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Por tercera semana consecutiva miles de jóvenes hemos salido a las calles de toda Catalunya. La huelga convocada por el Sindicat d’Estudiants el 30 y 31 de octubre ha sido un rotundo éxito: aulas vacías en institutos, que han secundado el paro por encima del 85%, y lo mismo en decenas de facultades. En las calles de Barcelona y del resto de las capitales catalanas, miles de gargantas han vuelto a clamar las consignas que el movimiento ha popularizado en estas semanas: Ni un pas enrere i Els carrers serán sempre nostres!

La manifestación de Barcelona ha transcurrido en un ambiente eléctrico y combativo, donde hemos dejado claro cuál es nuestra posición ante lo ocurrido: “Llibertat presos polítics”, “Els carrers seran sempre nostres”, “Som república”, “La nostra sentència, independència!”, “Li diuen democràcia i no ho és!”, “Catalunya Antifeixista!”, “Fora les forces d'ocupació”, “Vaga general”, “Aqueste judici és una farsa”. Además, hemos contado con el inestimable apoyo y participación de trabajadores y trabajadoras como los compañeros de Bombers per la República que se han dirigido a la manifestación para felicitar a la juventud por nuestro papel en este movimiento.

Desde que se conoció la infame sentencia del Procés, el pueblo de Catalunya ha protagonizado un levantamiento pacífico y masivo por el derecho a decidir y contra un régimen político que sólo sabe responder con porras, pelotas de goma y encarcelamientos a nuestras demandas. Manifestaciones multitudinarias que han convocado a millones de personas, entre las que cabe destacar la huelga general masiva el viernes 18 de octubre y la movilización con más de un millón del sábado 26, dan muestras de la profundidad de un movimiento que no va a ser doblegado por la represión ni por ninguna campaña de criminalización por más feroz que sea.

La juventud ha estado a la cabeza de este gran movimiento como no podía ser de otra manera. Un sistema capitalista, y un régimen político que acepta todas sus reglas, que privatiza la enseñanza y deteriora nuestras condiciones de estudios a base de recortes salvajes, nos condena al desempleo, a los trabajos basura con salarios miserables, a la falta de vivienda pública y nos cierra cualquier horizonte de un futuro digno… sólo sabe emplear la violencia más brutal contra los que nos manifestamos por nuestros derechos. ¡Este sistema y este régimen carecen de cualquier legitimidad ante nosotros!

Por eso, desde el poder económico y político se nos criminaliza de una manera vergonzosa, ocultando realmente quién ejerce la violencia sistémica contra la juventud. Y en esta campaña de criminalización, ahora se dedican horas en las televisiones, portadas de periódicos y tertulias radiofónicas a los enfrentamientos que se produjeron en la Pompeu Fabra entre piquetes de estudiantes que llamaban a la huelga indefinida y otros que querían entrar a dar clases.

Esos mismos medios se han cuidado mucho de minimizar nuestras grandes movilizaciones. Apenas unos segundos en los reportajes televisivos y unos renglones en las informaciones de prensa. ¿Acaso esto es informar verazmente de lo que preocupa a la juventud catalana? Cuando cientos de miles estamos en las calles protagonizando una movilización sin precedentes, su repercusión en los medios de comunicación es menor que cualquier episodio frívolo de la vida de una modelo o un cantante de moda. Tan sólo les interesa mostrar una foto fija de contenedores quemados. ¡Es una vergüenza!

Desde el Sindicat d’Estudiants rechazamos este doble rasero, este método hipócrita de contar la realidad que tiene una clara función política: desprestigiar nuestra lucha y criminalizarla.

Como organización de izquierdas, combativa y comprometida con la causa de la república y el derecho de autodeterminación, el Sindicat d’Estudiants se basa en métodos democráticos. Nuestros militantes y activistas nunca se ponen capuchas ni se embozan. No tenemos nada que ocultar. Nuestro programa es claro y nunca lo hemos escondido. Y nuestras movilizaciones se construyen mediante la participación democrática, en asambleas que debaten y votan la huelga en las clases, mediante la distribución de decenas de miles de hojas donde exponemos nuestras razones y la convicción de que nuestra causa es justa.

