El Tripartit ha anunciado una reforma del IRPF que afectará al tramo autonómico de las rentas más altas. Esta medida forma parte de los paquetes "de ajuste" aprobadas por el Govern para reducir el déficit de la Generalitat.

El Tripartit ha anunciado una reforma del IRPF que afectará al tramo autonómico de las rentas más altas. Esta medida forma parte de los paquetes "de ajuste" aprobadas por el Govern para reducir el déficit de la Generalitat.

Entre las medidas anunciadas se encuentra un descenso del 5% del salario de los maestros y profesores de los centros educativos privados-concertados, un 3,21% para los centros sanitarios y un 1,8% para los que prestan servicios sociales (como los geriátricos), también privados concertados. Como explicamos en El Militante nº239, los marxistas nos oponemos a los conciertos, pero no defendemos el deterioro de las condiciones laborales de sus trabajadores, sino la integración de estos centros a la red pública. En todo caso, la medida aprobada por el Tripartit, que superficialmente podría pasar por progresista, no afectará a la continuidad de los conciertos, sino a los trabajadores de estos centros, cuyas condiciones eran ya peores que las de los trabajadores homólogos de centros públicos.

Además el Govern ha anunciado un recorte en Sanidad y Dependencia de 316,1 millones de euros; otro de 531,1 en inversiones públicas; una reducción de un 10% en las partidas para personal sustituto de la administración pública y horas extraordinarias (excepto maestros y personal sanitario) y un recorte de la mitad de las reposiciones de las jubilaciones en el personal docente, sanitario y de emergencia y de un 10% en el resto de los funcionarios. Más allá de la publicidad desplegada acerca de la reducción de los sueldos de los altos cargos y de la reducción de dietas por asistir a reuniones de consejos de administración, lo cierto es que el grueso de las medidas del Govern, complementarias a las anunciadas por Zapatero, supondrán un deterioro aún mayor de las condiciones laborales de los funcionarios.

Estas medidas llegan sin embargo en un momento de tremenda debilidad para el PSC ya que todas las encuestan apuntan a un desplome del voto socialista en las elecciones que se celebrarán en noviembre. De hecho, por primera vez, las encuestas señalan la posibilidad de que el PSC pierda el Ayuntamiento de Barcelona, algo inédito desde el final de la dictadura. No es casualidad que ante esta situación y las protestas de los socios del PSC en el Tripartit, ICV y ERC, el Govern haya anunciado también el incremento del IRPF en las rentas más altas. Sin embargo, debemos señalar que se trata de una medida absolutamente descafeinada: Para las rentas superiores a 120.000 euros se aumentará el impuesto en dos puntos (afectará a 19.500 contribuyentes) y para las rentas superiores a 175.000 euros el aumento será de cuatro puntos (afectará a 7.500): ¡En total 75 millones de euros! No es de extrañar que el conseller Castells, que se oponía a esta medida alegando una posible fuga de capitales, diera su brazo a torcer. Es pura propaganda que dejará intactas las grandes fortunas y que ni si quiera está claro que finalmente se aplique porque dependerá de la voluntad del nuevo Govern que sala elegido tras las elecciones.

La posición de ICV y ERC en este debate ha sido vergonzosa. Han acatado el recorte, tanto el de Zapatero como el de Montilla apelando a la "responsabilidad" y la única diferencia esgrimida ha sido la cuantía de euros que debía ser el límite para subir el IRPF: ICV defendía que fuera de 100.000 euros en vez de los 120.000 finalmente aprobados. Como ironizaba Castells: "¿Veis como hay buena armonía en las cosas importantes?"

Cada día que pasa se hace más necesaria la huelga general en Catalunya y en todo el Estado. El 31 de mayo, Avalot (el área de juventud de la UGT de Catalunya) aprobó una resolución exigiendo ya la huelga general:

"L'Avalot - Joves de la UGT de Catalunya considera que tant les agressions a treballadors públics i pensionistes imposades pel govern central i català com els plantejaments que s'estan fent a la mesa del diàleg social per part del govern i de la patronal no deixen una altra sortida que la convocatòria urgent d'una vaga general a l'Estat.

L'Avalot considera que els treballadors i les treballadores hem de donar una resposta contundent a les mesures del govern de l'Estat -adoptades i fins i tot agreujades pel govern de la Generalitat- per reduir el dèficit públic, que tornen a perjudicar únicament les classes més desfavorides de la societat amb retallades salarials i socials, mentre que no es demana cap mena de sacrifici ni solidaritat als que més tenen i/o que ens han ficat en aquesta crisi econòmica (com, per exemple, el sector financer i especulatiu).

Aquesta situació només es pot agreujar amb la reforma laboral que vindrà. La patronal, amb els seus plantejaments maximalistes i immovilistes, està impossibilitant des d'un inici qualsevol tipus d'acord i està forçant el govern a decretar unes reformes que suposaran un pas enrere en els drets laborals i socials d'aquest país, especialment pel que fa a la gent jove treballadora, i que a més no serviran ni per crear més ocupació i per sortir de la crisi. Les propostes que planteja la patronal busquen un model de mercat de treball on els joves estiguem en situació de semiesclavatge i on s'imposi i es normalitzi la precarietat laboral al llarg de tota la vida i per al conjunt dels treballadors i les treballadores.

Per això, l'Avalot considera que ara és el moment de plantar cara, convocar una vaga general per defensar els nostres drets i no fer ni un pas enrere. Hem de deixar clar als governants que les agressions d'aquest tipus no quedaran sense desposta".

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