¡Hay que levantar un movimiento internacionalista de masas!

El genocidio sionista perpetrado en Gaza sigue centrando la atención política del mundo. Una masacre que se ha cobrado la vida de más de 70.000 personas[1] y de decenas de miles más por frío, hambre o falta de medicinas, en su mayoría niños y mujeres, ha dejado cientos de miles de heridos y ha desplazado forzosamente a 1,9 millones de palestinos y palestinas. Una violencia que ha convertido hogares en ruinas y ha aplastado las necesidades más básicas de la población con las más de cien mil toneladas de bombas lanzadas por el ejército israelí, cuatro veces más que los bombardeos nazis sobre Londres durante la Segunda Guerra Mundial.

El proyecto del Gran Israel avanza con el apoyo del imperialismo occidental

Por si esta devastación no fuera suficiente, Netanyahu y sus secuaces de extrema derecha con el respaldo entusiasta del Gobierno de Donald Trump, quieren llevar hasta las últimas consecuencias el plan de limpieza étnica y de expulsión de los gazatíes de sus territorios. La ocupación militar permanente de Gaza, la demolición de cientos de casas palestinas de Cisjordania y las masacres que el ejército y las bandas de colonos armados están llevando a cabo, la hambruna impuesta a través del bloqueo total de suministros, todo este holocausto, se desarrolla ante los ojos del mundo sin que ninguna potencia capitalista mueva un dedo.

El 5 de mayo, el Gobierno asesino de Israel, por boca de Benjamín Netanyahu, avanzaba en su determinación de culminar la estrategia de exterminio con estas palabras que, a nadie se le escapa, evocan el régimen nazi: “Es hora de dar los pasos finales”. Anunciaba así su particular “solución final” para conquistar definitivamente Gaza, formalizar su ocupación, establecer un Gobierno militar, “reubicar” y desplazar a campos de concentración a la población, aplicando el plan de Trump para expulsar de sus tierras a dos millones de palestinos. Decenas de miles de reservistas de las FDI han sido llamados a filas para este fin.

A la devastación criminal de Gaza hay que añadir que Netanyahu y sus secuaces de extrema derecha con el respaldo entusiasta de Donald Trump, quieren culminar el plan de limpieza étnica y de expulsión de los gazatíes de sus territorios.

Se sienten tan impunes que ya ni se esconden. Es la primera vez que Netanyahu afirma públicamente que su prioridad es anexionarse Gaza. El ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, ha afirmado que Gaza será totalmente destruida y la población desplazada masivamente a terceros países. El de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, ha defendido públicamente acabar con todo el suministro eléctrico y bombardear a aquellos que pretendan suministrar comida y productos imprescindibles para la vida humana.

El holocausto palestino se sigue llevando a cabo, cada vez de forma más atroz y arrolladora. Jaleado por la extrema derecha internacional, con su führer Donald Trump al frente, Netanyahu avanza sin ningún tipo de compasión. La peor masacre del siglo XXI se desarrolla con el consentimiento de los Gobiernos de las potencias “democráticas” y el silencio cómplice de la socialdemocracia occidental.

El plan de Trump: limpieza étnica para controlar Oriente Medio

La destrucción de Gaza ha venido acompañada de numerosas provocaciones de Netanyahu para imponer su ansiado proyecto del Gran Israel teocrático y totalitario, de la invasión del sur del Líbano y de ataques militares contra Irán. Saben que son una fuerza imprescindible en los planes de Washington en su lucha por mantener la supremacía mundial frente a China y Rusia. Y el golpe que han descargado en Siria  demuestra la determinación israelí y norteamericana por no dejarse arrebatar el control de un área fundamental.

El regreso de Trump a la Casa Blanca ha supuesto un paso más en la estrategia del imperialismo estadounidense de apoyar incondicionalmente a Israel como su principal aliado en la lucha por recuperar y fortalecer su poder en Oriente Medio. Los reiterados bombardeos de la aviación norteamericana contra las milicias hutíes en Yemen y las constantes amenazas de Trump de aplastar militarmente la resistencia palestina, justo en el momento en que Netanyahu sigue masacrando a la población y destruyendo a bombazo limpio lo poco que queda en pie de Gaza, dejan muy claro que la crueldad del régimen sionista tiene en el presidente norteamericano a un fanático seguidor.

Trump está llevando a las últimas consecuencias el apoyo militar, financiero y diplomático brindado por Biden y los Demócratas a los sionistas. En un contexto en que las políticas económicas que ha desplegado, empezando por los aranceles, no están cosechando resultados satisfactorios en su objetivo de enfrentar y frenar el desarrollo de China como potencia hegemónica mundial, la Casa Blanca, muy golpeada también por su fracaso estrepitoso en la guerra de Ucrania, ha decidido que era el momento de que Netanyahu rompiera la tregua y tratara de implementar ya la “solución final” para el pueblo palestino.

