Durante el pasado mes de diciembre, Estados Unidos llevó a cabo mortales ataques militares en Yemen: bombardeos aéreos en el norte y ataques con misiles crucero en el sur. Murieron gran cantidad de civiles y el incidente del 25 de diciembre en un avión de Northwest Airlines fue utilizado para justificar estas acciones anteriores de Estados Unidos. ¿Por qué después de las derrotas del imperialismo en Iraq y Afganistán vuelven sus ojos a un pequeño país como Yemen? La respuesta del premio Nobel de la paz, Obama, es que hay que luchar contra el terrorismo allá donde se encuentre. Pero tampoco tenemos que olvidar que cada vez que un régimen musulmán apoyado por EEUU tiene problemas, aparece alguna célula de Al Qaeda por allí. Es lo que sucede con Yemen ahora.

Durante el pasado mes de diciembre, Estados Unidos llevó a cabo mortales ataques militares en Yemen: bombardeos aéreos en el norte y ataques con misiles crucero en el sur. Murieron gran cantidad de civiles y el incidente del 25 de diciembre en un avión de Northwest Airlines fue utilizado para justificar estas acciones anteriores de Estados Unidos. ¿Por qué después de las derrotas del imperialismo en Iraq y Afganistán vuelven sus ojos a un pequeño país como Yemen? La respuesta del premio Nobel de la paz, Obama, es que hay que luchar contra el terrorismo allá donde se encuentre. Pero tampoco tenemos que olvidar que cada vez que un régimen musulmán apoyado por EEUU tiene problemas, aparece alguna célula de Al Qaeda por allí. Es lo que sucede con Yemen ahora.

Importancia estratégica

Desde el punto de vista geopolítico Yemen es uno de los países más importantes del mundo gracias a su posición geográfica. El Estrecho de Bab el Mandeb, de 28 kilómetros  de longitud, es de paso obligatorio para los barcos que surcan el Mar Rojo. Más de 3 millones de barriles diarios pasan por el estrecho rumbo al canal de Suez. Además la mayor parte del tráfico de buques mercantes en dirección a China o la UE es por esta zona, así que si EEUU controla militarmente la región puede imponer sus condiciones cuando Rusia, China, la UE, etc. no estén de acuerdo con su política.

El Océano Índico se está militarizando a marchas forzadas y todos (EEUU, Rusia, China, UE ...) quieren tomar las mejores posiciones para el próximo futuro. Y en esta nueva situación Yemen puede jugar un papel crucial.

Situación económica

Este país con 23,8 millones de habitantes es una semicolonia del imperialismo yanqui, que administra el país mediante Ali Abdullah Saleh, quien desde 1978 cumple sus funciones de presidente títere y que ahora se esfuerza para que el imperialismo yanqui le traspase el mandato a su hijo.

Yemen consta de una franja costera semidésertica a lo largo del mar Rojo y de una zona montañosa más húmeda en el interior, donde se desarrolla la agricultura, fundamentalmente sorgo, algodón y el qat. El sur del país es montañoso y seco, carece de ríos permanentes, en los valles y oasis se desarrolla la agricultura y la pesca es un recurso importante.

Más de la mitad de la población se encuentra por debajo del umbral de pobreza según las propias mediciones de los imperialistas: el 45% de la población se encuentra desempleada; el 50% de la población infantil sufre desnutrición; el 54% de los yemeníes son analfabetos y la inflación sobrepasa el 27%. La población ni siquiera tiene acceso al agua potable, en la capital reciben agua cada nueve días mientras en otros sectores simplemente no la reciben; la cuota per cápita de agua potable en Yemen es de apenas 100 metros cúbicos anuales, considerando que la línea de escasez es de 1.000 metros cúbicos al año.

El Banco Mundial considera a Yemen uno de los países con más escasez de agua del mundo. "Cada yemení dispone sólo de 125 m3 anuales, frente a los 2.500 m3 de media en el mundo, o los 1.250 del norte de África. Eso significa que el 80% de los yemenís sufren restricciones de agua.

Su elevada natalidad, la rápida urbanización, el cultivo del qat, hierba narcótica que consume muchísima agua (un tercio del total) y la masiva perforación de pozos hace que la situación hídrica sea dramática.

Las reservas de agua se consumen a un ritmo superior al que se reponen. Yémen gasta 3.500 millones de Hm3 anuales, mientras que sólo capta 2.500 millones de Hm3. En Sanná, situada sobre una meseta a 2.200 metros de altitud, solía encontrarse agua a 20 metros de profundidad. Ahora hay que perforar a más de 200 m. El ritmo de agotamiento de los acuíferos es tal que los expertos temen que la ciudad se quede sin agua dentro de quince años.

