La Voz de Villaverde, la candidatura de izquierdas encabezada por el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Villaverde del Río, ha sido la lista más votada en las presentes elecciones locales, con 1.417 votos y cinco concejales, en una durísima pugna con el PSOE que queda en segundo lugar a tan sólo 61 sufragios, obteniendo también cinco concejales. El PP por su parte pierde más de 200 votos aunque conserva sus tres ediles. El resto de formaciones, IU, UPyD, Nueva Izquierda de Villaverde y Partido Andalucista, no consiguen representación en el consistorio.

Una gran victoria

A medida que pasan las horas somos cada vez más conscientes del enorme valor que tienen estos resultados. Ha sido un gran triunfo de las ideas y los métodos que hemos defendido tenazmente al frente del gobierno municipal. Durante cuatro años el Ayuntamiento de Villaverde ha sido un ejemplo de democracia participativa a través de asambleas y comités ciudadanos, vecinales y de trabajadores, donde el pueblo ha podido controlar e intervenir en las tareas municipales y decidir sobre el empleo, la vivienda o los servicios públicos. Una democracia real donde se asientan los principales logros del gobierno obrero para mantener el empleo, la inversión pública y unos servicios municipalizados de calidad en plena crisis capitalista y ante la ofensiva de recortes y ataques a los derechos que el PP ha impuesto por ley.
Mientras la mayoría de los ayuntamientos han aceptado esta política de privatizaciones, recortes y empobrecimiento, nosotros nos hemos rebelado, planteando que una administración gobernada por la izquierda no puede limitarse a gestionar los recortes y la miseria. El poder y los recursos municipales se han puesto al servicio de la movilización social, por encima de cualquier otra cuestión, el Ayuntamiento se ha convertido en una posición permanente de lucha para defender los derechos de las familias frente a los planes de ajuste, las cláusulas suelo, por la titularidad de los servicios públicos o por el empleo público. Este es el modelo que ha ganado las elecciones en Villaverde, que ha encontrado el apoyo de amplios sectores de la localidad, del mundo del trabajo y de la juventud, que han emitido un voto consciente, confiando en una política que les eleva como ciudadanos que pueden intervenir en los asuntos que les afectan y respaldando a quienes defienden sus derechos de forma coherente y consecuente, en los discursos y en la práctica, en los parlamentos y en la calle.
Un voto que rompe con el peso de la tradición que nos encadena al sistema capitalista, al servilismo ante los poderosos, y a aceptar pasivamente que las clases dirigentes y los benefactores sociales al servicio de éstos son los que tienen que dirigir la sociedad y solucionar los problemas. Los resultados en Villaverde conectan con la semilla de cambio y transformación social que está germinando y se ha expresado ahora en clave electoral en numerosas ciudades y zonas del Estado. ¡Sí se puede! El programa combativo y los métodos asamblearios han demostrado su viabilidad incluso en un terreno tan adverso para los revolucionarios como es el electoral.

Contra todo y contra todos

Hay que resaltar que, el gobierno municipal de IU y la mayoría de los afiliados de IU y del PCA de Villaverde hemos tenido que presentarnos ante el pueblo a través de una agrupación de electores organizada en dos meses, ya que nos fue negada la posibilidad de presentarnos como IU, nuestras siglas históricas, por la maniobras burocráticas del aparato de Sevilla.
Pero el éxito de Villaverde tiene aún más mérito si tenemos en cuenta las condiciones en las que se ha constituido la plataforma y el escenario de guerra abierta desde todos los flancos que llevamos combatiendo desde el primer día, pero que sin duda se ha recrudecido en la campaña electoral. Hemos derrotado el fuego combinado de todas las fuerzas que el sistema capitalista ha podido reunir para acabar con una política obrera y un ejemplo revolucionario. Todos con un objetivo común: volver al antiguo régimen, acabar con los comités vecinales y obreros, con las asambleas donde se reparte el trabajo, se decide y se organiza la lucha, devolver a la gente a sus casas, a sus quehaceres y sus problemas individuales. Es decir, abrir de nuevo la puerta al clientelismo, al tráfico de influencias, a la corrupción y el despilfarro, inseparables como las dos caras de una moneda.
En esta santa alianza se han unido los ataques de los expropietarios de los servicios municipalizados y de los que se aprovechaban de los recursos públicos a través de facturas infladas, sobornos y tratos de favor. Por supuesto, sus intentos de presentarnos como radicales incapaces de hacer funcionar las cosas han chocado con la experiencia de centenares de trabajadoras que han disfrutado de contratos estables y con derechos y con la presencia y la participación de los empleados públicos y los vecinos organizados en la toma de decisiones, haciendo incompatible el tráfico de influencias y otras lacras del pasado.
La numerosa concurrencia de partidos ha sido otro factor en nuestra contra. Hasta siete candidaturas han abierto fuego contra nosotros. Esto es importante teniendo en cuenta que en pueblos como Villaverde, donde todo el mundo se conoce, los lazos familiares de los componentes de los 17 miembros de cada lista juegan un papel en la posible distribución del voto. En este sentido, las campañas de PP y PSOE han sido especialmente violentas, continuando con su actitud durante toda la legislatura, intentando sacar partido de los mismos prejuicios y calumnias que vierten ahora sobre Podemos y las candidaturas de unidad popular, a saber: las lecciones de españolidad y la bandera republicana, terrorismo de ETA, “dictadura” de Venezuela y Cuba, etc. Los logros del gobierno obrero han contestado puntualmente a estas campañas injuriosas antes de que el pueblo, finalmente, haya puesto a cada uno en su sitio.