El regreso de Trump a la Casa Blanca ha supuesto un paso más en la estrategia del imperialismo estadounidense de apoyar incondicionalmente a Israel como su principal aliado en la lucha por recuperar y fortalecer su poder en Oriente Medio. 

Netanyahu ha cogido con las dos manos el plan presentado por Trump el pasado febrero, cuando defendió abiertamente completar la limpieza étnica, deportar a los palestinos y convertir Gaza en un resort de lujo. Tras la ruptura de forma unilateral por parte de Israel del alto el fuego, hecho a medida del sionismo y del imperialismo estadounidense, Netanyahu prohibió la ya de por sí insuficiente entrada de cualquier tipo de ayuda humanitaria.

Casi dos meses de bloqueo impuesto a sangre y fuego, con episodios como el infame bombardeo con drones a la Flotilla de la Libertad, ha colocado a Gaza, según el Comité Internacional de la Cruz Roja, “al borde del colapso total”. El 91% de la población sufre de “inseguridad alimentaria”, es decir, la hambruna está segando la vida de miles y miles de personas. El rostro de los niños y niñas palestinas desnutridas muestra la inhumanidad del ente sionista.

Netanyahu se prepara ahora para ocupar íntegramente la Franja de Gaza de la que de facto ya se ha anexionado un 30%. Según la ONU, la población palestina actualmente solo puede moverse por un tercio del territorio. Los campos de refugiados son  bombardeados constantemente por la aviación sionista, mientras Netanyahu y sus secuaces  profundizan su agresión colonialista contra Cisjordania.

En el sur, el 5 de mayo el Gobierno israelí derribó la mayor parte del pueblo de Khallet al-Daba, en la zona de Masafer Yatta. Se trata de la mayor demolición realizada en la región. Meses antes los colonos habían atacado violentamente el pueblo e incendiado varias casas. Los asentamientos de colonos sionistas y la expulsión de miles de palestinos se multiplican. En el interior, Netanyahu impone un régimen de terror nazi contra la disidencia, basándose en un aparato del Estado cada vez más fascistizado y en miles de sus seguidores ultraderechistas, cada vez más armados.

Los sionistas nunca habían visto su sueño del Gran Israel tan cerca.

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En estos casi dos años de genocidio sionista ha quedado claro quiénes son los aliados del pueblo palestino: los oprimidos y oprimidas, la juventud y la clase trabajadora que ha inundado por millones las calles de todo el mundo. 

Esta masacre contra el pueblo palestino y la impunidad de que goza el sionismo también señala a los Gobiernos capitalistas del mundo árabe, esos regímenes corruptos y serviles con Washington y Bruselas que hambrean a sus pueblos y desprecian las masivas movilizaciones contra el genocidio que se han sucedido en sus países. Y, aunque a un sector de la izquierda no le guste, el genocidio palestino interpela directamente a Putin y Xi Jinping, siempre dispuestos a realizar declaraciones y presentar resoluciones a favor del pueblo palestino, pero que en los hechos mantienen a toda máquina las relaciones comerciales y diplomáticas con Israel.

China es el segundo socio comercial de Israel, y al igual que Rusia no solo no han movido un dedo por evitar esta masacre, sino que han reforzado sus vínculos económicos con Israel y el resto de países capitalistas de Oriente Medio. Ningún boicot a los productos israelíes, ninguna ruptura de relaciones diplomáticas, ningún llamamiento a las poblaciones árabes para levantarse contra sus Gobiernos e impulsar la lucha revolucionaria contra el sionismo. Nada de eso. Moscú y Beijing optan por la realpolitik, y de esta manera asfaltan el camino al sionismo y sus planes. ¿Qué importancia tiene el pueblo palestino ante los intereses de los grandes monopolios rusos y chinos, y el Gran Juego imperialista para dominar Oriente Medio?

La hipocresía cómplice del Gobierno PSOE-Sumar

Toda esta matanza se está ejecutando con la complicidad criminal de la Unión Europea y los diferentes Gobiernos occidentales. Y no solamente los de la derecha y extrema derecha, ayer antisemitas y hoy defensoras acérrimas del sionismo, sino también los dirigidos por la socialdemocracia, como vemos en el Estado español.

Pedro Sánchez es un maestro de los gestos vacíos y cínicos, como reconocer el Estado palestino y poner tweets contra la matanza sionista. La extrema derecha pone el grito en el cielo por ello. Pero el punto fundamental es que el Gobierno del PSOE y Sumar mantiene todas las relaciones económicas, militares y diplomáticas con Israel, y ha legitimado la represión policial y judicial contra las acampadas universitarias y la infiltración policial en asociaciones propalestinas.