Continuar la lucha hasta vencer

Todo esto ha sido ocultado conscientemente, para acusar impunemente al pueblo y a la juventud catalana de ejercer una “violencia” compulsiva, intentando aislar nuestra lucha y evitar que ésta se extienda al resto de la población del Estado.

El pueblo de Catalunya ha desnudado a un régimen que arrastra gravísimas taras autoritarias y reaccionarias, y que durante años nos ha golpeado con recortes sociales sangrantes, desahucios, paro crónico, empleos basura y salarios miserables, privatización de la enseñanza y la sanidad públicas… Por eso es una completa sandez calificar nuestra lucha como una “maniobra de las élites”, como hacen muchos intelectuales y dirigentes de la izquierda española apoltronada.

Estas jornadas históricas han puesto de manifiesto otro hecho: existe un choque creciente entre los centenares de miles de jóvenes, trabajadores y amplios sectores de la población que queremos llevar hasta el final la lucha por una república, y el programa de la derecha catalanista que tiene un peso decisivo en el Govern, y también el de aquellas formaciones, como ERC, que buscan un acuerdo con el Estado y el gobierno del PSOE para vaciar las calles y

Por eso es necesario que la izquierda combativa de Catalunya, política y sindical, junto al resto de colectivos y movimientos sociales, levantemos un plan de movilizaciones unificado y prolongado en el tiempo, con un calendario claro de huelgas generales que genere el apoyo masivo de la población.

Para lograr una respuesta de esta envergadura debemos dejar claro que luchamos por una república socialista en beneficio de los explotados y los excluidos, y no para que continúe en el poder la oligarquía económica de siempre, aunque se envuelva con la Estelada. Una república de los trabajadores y la juventud, que nacionalice las palancas fundamentales de la economía, y que ponga definitivamente fin a la pesadilla de los recortes, a la falta de vivienda pública y asequible, a la precariedad y los salarios de hambre, a la violencia patriarcal y la destrucción del medio ambiente. Así también convenceremos a los trabajadores y la juventud del resto del Estado, y a muchos otros en Catalunya, de que esta república y esta causa es la suya.

Milers de joves als carrers convocats pel Sindicat d’Estudiants. Contra la repressió, per la república dels treballadors i el jovent!

Per tercera setmana consecutiva milers de joves hem sortit als carrers de tota Catalunya. La vaga convocada pel Sindicat d’Estudiants el 30 i 31 d'octubre ha estat un rotund èxit: aules buides i desenes de milers d'estudiants que han secundat l'aturada per sobre del 85%. Als carrers de Catalunya, milers hem tornat a clamar les consignes que el moviment ha popularitzat en aquestes setmanes: Ni un pas enrere i Els carrers seran sempre nostres!

La manifestació de Barcelona ha transcorregut en un ambient elèctric i combatiu, on hem deixat clar quina és la nostra posició front l'ocorregut: “Llibertat presos polítics”, “Els carrers seran sempre nostres”, “La nostra sentència, independència!”, “Li diuen democràcia i no ho és!”, “Catalunya Antifeixista!”, “Fora les forces d'ocupació”, “Vaga general”, “Aquest judici és una farsa”. A més hem comptat amb l'inestimable suport i participació de treballadors i treballadores com els companys de Bombers per la República que s'han dirigit a la manifestació per felicitar el jovent pel nostre paper en aquest moviment.

Des que es va conèixer la infame sentència del Procés, el poble de Catalunya ha protagonitzat un aixecament pacífic i massiu pel dret a decidir i contra un règim polític que només sap respondre amb porres, pilotes de goma i empresonaments a les nostres demandes. Manifestacions multitudinàries que han convocat a milions de persones, entre les quals cal destacar la vaga general massiva del divendres 18 d'octubre i la mobilització amb més d'un milió del dissabte 26, donen mostres de la profunditat d'un moviment que no serà doblegat per la repressió ni per cap campanya de criminalització per més feroç que aquesta sigui.

El jovent hem estat al capdavant d'aquest gran moviment com no podia ser d'una altra manera. Un sistema capitalista, i un règim polític que accepta totes les seves regles, que privatitza i deteriora l'ensenyament públic a base de retallades salvatges, ens condemna a l’atur, a la precarietat amb salaris miserables, a la falta d'habitatge públic i ens tanca qualsevol horitzó d'un futur digne… només sap emprar la violència més brutal contra aquells que ens manifestem pels nostres drets. Aquest sistema i aquest règim no tenen cap tipus de legitimitat per nosaltres!