Llenar un depósito de agua les cuesta entre entre seis y ocho euros y el gasto de agua viene a representar el 30% del gasto familiar.

En el año 2009, sus ventas de petróleo fueron de 2.000 millones de dólares, frenta a los 4.400 millones de 2008, esto representa el 75% de su presupuesto nacional. La crisis económica también ha afectado a la llegada de dinero procedente de los seis millones de yemeníes en el exterior, con un descenso muy pronunciado. El turismo ha desaparecido como consecuencia de la inseguridad"1[1].

El cultivo del qat no sólo consume ingentes cantidades de agua sino que, además, el qat es una importante fuente de impuestos, y está en el centro de toda la corrupción en Yemen. Alrededor del 50 % de los tributos provienen de este cultivo, pero esto es apenas alrededor de un tercio de las ganancias reales que genera. Todos, desde los cultivadores hasta los máximos funcionarios, están involucrados en el comercio del qat.

Yemen es el país árabe más pobre, pero las multinacionales petroleras ya están afilando sus uñas para intentar hacerse con el control de, según dicen, unas de las reservas petrolíferas y de gas mayores del mundo.

Durante el período de división, los dos Yémenes dependían de una economía rentista; el sur recurría a los soviéticos mientras que el norte miraba hacia los países del Golfo. Tras la unificación de 1990, Yemen se vio azotado por una de sus más severas crisis económicas. Esto se debió en gran parte a que apoyaron la invasión iraquí de Kuwait. Para castigarlos, los saudíes expulsaron a un millón de trabajadores yemeníes y, como resultado, el país perdió no sólo las remesas de sus trabajadores, sino también la ayuda al desarrollo, llevando la economía yemení al borde del colapso.

En 1995 las instituciones financieras internacionales y el gobierno yemení acordaron un programa de reforma para estabilizar la economía. La finalidad de la reforma era financiar inversiones y crear nuevos puestos de trabajo para los desempleados. Pero la ayuda lo que ha permitido es que Saleh se ha mostrado propenso a concentrar las inversiones en manos de sus parientes y de aquellos que profesan una lealtad incuestionable tanto hacia él como hacia su heredero. La corrupción de sus seguidores lo abarca todo. Por eso todos los que tratan de enfrentarse a él deben atenerse a las consecuencias.

Luchas contra el gobierno pro imperialista

Un grupo de resistentes en el norte del país (los houzis) y de separatistas en el sur amenazan esta estabilidad ficticia del país. Por eso los imperialistas están tan preocupados. Si un movimiento revolucionario derroca a Saleh, esto podría tener un impacto en toda la región y animar a los resistentes que luchan dentro de los Estados pro-imperialistas de la zona, particularmente contra el régimen feudal de Arabia Saudí.

Los motivos de la lucha contra el gobierno no son los mismos: los houzis quieren autonomía para su región, pero los combatientes del Sur quieren la independencia y volver a la situación anterior a 1990 que fue cuando se firmó la unificación. Tampoco el fondo de la lucha es el mismo. Mientras los huozis se consideran los herederos de los regímenes feudales anteriores a la proclamación de la república en 1962, los yemeníes del sur luchan por recuperar parte de lo que perdieron con la unificación:

Yemen es un país con una historia milenaria. En 1839, el puerto de Aden, dada su importancia estratégica, es ocupado por los británicos que van incrementando sus posesiones a lo largo del Mar de Omán. Yemen del Sur y el puerto de Aden sirven para acoger a los expulsados de la India por luchar contra la ocupación británica. El imperio británico había hecho de la ciudad de Adén, sin quererlo, un centro de las ideas socialistas y revolucionarias, al deportar allí a militantes comunistas y nacionalistas de la India.

En 1967 los movimientos independentistas hacen huir a los colonos británicos y dos años después nace la República Democrática Popular de Yemen. La gobierna el Partido Socialista Yemení, una coalición de diversos elementos progresistas: comunistas, nacionalistas, liberales, baazistas procedentes de Siria o Iraq... Todos éstos se aglutinan bajo el Partido Socialista.

 

Yemen del Sur

 

Yemen del Sur se convierte entonces en el Estado árabe más progresista de la región y conoce sus mejores años con una reforma agraria, sanidad y educación universales, igualdad entre los sexos ... Sin embargo, el Partido Socialista sigue estando compuesto de muchos elementos tanto proletarios como pequeño burgueses. Los comunistas mantienen una cierta cohesión en el partido, gracias al apoyo de la URSS. El partido sufre tres sangrientas luchas internas y la última le será fatal[2]. La mayoría de los cuadros ideológicos que dirigían el partido son asesinados y el ala pequeñoburguesa se pone a la cabeza del movimiento en un momento en que el apoyo de la URSS desaparece y plantea la reunificación con Yemen del Norte.

