mani_madrid_29fa¡Abajo la reforma laboral y los recortes sociales!

El 29-M debe ser el primer paso en el camino de la rebelión social contra los ataques del PP

CCOO y UGT han convocado una huelga general para el próximo 29 de marzo. La tarea de todo joven y trabajador consciente es poner todo lo que esté en nuestra mano para que esta sea masiva, amplia y contundente. Debemos convertir el 29-M en una gran demostración de fuerza de la clase obrera del Estado, que diga basta de recortes, de pérdida de derechos, de humillación y represión cotidiana en el puesto de trabajo. El decretazo de reforma laboral es un ataque brutal que dinamita derechos históricos conquistados por la clase obrera a lo largo de una lucha de décadas y tendrá consecuencias gravísimas. Todos los trabajadores sin excepción (parados o activos, jóvenes o mayores, fijos o eventuales, de la empresa privada, de la empresa pública o de la Administración) veremos empeorar muy seriamente nuestras condiciones laborales. Al gobierno del PP, fiel defensor de los intereses empresariales, le ha faltado tiempo para aprovechar la coyuntura y tratar de devolvernos a las relaciones laborales del siglo XIX. La contrarreforma no sólo no creará empleo, sino que incrementará el paro a niveles aún más insoportables. La reforma laboral del PP pretende implantar el terror en las empresas e incrementar escandalosamente los beneficios empresariales a costa de la miseria de los trabajadores

[ver análisis de la reforma en la página 7].

 

Un ofensiva salvaje y en todos los frentes

Compitiendo en brutalidad con la reforma laboral está el nuevo plan de recortes de los gastos sociales que el gobierno está preparando a la luz de día y que pondrá en marcha cinco días después de las elecciones en Andalucía y Asturias, concretamente el día 30 de marzo. La reducción del gasto será de aproximadamente 30.000 millones de euros (contando el presupuesto estatal y el de las Comunidades Autónomas) y se ejecutará en los nueve meses que quedarían del año 2012. Se trata de un ataque de envergadura histórica que afectará gravemente el funcionamiento de la sanidad y la educación públicas, las prestaciones de desempleo y otras conquistas sociales. Sólo quedará a salvo el pago del servicio de la deuda pública a la banca. Además, la derecha y los capitalistas quieren que estos retrocesos sean definitivos y están barajando apuntalar los recortes con cambios legales que reflejen formalmente la pérdida de conquistas históricas en estos ámbitos, tan fundamentales para la vida de las familias trabajadoras. Es muy probable que los recortes del gasto vengan acompañados de una nueva subida de impuestos que, de nuevo, recaerá sobre fundamentalmente sobre los asalariados: el copago sanitario, más subidas de las tasas universitarias y otros impuestos indirectos.

rosel_banezEn la hoja de ruta del PP, que ha consolidado su alianza con CiU en su ofensiva contra los trabajadores, también está la intensificación de la represión y los ataques a los derechos democráticos. La salvaje represión policial de los estudiantes en Valencia, que se reprodujo en la manifestación del 29 de febrero en Barcelona, así como el interrogatorio con policías encapuchados en Madrid contra participantes en una protesta contra la reforma laboral, son síntomas evidentes de una escalada represiva contra la creciente oposición social a las medidas del gobierno. A mediados de febrero, Duran i Lleida, portavoz de CiU en el congreso, y Juan Rosell, presidente de la CEOE, instaron al gobierno a abordar “lo más rápidamente posible” el decreto de 1979 que regula el derecho a huelga. Paralelamente, los sectores más reaccionarios del aparato estatal, heredados de una maquinaria represiva sin depurar desde la caída de la dictadura, se sienten cómodos y arropados por el gobierno del PP y su campaña de criminalización contra la juventud y los trabajadores. El aquelarre reaccionario contra el juez Garzón se enmarca dentro de este contexto, aunque el “enemigo” verdadero, como ha dejado claro el jefe de la policía de Valencia, son la juventud y los trabajadores en lucha.

Fracaso de la política del “mal menor”

La convocatoria de la huelga general es una confirmación del fracaso de la política de pactos y consensos; de que la debilidad invita a la agresión. El pasado 25 de enero los dirigentes de CCOO y UGT, siguiendo en la línea de aceptar recortes para supuestamente evitar males mayores, firmaron con la patronal un acuerdo que certificó un nuevo retroceso, al aceptar subidas salariales del 1%. Una concesión más a la que sumar anteriores, como la firma de la “reforma” de las pensiones en enero del 2011 con el PSOE, por el que se ampliaba la edad de jubilación a los 67 años. Con esta política de pactos y concesiones, los dirigentes de CCOO y UGT pensaron que evitarían que el PP legislara brutalmente contra los trabajadores. Pero la experiencia ha derrumbado estrepitosamente esta estrategia.