Per això, des del poder econòmic i polític se'ns criminalitza d'una manera vergonyosa, ocultant realment qui exerceix la violència sistèmica contra el jovent. I en aquesta campanya de criminalització, ara es dediquen hores en les televisions, portades de diaris i tertúlies radiofòniques als enfrontaments que es van produir en la UPF entre piquets d'estudiants que cridaven a la vaga indefinida i uns altres que volien entrar a fer classes.

Aquests mateixos mitjans s'han preocupat molt de minimitzar les nostres grans mobilitzacions. Només dediquen uns segons en els reportatges televisius i unes línies en la premsa escrita. És això informar veraçment d’allò que preocupa el jovent de Catalunya? Quan centenars de milers som als carrers protagonitzant una mobilització sense precedents, la seva repercussió en els mitjans de comunicació és menor que qualsevol episodi frívol de la vida d'un personatge públic de moda. Tan sols els interessa mostrar una foto fixa de contenidors cremats. És una vergonya!

Des del Sindicat d’Estudiants rebutgem aquesta doble moral, aquest mètode hipòcrita d’explicar la realitat que té una clara funció política: desprestigiar la nostra lluita i criminalitzar-la.

Com a organització d'esquerres, combativa i compromesa amb la causa de la república i el dret d'autodeterminació, el Sindicat d’Estudiants es basa en mètodes democràtics. Els nostres militants i activistes mai ens posem caputxes ni ens cobrim la cara. No tenim res a ocultar. El nostre programa és clar i mai l'hem amagat. I les nostres mobilitzacions es construeixen mitjançant la participació democràtica, en assemblees que debaten i voten la vaga en les classes, mitjançant la distribució de desenes de milers d’octavetes on exposem les nostres raons i la convicció que la nostra causa és justa.

Continuar la lluita fins a vèncer

Tot això ha estat ocultat conscientment, per acusar impunement el poble i el jovent de Catalunya d'exercir una “violència” compulsiva, intentant aïllar la nostra lluita i evitar que aquesta s'estengui a la resta de la població de l'Estat.

El poble de Catalunya ha desemmascarat un règim que arrossega gravíssimes tares autoritàries i reaccionàries, i que durant anys ens ha colpejat amb retallades socials sagnants, desnonaments, atur crònic, treballs precaris i salaris miserables, privatització de l’educació i la sanitat públiques… Per això és una completa bajanada qualificar la nostra lluita com una “maniobra de les elits”, com fan molts intel·lectuals i dirigents de l'esquerra espanyola acomodada.

Aquestes jornades històriques han posat de manifest un altre fet: existeix un xoc creixent entre els centenars de milers de joves, treballadors i amplis sectors de la població que volem portar fins al final la lluita per una república, i el programa de la dreta catalanista que té un pes decisiu en el Govern, i també el d'aquelles formacions, com a ERC, que busquen un acord amb l'Estat i el govern del PSOE per buidar els carrers i tornar a una “normalitat” per fer la mateixa política de sempre.

Per això és necessari que l'esquerra combativa de Catalunya, política i sindical, juntament amb la resta de col·lectius i moviments socials, aixequem un pla de mobilitzacions unificat i prolongat en el temps, amb un calendari clar de vagues generals que generi el suport massiu de la població.

Per aconseguir una resposta d'aquesta envergadura hem de deixar clar que lluitem per una república socialista en benefici dels explotats i explotades, i no perquè continuï en el poder l'oligarquia econòmica de sempre, encara que s'emboliqui amb l'Estelada. Una república dels treballadors i el jovent, que nacionalitzi les palanques fonamentals de l'economia, i que posi definitivament fi al malson de les retallades, a la falta d'habitatge públic i assequible, a la precarietat i els salaris de misèria, a la violència patriarcal i la destrucció del medi ambient. Així també convencerem els treballadors i el jovent de la resta de l'Estat, i a molts altres a Catalunya, que aquesta república i aquesta causa és també la seva.

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