Esta reunificación no se da sin lucha y hay una sangrienta guerra civil en 1994 a escala total, "con la participación de todos los grupos yihadistas y Osama bin Ladin, que prestó su apoyo a Ali Saleh. Aplastaron a los sureños, no sólo militarmente, sino también su cultura y su economía. Se apoderaron de las tierras, robaron propiedades urbanas, obligaron a las mujeres a velarse de la cabeza a los pies (‘Si no lo hacíamos nos llamaban prostitutas y se perpetraron muchas violaciones. Nos brutalizaron', me dijo en Aden una mujer con la cara descubierta)[3]

Continúa la opresión de los sureños

Ahora el sur de Yemen está en ebullición desde hace meses con el trasfondo de reivindicaciones sociales y políticas. Sus habitantes denuncian ser objeto de discriminación por parte del gobierno de Yemen, que se queda con todas las riquezas. Esto está provocando numerosas huelgas desde 2006. Las noticias de enfrentamientos con la policía, huelgas y movilizaciones constantes. El número de muertos se dispara. Desde el inicio de la lucha en el Sur ha habido centenares de muertos y miles de desplazados de sus zonas de residencia. Alguna muestra de las luchas y la represión:

- "Al menos quince personas, entre ellas cinco agentes, resultaron heridas y 23 fueron detenidas en los choques que libraron hoy la Policía y separatistas del sur del Yemen.

(...) Durante las redadas, la Policía, apoyada por unidades del Ejército, irrumpió en viviendas y en sedes de los seguidores del movimiento separatista, donde, según las fuentes, se escondían hombres armados, acusados de participar en ataques y disturbios.

(...) Los separatistas abogan por la secesión de Yemen del Sur de Yemen del Norte y acusan al Gobierno central, liderado por el presidente Alí Abdalá Saleh, de discriminar a los ciudadanos de las provincias meridionales" (EFE 6-3-10).

La idea de la conexión de los yemeníes del Sur con Al-Qaeda no se sostiene como se ve en esta noticia de un periódico árabe:

- "Enfrentamientos estallaron el domingo, entre miembros de la oposición separatista del Yemen del Sur durante una huelga general para protestar contra los intentos del gobierno central de vincularles con a Al-Qaeda, dijo un funcionario de seguridad.

"Los testigos dijeron que los enfrentamientos estallaron en la ciudad de Dhale, 220 km al sur de Sanaa, cuando las fuerzas de seguridad trataron de obligar a los propietarios de tiendas a abrir las puertas de sus tiendas.

"La huelga general fue convocada para protestar contra la opresión del gobierno, así como las medidas adoptadas en contra de un diario, dijeron activistas y testigos.

"La huelga fue total en todas las provincias meridionales de Dhale, Lahaj, Shabwa y Abyan, todas las tiendas estaban cerradas y el transporte terrestre quedo detenido, dijeron testigos.

"Abdo Al-Maatari, uno de los líderes de los manifestantes en el sur, dijo que la protesta de medio día estaba orientada a protestar en contra de ‘la opresión del gobierno central'.

‘Esta protesta se confirma que estamos adoptando medios civilizados y pacíficos con respecto a la cuestión del sur. Es una respuesta práctica a los que trataron falsamente de vincular a nuestro movimiento con Al-Qaeda', dijo".

En su artículo Tariq Ali narra otras muestras de la represión a la que se ven sometidos los yemeníes del Sur y cómo el gobierno intenta desviar la atención a Al-Qaeda para una posible intervención militar de EEUU si la situación no se estabiliza. Pero los yemeníes han respondido con huelgas generales contra este intento de vincularles a Al-Qaeda.

Los imperialistas no pueden permitir que Yemen, como Somalia, sea un "Estado fallido" y van a tratar, por todos los medios, de militarizar la zona. Sólo la lucha de los trabajadores y jóvenes de la Península Arábiga contra sus gobiernos reaccionarios y por la formación de una federación socialista árabe pondría los recursos de la zona para el beneficio de la mayoría de la población.



1. ¿La felicidad yemení? Edmundo Fayanás Escuer, Rebelión, 29-03-2010

2-Ver el artículo de Tariq Ali en Rebelión: El Yemen infeliz, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=102777).

3- Ibid.

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