril, con reparto de octavillas informando del conflicto a los pasajeros y usuarios de las instalaciones, medidas que han tenido una gran acogida entre todos los ciudadanos, distintos colectivos o trabajadores de otras empresas en lucha.
Gran parte de la responsabilidad de que las empresas estén atacando de forma furibunda los derechos fundamentales de los trabajadores, incumpliendo los acuerdos, sentencias judiciales, resoluciones de las administraciones etc., se asienta en la política desmovilizadora de los dirigentes de los sindicatos CCOO y UGT, que envalentona al empresario, ya que no se organiza ninguna respuesta contundente y coordinada a sus constantes agresiones.
Es necesario unificar todas las luchas que se están desarrollando en Málaga, como la de la empresa municipal de la limpieza Limasa, la de Famf Cocemfe Málaga, que se dedica a la integración de personas con minusvalías, la del Hotel Incosol, en concurso de acreedores, etc.
Las trabajadoras de Eulen son un ejemplo para todos y con la lucha que mantienen desde el 10 de enero están demostrando al igual que en otras luchas que se están dando en estos momentos la fuerza que tiene la clase obrera hoy. Esta fuerza bien utilizada, con democracia obrera, uniendo todas las luchas y golpeando todos juntos a la vez, sería imparable.

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