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Toda esta matanza se está ejecutando con la complicidad criminal de la Unión Europea y los diferentes Gobiernos occidentales, también los dirigidos por la socialdemocracia, como vemos en el Estado español. 

Un reciente informe del Centre Delàs d’Estudis per la Pau[2] ha desvelado que desde el inicio del genocidio sionista, en octubre de 2023, el Ejecutivo español ha adjudicado 46 contratos a industrias militares israelíes por más de mil millones de euros (diez de ellos pendientes de formalizar). Esto demuestra que el Gobierno PSOE-Sumar miente descaradamente cuando niega que siga el comercio armamentístico con Israel. A esto hay que añadir que puertos españoles, con la base naval de Rota a la cabeza, han servido para enviar municiones y otros suministros militares a Israel, a pesar de que se afirmó que no se estaba haciendo tal cosa. El reciente anuncio de Pedro Sánchez de cara a la galería para rescindir uno de esos diez contratos pendientes no cambia la esencia cómplice de su política, que Sumar está aceptando plenamente.

A todo esto hay que añadir el aumento de más de 10.000 millones de euros en el presupuesto militar, superando los 40.000 millones y alcanzando el 2,5% del PIB. Esta ola belicista que recorre la UE, jaleada y encabezada por la socialdemocracia, es una firme apuesta de la clase dominante occidental en un contexto de lucha interimperialista y previsibles movilizaciones populares ante el empobrecimiento y degradación constante de las condiciones de vida. Y el Estado sionista es una pieza clave en estos planes y por eso mantienen con tanta intensidad los vínculos políticos, económicos y militares con Tel Aviv.

La experiencia demuestra que el rearme belicista no tiene nada que ver con la defensa de la democracia, sino con el combate al enemigo interior, esto es, a la clase obrera y la juventud. Israel es un ejemplo para la clase dominante europea de cómo hay que hacer las cosas en un momento determinado. No es una exageración. Se están preparando a fondo para una feroz lucha de clases. La pervivencia del capitalismo es esto: totalitarismo, genocidios, guerra y barbarie imperialista.

Levantar un movimiento internacional de masas para frenar el genocidio

En estos casi dos años de genocidio sionista ha quedado claro quiénes son los aliados del pueblo palestino: los oprimidos y oprimidas, la juventud y la clase trabajadora que ha inundado por millones las calles de todo el mundo.

Las manifestaciones multitudinarias y numerosas acciones de protesta se han extendido desde los países árabes a EEUU, Europa y otros continentes mostrando la fuerza y disposición que existe para levantar un gran movimiento internacional de solidaridad con el pueblo palestino y frenar este holocausto que están llevando adelante Nentanyahu y Trump.

En el Estado español el movimiento estudiantil, los sectores más combativos del movimiento obrero y centenares de miles de trabajadoras y trabajadores también hemos mostrado nuestra disposición a luchar. Pero los dirigentes de CCOO y UGT, como sus homólogos europeos, están tan cómodos en sus despachos y viven tan bien con sus opulentos salarios pagados por el Estado, que no solamente han rechazado convocar una huelga general por Palestina, exigiendo al Gobierno la ruptura total de relaciones económicas y diplomáticas con Israel, sino que se han mostrado firmes partidarios de los presupuestos militaristas y del sometimiento a la OTAN.

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En el Estado español el movimiento estudiantil, los sectores más combativos del movimiento obrero y centenares de miles de trabajadoras y trabajadores también hemos mostrado nuestra disposición a luchar. 

La tarea de los activistas, sindicalistas y militantes combativos, de los y las trabajadoras y jóvenes que no nos resignamos a aceptar un futuro de guerra, reacción y miseria al que nos quieren llevar, es clara. Tenemos que impulsar la organización, la movilización y las acciones de masas para romper esta paz social que nos han impuesto.

Llamamos a participar activamente en las manifestaciones que se organizarán en las próximas semanas y de manera inmediata este sábado 10 de mayo en la de Madrid, desde Atocha a Sol, para exigir el fin del genocidio sionista, la ruptura inmediata de relaciones con Israel y el embargo de armas.

¡Alto al genocidio sionista. Palestina vencerá. Por la Federación Socialista de Oriente Medio!

¡Ni un euro ni una bala para la guerra imperialista y el régimen nazisionista de Netanyahu!

¡No a los presupuestos militaristas. Salida inmediata de la OTAN!

¡Si quieres la paz, lucha por el socialismo!

 

Notas:

[1] Estudio de The Lancet: Un estudio aumenta en un 70% el número de muertes en Gaza respecto a las contabilizadas por Hamás

[2] Informe 72: Beneficio colateral. Relaciones armamentísticas entre España e Israel desde el 7 de octubre de 2023

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