Es necesario un plan de lucha contundente para frenar los recortes

El pasado 29 de febrero los trabajadores de la Junta de Castilla - La mancha realizaron una jornada de huelga de 24 horas en contra de los recortes en los servicios públicos que ha aprobado el gobierno de Mª Dolores de Cospedal. Según las cifras de los sindicatos el seguimiento de la huelga fue superior al 80% entre el personal laboral, más del 45% del personal de Educación y Sanidad, más del 35% entre los funcionarios de la Administración general. Los motivos de que la huelga fuera desigual se hallan en la ausencia de una alternativa de lucha clara.

Esta huelga era la respuesta al anuncio realizado por Cospedal el pasado 1 de diciembre. Es decir, la huelga fue convocada tres meses después anunciarse los recortes, eso ha provocado que muchos trabajadores no acudieran a una huelga de un solo día y convocada tres meses después del anuncio de los recortes, muchos entendían que no iba a ser suficiente para frenar los planes de la derecha. Además, el plan de movilizaciones de las direcciones acababa aquí, es decir, después del 29 de febrero no se preveía ningún tipo de movilización más en defensa de los servicios públicos. La demostración más clara de que existe un ambiente brutal en contra de los recortes la pudimos ver en la manifestación de Toledo el día 11 de febrero, ese día más de 20.000 jóvenes y trabajadores se manifestaron contra las medidas del gobierno regional. Igualmente en las manifestaciones convocadas el día de la huelga por la tarde, donde miles de personas respondieron al llamamiento: 5.000 en Albacete, Ciudad Real y Toledo, 3.000 en Guadalajara y Cuenca.
El PP ha vuelto a demostrar su carácter reaccionario, limitando el derechos a la huelga con la imposición de unos servicios mínimos abusivos, algo que se ha repetido en diferentes conflictos como fue el caso de los conductores de autobuses de rutas escolares de la zona de Molina de Aragón, donde de hecho se prohibió hacer la huelga a través de fijar unos servicios mínimos del 100%. Después de la huelga los dirigentes sindicales de CCOO y UGT han hecho otro nuevo llamamiento a la negociación al gobierno regional. Es sorprendente que a estas alturas todavía sigan con la estrategia de la negociación, cuando la derecha ha demostrado una y otra vez en los últimos meses que no tiene ningún interés en negociar nada que sea beneficioso para la clase trabajadora.

Basta ya de hablar, es la hora de luchar

Después de la huelga del día 29 es necesario dar un nuevo paso adelante en la lucha para frenar los planes de recortes del PP. Aparte de la rebaja en las condiciones laborales de los trabajadores del sector público y de los ataques a los servicios públicos, en toda Castilla - La Mancha hay multitud de conflictos abiertos en empresas que dependen de la Junta de Castilla - La Mancha y también de trabajadores de empresas privadas. En las últimas semanas sólo en la provincia de Guadalajara ha habido huelgas y movilizaciones de los trabajadores de TEKNIA en contra de los despidos, de BORMIOLI frente al chantaje patronal y el incumplimiento del convenio colectivo, los trabajadores de El Día y CNC, dos medios de comunicación en los que los periodistas llevan tres meses sin cobrar, los trabajadores de las ambulancias que tampoco cobran y realizaron una acampada en una céntrica plaza de Guadalajara, los trabajadores de GEACAM que se encarga entre otras cosas de la extinción de incendios forestales, las trabajadoras de la residencia de la tercera edad de Jadraque, las empleadas de la limpieza del hospital de Guadalajara, los conductores de autobús de las rutas escolares de la zona Molina de Aragón, etc.
Esta situación pone de manifiesto que los problemas y los intereses de los empleados de la administración pública, de los trabajadores de las empresas privadas y de los usuarios de los servicios públicos son los mismos y, por tanto, se hace más necesario que nunca la organización de un plan de lucha serio para hacer frente a los ataques en todos los sectores, el siguiente paso debe ser la unificación de todos estos conflictos con la convocatoria de una huelga general en Castilla - La Mancha. La lucha no se puede acabar el día después de la huelga, las direcciones de CCOO y UGT tienen que planificar y organizar un calendario ascendente de movilizaciones para dejar claro a la derecha que no estamos dispuestos a aceptar los recortes, que somos más y que podemos pararlos.

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