La sentencia no deja lugar a dudas sobre la actuación de la empresa ya que estima que “no hubo una negociación de buena fe por parte de la empresa, que inició el periodo de consultas con la firme e inquebrantable voluntad de no alterar las pretensiones contenidas en el inicio del procedimiento por despido, y de que estas se ajustaran a los mínimos legales con el menor coste posible, lo que implica una ausencia de buena fe en el deber de negociar que impone el artículo 51.2 del Estatuto de los Trabajadores, y un fraude de ley porque no ha existido propiamente un periodo de consultas”.
Inmediatamente después de conocer el resultado de la sentencia, trabajadores, familiares y amigos se reunían en las instalaciones de la Monroe en Gijón. El ambiente, como no iba a ser menos, era de gran alegría, abrazos, lágrimas de emoción y mucho ánimo por esta victoria, que aunque no significa el fin de la lucha ha sido un soplo de aire fresco que sin duda da nuevas fuerzas para continuar peleando por el mantenimiento de los puestos de trabajo.
Esa es la idea que está en la cabeza de todos los trabajadores y fue la tónica de las intervenciones que se escucharon. En la asamblea, repleta de los trabajadores de Monroe y del Frente de Empresas en lucha entre otros, el presidente del comité de empresa Isaac Piñera (USO), exigía que se haga efectiva la sentencia y que les devuelvan la producción que tenían antes del ERE, actualmente repartida entre las plantas de Gliwice (Polonia) y Ermua (Euskal Herria), ya que no están dispuestos a cobrar quedándose en casa, si no que lo que quieren es volver a producir en Gijón.

La lucha sirve, la lucha sigue

Samuel Fernández (CSI) declaraba que la lucha no se acaba aquí, que la lucha sigue y que los trabajadores han demostrado que hay otra forma de hacer sindicalismo que no pasa por negociar despidos y prejubilaciones. César González (CCOO) insistía en que se seguirá presionando a las instituciones para que la sentencia se cumpla, de cara a evitar el cierre definitivo de la empresa y anunciaba que denunciarán incluso por la vía penal a los responsables de la empresa por todas las irregularidades y fraudes que han cometido para justificar el ERE ahora anulado.
En medio de un ambiente de optimismo y fuerza todas las declaraciones terminaron en grandes ovaciones que expresan esa voluntad de continuar la lucha hasta el final. Desde El Militante compartimos la alegría por esta importante victoria, y estamos seguros de que la misma es el resultado de la lucha ejemplar que han venido desarrollando y que les ha convertido en un referente para otros trabajadores que también están sufriendo los ataques de la patronal. El encierro en la planta, la extensión del conflicto y la creación del Frente de Empresas en crisis*, aunque todavía esté en sus inicios, marcan el camino de futuras movilizaciones obreras en Asturias.
Ahora la pelota está en el tejado de la multinacional Tenneco que, sin duda, no renunciará a los planes de cierre a pesar del fuerte varapalo que supone la sentencia. Por eso los trabajadores tienen por delante meses de nuevas batallas. Estamos seguros de que es posible vencer si continuamos agrupando fuerzas, si nos organizamos para combatir contra la pérdida de puestos de trabajo, contra la lacra del paro, contra la pérdida de derechos laborales y sociales, así como por la defensa de la educación y la sanidad públicas y de calidad. ¡Sí se puede!

* Sobre la formación del Frente de Empresas en crisis, ver El Militante nº 279, de febrero de este mismo año.

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