Las manifestaciones del 19 de febrero en las que millones de trabajadores inundaron las calles de las principales ciudades de todo el país, el impacto causado en las propias estructuras de los sindicatos por la reforma laboral, la campaña de criminalización por parte de la derecha contra los sindicatos de clase y la prepotencia del PP y de los capitalistas en general, han sido una presión demasiado fuerte que ha obligado a los dirigentes de CCOO y de UGT a convocar finalmente esta Huelga General. Otro factor de presión ha sido, sin duda, la convocatoria de huelga general en Euskadi por parte de ELA y LAB (donde constituyen mayoría sindical) y en Galicia, por parte de la CIG, en ambos casos para el 29 de marzo, una iniciativa positiva anunciada pocos días después de que el gobierno del PP aprobara la reforma laboral en el consejo de ministros. El hecho de que, finalmente, CCOO y UGT haya convocado para este día la huelga general en todo el Estado es un hecho también muy positivo ya que favorecerá la necesaria unidad de acción en la lucha, ampliando la repercusión de la huelga en ambas nacionalidades históricas.

barcelona_29f2Sólo una auténtica rebelión social de los trabajadores y la juventud, una lucha contundente, organizada y sostenida en el tiempo, puede parar a la derecha y la patronal.  La Huelga General del 29 de marzo debe marcar el inicio de una ofensiva que se mantenga, extienda y endurezca, con nuevas huelgas generales y acciones unificadas, hasta obligar al PP a retirar su reforma laboral y los recortes sociales. Una Huelga que debe ser organizada democráticamente a partir de asambleas en los centros de trabajo y barrios de todas las localidades y que contemple la perspectiva de la transformación social. Los trabajadores y sindicalistas de El Militante haremos todo lo que esté en nuestra mano para que esta sea un rotundo éxito, pero también exigiremos que el 29 de marzo tenga continuidad y no descarrile en un proceso de negociación con el Gobierno del PP, totalmente estéril, como ocurrió tras la huelga general del 29 de septiembre de 2010.

Para los sectores más conscientes del movimiento obrero la lucha por el éxito de la huelga general tiene que estar ligada a otro objetivo, que es la construcción, en cada empresa, en cada sindicato, de un referente de sindicalismo de clase y combativo. La huelga general y todo el debate que ella envuelve, tiene que ser un punto de apoyo en la lucha por una profunda transformación de nuestras organizaciones sindicales, para convertirlas en herramientas engrasadas y eficaces para hacer frente a la nueva fase en la que ha entrado el capitalismo.

El éxito de la lucha requiere una alternativa política al capitalismo

Tan importante como la convocatoria de la huelga general son los ejes reivindicativos y programáticos con los que se va a organizar y la estrategia general en la que esté enmarcada. La huelga general es una acción fundamentalmente política. Por supuesto que, en sí misma, la convocatoria de la huelga general es tremendamente positiva; desentumece los músculos de la clase obrera; facilita la vinculación de los problemas concretos de cada trabajador, de cada empresa, de cada sector, con la necesidad de encontrar una alternativa general para todos ellos. La convocatoria de la huelga general hará más claro que en el fondo aquí se está librando una batalla fundamental y de clase, entre ricos y pobres. Pero, precisamente por todas estas razones, desde el primer momento, la burguesía lanzará una brutal ofensiva política, ideológica y represiva contra la huelga tratando de desmoralizar y dividir a los trabajadores, minimizando el alcance de su acción y presentándola como un sinsentido. Por supuesto que hay ambiente muy favorable para la huelga y para la lucha, pero, al mismo tiempo, es muy importante responder consecuentemente a la contraofensiva que la derecha lanzará a partir de ahora.

mani_reforma5Un punto crucial de este enfrentamiento es la alternativa política. Uno de los argumentos preferidos por la derecha es el de que “no hay más remedio” que los recortes y lanzan, desafiantes, la pregunta: “¿qué alternativa tenéis?, ¡estamos en una economía de mercado!”. Frente a esto los marxistas del El Militante decimos bien claro y alto que la crisis del capitalismo no se puede resolver con más capitalismo. Sí, hay una forma de acabar con los “desequilibrios presupuestarios” y los “déficit excesivos” realmente eficaz y, además, en beneficio de la gran mayoría de la sociedad: nacionalizando todo el sistema financiero y las empresas estratégicas bajo control obrero y poniendo en marcha un plan de inversiones y producción al servicio de la mayoría de la sociedad, aumentando masivamente el gasto social y suspendiendo el pago de intereses por deuda pública a los grandes bancos y especuladores. Sólo así se podrá implantar una auténtica democracia al servicio de la mayoría, no la actual farsa democrática donde mandan los banqueros. Hay que decir alto y claro que sí se pueden defender los puestos de trabajo, luchar contra el paro, y mantener el gasto social. Para ello hay que acabar con el control asfixiante que los banqueros y los grandes monopolios ejercen sobre la sociedad. Hay que garantizar que los recursos económicos, la tecnología y la ciencia estén al servicio de la mayoría de la población y no subordinadas al máximo beneficio de una pequeña minoría de parásitos. El capitalismo es una amenaza para la humanidad. Hoy más que nunca el auténtico dilema es: socialismo o barbarie.

Únete a la corriente marxista EL MILITANTE y lucha con nosotros por:

  • No a la reforma laboral
  • Ningún recorte  de los gastos sociales
  • Jornada laboral de 35 horas sin reducción salarial
  • Salario mínimo de 1.100 €
  • No a la precariedad. Fijos a los 15 días
  • Subsidio de desempleo indefinido hasta encontrar un empleo
  • Basta de pérdidas de poder adquisitivo. Por una escala móvil precios-salarios
  • En defensa de la sanidad y de la educación pública, basta de recortes y privatizaciones
  • Anulación de las hipotecas abusivas
  • Expropiación bajo control obrero de las empresas que se declaren en quiebra o en suspensión de pagos
  • Nacionalización de la banca, la tierra y los monopolios bajo control obrero y sin indemnización, salvo en caso de necesidad comprobada
  • Impulsar en el seno de CCOO y UGT una fuerte corriente de izquierdas en defensa de un sindicalismo combativo, de clase y democrático

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