El esperpento de la dirección de IU

Y hablando de poner a cada uno en su sitio. El candidato de IU impuesto antidemocráticamente por la dirección provincial para socavar el gobierno obrero del Ayuntamiento y demoler las conquistas asamblearias y sociales que hemos conseguido, ha sido rechazado de manera aplastante por el pueblo: las siglas de IU usurpadas burocráticamente por el aparato han obtenido tan sólo 198 votos, una hecatombe comparados con los 2.230 que IU sacó en 2011 y un varapalo para los militantes de IU honestos que han sido engañados por las mentiras de los dirigentes. Una derrota que sólo cabe definir como esperpento, después de los ingentes esfuerzos que los responsables provinciales de IU han hecho para asaltar nuestra asamblea, acallar nuestra voz contra los recortes, imponer una dirección títere, expulsarnos de la organización y, por último, privarnos de nuestras siglas y dejarlas en manos de gente que no representa a nadie. Los trabajadores, la juventud, la ciudadanía, se han expresado contundentemente sobre la impostura de esta IU. De la misma forma que han reconocido en La Voz de Villaverde a los que hemos construido y representado a la organización en los últimos años, a los que hemos ganado la mayoría en el Ayuntamiento desde el que defendemos un programa obrero y comunista.
El análisis del voto por mesas y zonas del municipio es aún más tajante si cabe. La Voz de Villaverde ha ganado claramente en las dos mesas de “barrio”, la barriada comunista histórica, empatando con PSOE en el “Cerro”, otra tradicional barriada de trabajadores. Aquí se mide también la valía de esta gran victoria, que se ha producido bajo el acoso de la burocracia degenerada de la dirección de IU que ha proyectado sobre nosotros una imagen de división y enfrentamiento interno, algo que como ya hemos visto en el pasado favorece la abstención y la retirada del voto.

Unirnos a la izquierda que lucha en todo el Estado

Ganar de nuevo la alcaldía era nuestro objetivo, pero la cuestión fundamental es que existan otros ejemplos que nos permitan salir del aislamiento y eleven la temperatura en el plano institucional. En este sentido, el extraordinario avance en todo el Estado de las candidaturas que expresan la movilización social y las ansias de cambios profundos en la sociedad, es sin duda el dato más relevante de las elecciones municipales, y será determinante en los próximos acontecimientos, también en Villaverde del Río.
Las alcaldías de Madrid con Manuela Carmena, Barcelona con Ada Colau, Valencia con Compromís, Cádiz con Podemos, las mareas en Galicia y un largo etcétera de ayuntamientos con gobiernos de unidad popular, pondrán en el orden del día el modelo que hemos defendido en Villaverde en estos años, los ayuntamientos insumisos ante los recortes decretados por el PP y al frente de la lucha, de los sectores azotados por la crisis, por los despidos, los desahucios y las privatizaciones empresariales. De la mano de esta política revolucionaria, el frente institucional se unirá a la vigorosa corriente de lucha sindical, estudiantil y vecinal que está movilizando a amplios sectores de la población y de la cual, en última instancia, las candidaturas de unidad popular, son su expresión política

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